Jon Spencer: su nueva banda, el recuerdo de Buenos Aires y el rock como inspiración

A catorce años de su última visita, el músico habló con LA NACIÓN de sus diferentes proyectos musicales, del rock en tiempos de la cultura de la cancelación y de su presentación de este martes en Niceto Club

Mar 31, 2025 - 21:53
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Jon Spencer: su nueva banda, el recuerdo de Buenos Aires y el rock como inspiración

Al parecer, a Jon Spencer le cuesta concebir un proyecto solista. A lo largo de cuarenta años estuvo al frente de diferentes bandas cuyo denominador común ha sido el blues eléctrico y el rock and roll crudo y reivindicador del sonido proto punk de los 60: esa explosión silenciosa de rock de garage de la que se nutrieron tantos artistas en los Estados Unidos, aunque comercialmente fue un movimiento que se mantuvo en las sombras. Incluso su último álbum, Sick of Being Sick!, que editó bajo su nombre el año pasado, él lo ve como un esfuerzo colectivo. “Desearía haber pensado un nombre para este grupo, pero no sucedió todavía. Quizás algo se me ocurra cuando esté en Argentina”, cuenta a LA NACIÓN antes de esta nueva visita al país que se producirá hoy, a las 20 en Niceto Club (entradas, $ 40.000).

Spencer vino por última vez en 2011 con Jon Spencer Blues Explosion, su banda más popular, que debutó en suelo argentino en 2001 con un recordado show en Cemento. En 2009 bajó con Heavy Trash, su dúo de rockabilly. Sin embargo, no recuerda mucho de su paso por acá. “Tengo mala memoria, pero sí me acuerdo que me impactó la belleza de Buenos Aires. Me pareció una ciudad muy europea por el tipo de calles y la arquitectura. También me quedó grabado que Argentina es el mayor consumidor de fernet en el mundo”, dice entre risas.

Tras el silencioso final de la Blues Explosion en 2016 -Jon recién en 2022 admitió abiertamente que estaba disuelta-, formó The HITmakers, con quienes grabó Spencer Sings The Hits! y Spencer Gets It Lit. “Aunque el primero lleva solo mi nombre, ambos discos tienen el mismo ADN. El plan era hacer una trilogía, pero lamentablemente Sam Coomes está muy ocupado con su banda Quasi y fue difícil continuar”.

En su lugar armó un power trío con dos jóvenes músicos, el bajista Kendall Wind y el baterista Maky “Spider” Bowman. “Llevamos tocando juntos aproximadamente un año y medio y creo que somos una gran banda. Son de Woodstock, Nueva York, y los conocí cuando produje un álbum de su banda, The Bobby Lees. Son músicos excelentes, tienen una energía cruda, pero también mucha musicalidad. Además, son personas muy agradables y abiertas a la experimentación, a las nuevas experiencias y al trabajo duro”.

Con esta formación, Spencer salió de gira a presentar su último álbum, pero también aprovechó  para hacer una retrospectiva de su carrera. “Daremos un show enérgico, dinámico, apasionado y sudoroso de rock and roll. Tocaremos temas de Sick of Being Sick!, canciones de Blues Explosion, The HITmakers, Pussy Galore, algunos covers y también composiciones nuevas en las que estoy trabajando con Kendall y Maky. Será una gran noche”, promete a quienes irán a verlo a Niceto.

Vale detenerse en la descripción que hace de los conciertos que está dando en este tour. Pocas veces el cantante y guitarrista se dio espacio para revisitar el repertorio de todos sus proyectos, en especial de Pussy Galore, su primera banda. Formada en 1984, tenía la característica crudeza de Spencer, pero era más experimental y absolutamente irreverente y provocadora, en especial por sus letras. Si en esa época el emergente rock alternativo ya era un movimiento marginal, ellos se situaban aún más lejos, completamente fuera de una escena que ya de por sí se movía por circuitos subterráneos de campus y radios universitarias.

–¿Podría existir una banda como Pussy Galore hoy, en tiempos donde prevalece la corrección política y la cultura de la cancelación?
–Lo he pensado algunas veces en los últimos años. Probablemente no. Si tuviera 20 o 21 años hoy, no sé si haría un disco como Groovy Hate Fuck. Es un tiempo diferente, sin duda.

–¿Creés que en la actualidad el rock perdió su espíritu rebelde?
–Sí, pero seamos honestos, el rock and roll perdió esa cualidad hace mucho tiempo. En su momento cambió el mundo, pero hace décadas que fue absorbido por el capitalismo. Todavía pienso que a pesar de que el sistema lo convirtió en un lugar seguro, siempre hubo espacio para artistas que despiertan pasiones y tienen chispa. Hoy podés tener una banda salvaje y explosiva, pero ya no vas a provocar el colapso de la Bolsa de Comercio ni hacerle crecer el pelo en las palmas de las manos a las jovencitas. Para mí, el rock sigue siendo poderoso, pero de otra manera: es como un sermón en una iglesia, inspira a la gente. A mí me hace sentir vivo y creo que eso es lo que también produce a los demás. Es una forma de arte revitalizante.Jon Spencer

El denominador común de todos los proyectos que Jon Spencer está recorriendo hoy en día es el rock de garage que sembró la semilla del punk. “Crecí con eso, lo llevo en la sangre. Nací en el 65, así que esa música estaba por todas partes cuando era niño y marcó mi cultura desde muy joven. Sigue siendo una de mis grandes influencias”, afirma. Con el tiempo fue recuperando canciones y artistas olvidados o prácticamente desconocidos, como Ty Wagner (“I’m a No Count”) o The Twilighters (“Nothing Can Bring Me Down”) , a quienes versionó con Pussy Galore y que hoy vuelven a brillar en sus presentaciones en vivo con una energía demoledora. “Bandas como Chocolate Watch Band o The Seeds, entre muchas otras, son ejemplos conocidos, pero también hay una infinidad de grupos menos famosos cuyos temas han sido recopilados en discos como Back from the Grave. Hubo muchísimos grandes álbumes de garage rock a mediados y finales de los 60 y es fácil notar cómo algunos de ellos marcaron el camino hacia el punk rock de los 70. Pero para mí no se trata de dar una lección de historia. Simplemente es música que me gusta y que me ha inspirado”.

Los artistas que forjaron su sonido son muchos, desde Otis Redding y James Brown hasta Elvis Costello y Echo & The Bunnymen, y en sus recitales pueden aparecer canciones de ellos en cualquier momento, lo que garantiza un efecto sorpresa constante. “No hay un repertorio fijo. Antes del concierto tal vez piense en dos o tres temas para arrancar, pero intento no planear demasiado. Prefiero reaccionar a la energía del público y del lugar. No tener una lista predefinida de canciones mantiene todo interesante, fresco y espontáneo. Otra razón por la que me gusta tocar con Kendall y Maky es que pueden adaptarse y seguirme en cualquier canción que quiera tocar”, advierte Spencer.

Sin embargo, últimamente guarda un espacio para versionar a la banda punk Big Black, liderada por el productor e ingeniero de sonido Steve Albini, quien falleció el año pasado y que trabajó en el debut homónimo de Jon Spencer Blues Explosion y en Acme, el sexto LP del grupo y uno de los puntos más altos de su discografía. “Steve era un ingeniero excepcional, extremadamente inteligente, con un gran sentido del humor y una persona muy amable y generosa que siempre compartía su conocimiento. Trabajar con él fue una experiencia increíblemente educativa, inspiradora y enriquecedora”, recuerda.

Además de sus diversos proyectos musicales, Spencer tiene un amplio listado de colaboraciones. Participó en grabaciones de Beck, Beastie Boys, Chuck D de Public Enemy, Moby y Nancy Sinatra, entre muchos otros, pero hay una que llama particularmente la atención. En 2007, el italiano Eros Ramazzotti editó e2, una recopilación de sus grandes éxitos regrabados con invitados internacionales. Entre nombres de alto perfil como Ricky Martin, Cher, Carlos Santana, Tina Turner y Steve Vai, aparece su guitarra en “Taxi Story”. Para él, fue una de sus participaciones más extrañas. “Un amigo mío tenía una pareja que trabajaba para él. Mi impresión es que intentaban hacer algo más arriesgado o moderno con su música y alguien sugirió que yo podría hacer algo. Si mal no recuerdo, se trató de un remix porque nunca lo conocí en persona”.

Jon Spencer es una institución de la música alternativa y tras cuatro décadas de trayectoria al frente de diversos proyectos sigue manteniéndose fiel a sí mismo y a sus valores. Quienes presenciaron sus presentaciones en vivo saben que van a encontrarse con la performance cruda, directa y explosiva de un músico que se ha forjado a sí mismo desde el margen, sin que le importara pertenecer a ninguna escena. “Las bandas que tuve, los discos que grabé, la música que hice son pura expresión propia, son el tipo de discos que quiero escuchar y el tipo de shows que quiero ver. No se trata de hacer algo para tener éxito ni de construir una carrera. Se trata de pasión. Eso es algo en lo que creo y que amo. No hago esto pensando en volverme rico y famoso. Para mí es una necesidad, y lo hago porque soy libre, porque quiero crear la música que realmente deseo. Siempre he trabajado con la actitud punk del hazlo tú mismo. Nunca esperé ayuda de la radio, la televisión o la prensa convencional. Tuve la suerte de que algunas de mis bandas ganaron cierta popularidad, pero siempre operé desde una postura underground”.