La colisión de la Vía Láctea con un agujero negro podría estar más cerca de lo que pensamos

Un hallazgo reciente ha dejado a la comunidad científica boquiabierta: la Vía Láctea podría estar en curso de colisión con un agujero negro supermasivo. Este objeto invisible, con una masa equivalente a 600,000 veces la del Sol, podría cambiar nuestra comprensión del universo y de cómo crecen los agujeros negros. ¿Dónde se esconde el agujero […]

Feb 15, 2025 - 02:39
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La colisión de la Vía Láctea con un agujero negro podría estar más cerca de lo que pensamos

Un hallazgo reciente ha dejado a la comunidad científica boquiabierta: la Vía Láctea podría estar en curso de colisión con un agujero negro supermasivo. Este objeto invisible, con una masa equivalente a 600,000 veces la del Sol, podría cambiar nuestra comprensión del universo y de cómo crecen los agujeros negros.

¿Dónde se esconde el agujero negro?

Este agujero negro supermasivo se encuentra en la Gran Nube de Magallanes, a unos 160,000 años luz de la Tierra. Lo que lo hace tan interesante no solo es su tamaño, sino su ubicación: esta galaxia enana está en un proceso de acercamiento hacia la Vía Láctea, lo que significa que el agujero negro también terminará colisionando con nuestra galaxia.

Gran Nube de Magallanes
Crédito: NASA

Pero, ¿por qué no lo habíamos visto antes? Los agujeros negros son extremadamente difíciles de detectar. A menos que estén absorbiendo materia activamente (lo cual genera luz debido al calor y la fricción), no emiten ninguna radiación que podamos observar. Entonces, ¿cómo lo detectaron los científicos?

La clave del descubrimiento: Estrellas a hipervelocidad

En lugar de buscar movimientos orbitales extraños, los investigadores utilizaron una técnica diferente: rastrear estrellas a hipervelocidad. Estas son estrellas que se mueven mucho más rápido que sus compañeras galácticas, tanto que incluso podrían escapar hacia el espacio intergaláctico.

Estas estrellas aceleradas se explican a través del mecanismo de Hills, un fenómeno que ocurre cuando un agujero negro interactúa con un sistema estelar binario (dos estrellas orbitando entre sí). La interacción puede resultar en la expulsión de una de las estrellas a una velocidad increíble, lo que deja un rastro que los científicos pueden seguir hasta su origen.

Ilustración de estrellas binarias
Crédito: Pinterest

Telescopio Gaia: La brújula perfecta

Gracias al telescopio espacial Gaia, que ha mapeado las posiciones y velocidades de miles de millones de estrellas en la Vía Láctea, los investigadores pudieron rastrear 21 estrellas a hipervelocidad en el halo externo de nuestra galaxia. De ellas, 9 provienen de la Gran Nube de Magallanes. Y, al analizar sus trayectorias, todos los datos apuntan a un agujero negro de aproximadamente 600,000 masas solares.

¿Cuándo colisionará con la Vía Láctea?

Actualmente, la Gran Nube de Magallanes orbita nuestra galaxia a 160,000 años luz de distancia. Pero su órbita no es estable; está en un lento y continuo acercamiento. Los cálculos más recientes sugieren que el impacto ocurrirá en unos 2 mil millones de años.

Cuando ocurra la colisión, el agujero negro se dirigirá al centro de la Vía Láctea, donde eventualmente se fusionará con Sagittarius A*, el agujero negro supermasivo que ya reside en el núcleo de nuestra galaxia. Este proceso de fusión de agujeros negros es una de las formas en que se cree que estos objetos cósmicos crecen a tamaños colosales.

Agujero Negro Sagittarius A*
Crédito: NASA

Si se confirma la existencia de este agujero negro, podría proporcionarnos información clave sobre cómo crecen los agujeros negros, un proceso que aún está lleno de incógnitas. ¿Cómo evolucionan desde masas estelares hasta monstruos supermasivos? Este podría ser el eslabón perdido que necesitamos para entenderlo.

¿Qué significa esto para la Vía Láctea?

Aunque el impacto no ocurrirá en miles de millones de años, este hallazgo tiene importantes implicaciones para la astronomía y la física. La colisión alterará la estructura de nuestra galaxia, afectando la distribución de estrellas y materia oscura. Y, a nivel cósmico, nos ofrece una vista en primera fila de un proceso que ha moldeado el universo desde sus inicios: la fusión galáctica.

El equipo de científicos espera confirmar la existencia del agujero negro utilizando observaciones futuras. Los datos de nuevas misiones espaciales y la mejora de las tecnologías de observación ayudarán a definir sus propiedades y a comprender mejor su impacto en nuestra galaxia.