Kika Chávez logró derribar rivales y estigmas de género
Hay un halo de fuerza y confianza en la mirada de Yessica Kika Chávez. Es el reflejo claro de un sentimiento de orgullo tras saber que será la tercera mexicana en ingresar al Salón de la Fama del Boxeo Internacional en Nueva York, lo-gro que la remite a una batalla histórica contra los estigmas de género y en la cual debió demostrarle, incluso a su padre y al entrenador Ignacio Beristáin, que valía la pena guiarla para subir al ring. Pues hace unas décadas, generaciones de peleadoras vivieron en el olvido porque no se les permitía ejercer un oficio que era considerado sólo para hombres.
