Koldo García se somete a una prueba caligráfica y entrega al Supremo informes médicos para justificar que su letra es irreconocible

Koldo García, el exasesor del exministro de Transportes José Luis Ábalos, ha compadecido este martes en el Tribunal Supremo para someterse a una prueba caligráfica. Con esto, se pretendía establecer la eventual coincidencia entre su letra y la que aparece en los documentos aportados por el empresario Víctor de Aldama. Sin embargo, ha entregado al juez informes médicos que, según él, demuestran que su letra es irreconocible por las operaciones en el brazo.

Comprende un anexo de los presupuestos generales del Estado de 2021 que Aldama aportó en el Supremo con supuestas obras públicas preadjudicadas, y de un pantallazo que aportó para tratar de sustentar esos presuntos amaños, con una nota manuscrita sujeta por una mano. Koldo García ya rechazó que fuera su letra.

El magistrado Leopoldo Puente, instructor del 'caso Koldo', le citó a las 11:30 horas de este martes para someterse a una prueba caligráfica. Vestido con gorro, gafas de sol, abrigo y acompañado de su abogado, el empresario ha llegado poco después de la hora señalada.

Letra irreconocible

La prueba, que ha durado aproximadamente una hora, se ha realizado ante la letrada de la Administración de Justicia (LAJ), su letrado y el perito. Consistió en escribir "un cuerpo de escritura, comprensivo de firmas y texto", según Europa Press.

Además de someterse a esta, Koldo ha aportado al alto tribunal 21 informes médicos y periciales. En estos se explica que debido a las lesiones en el brazo, con el que escribe -el derecho- y las consecuentes operaciones, su caligrafía ha cambiado a lo largo de los años. Por lo que no se podría determinar con certeza si la letra de los documentos es la misma que la de la prueba caligráfica. Por otra parte, el juez Puente ha recibido nuevos documentos de De Aldama, entre ellos otro archivo con anotaciones manuscritas que atribuyen a Koldo.

Tan solo dos días después, llegará el turno del propio Ábalos, quien ya compareció de manera voluntaria ante el Supremo el pasado 12 de diciembre y negó haber cobrado comisiones de Aldama. El juez le citó de nuevo el próximo jueves, ya con el estatus propio de investigado tras el suplicatorio, y en su resolución apuntó a la posterior celebración de una comparecencia para valorar si sería necesario adoptar medidas cautelares. Una vez comparezcan ambos, el juez dará paso a unas semanas en las que escuchará los testimonios de 17 testigos entre el 25 de febrero y el 5 de marzo.

La prueba caligráfica

La prueba a la que se ha sometido Koldo, tal y como explicó el instructor de la causa en el TS, el magistrado Leopoldo Puente, consiste en que Koldo realice "un cuerpo de escritura -comprensivo de firmas y texto-" para "establecer la eventual coincidencia entre su letra y la que figura en los documentos aportados por Aldama -relación de obras presupuestadas y 'pantallazo' presentado en su declaración conteniendo nota manuscrita"-.

Aldama pretendía acreditar con las pruebas su afirmación de que también se adjudicó obra pública a las empresas vinculadas a la presunta trama. Es más, en sus declaraciones judiciales llegó a hablar de un sistema de "cupos". Expuso que este sistema habría sido el origen del enfado del actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ya que la trama se habría entrometido en el "cupo" de País Vasco y Navarra. Para compensarle, se le habrían entregado 15.000 euros en un sobre, dijo Aldama.

El empresario también contó que, a cambio de esas obras "preadjudicadas", las empresas beneficiarias habrían ofrecido a Ábalos un piso de lujo en el Paseo de la Castellana de Madrid por 750.000 euros, a pesar de que su valor de mercado rozaría los 2 millones de euros.

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