Israel dinamita el alto el fuego en Gaza con más de 200 muertos tras una oleada de bombardeos sobre la Franja

Netanyahu prosigue con el genocidio en la Franja con el argumento de la negativa de Hamás a liberar a los rehenes restantes, mientras la Casa Blanca reconoce que Israel consultó con la administración estadounidense antes de llevar a cabo los ataquesNetanyahu quiere purgar al jefe del servicio secreto interior tras las investigaciones por corrupción al entorno del primer ministro Los bombardeos israelíes en Gaza han matado al menos a 200 personas, según las autoridades sanitarias palestinas, en una serie de ataques que prosiguen el genocidio en curso y alcanzaron decenas de puntos en la madrugada del martes, poniendo fin a semanas de estancamiento sobre la prórroga del alto el fuego que detuvo los combates en enero. Se registraron ataques en el norte de Gaza, la ciudad de Gaza, así como en Deir al-Balah, Jan Yunis y Rafah, en el centro y sur de la Franja. Funcionarios del Ministerio de Sanidad palestino indicaron que muchos de los fallecidos eran niños. El Ejército israelí, que afirmó haber golpeado decenas de objetivos, aseguró que los ataques continuarían “el tiempo que sea necesario” y que no se limitarían a bombardeos aéreos, lo que abre la posibilidad de que las tropas terrestres reanuden los combates. Hamás declaró que Israel había roto el acuerdo de alto el fuego, dejando en el aire el destino de los 59 rehenes que aún permanecen en Gaza. Los ataques fueron mucho más amplios que la serie regular de bombardeos con drones que el ejército israelí ha llevado a cabo contra individuos o pequeños grupos de presuntos militantes y llegan después de semanas de intentos fallidos para extender la tregua acordada el 19 de enero. Jalil Degran, portavoz del Ministerio de Sanidad en el hospital Mártires de Al-Aqsa, en el centro de Gaza, dijo que al menos 200 personas habían muerto. En hospitales colapsados tras 15 meses de bombardeos, se pudieron ver pilas de cadáveres envueltos en plástico blanco apilados mientras llegaban más víctimas. La Media Luna Roja Palestina informó que sus equipos atendieron a 86 fallecidos y 134 heridos, aunque muchos otros llegaron a los hospitales en coches privados. Funcionarios del hospital Nasser en Jan Yunis, el hospital Al-Aqsa en el centro de Gaza y el hospital Al-Ahly en la ciudad de Gaza –todos gravemente dañados durante la guerra– indicaron que en total habían recibido unos 85 cuerpos. Además, las autoridades informaron que 16 miembros de una misma familia murieron en Rafah, en el sur de Gaza. Al anunciar los ataques, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó a Hamás de su “reiterada negativa” a liberar a los rehenes y de rechazar las propuestas del enviado de Donald Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff. “Israel, a partir de ahora, actuará contra Hamás con una creciente fuerza militar”, decía el comunicado. En Washington, un portavoz de la Casa Blanca afirmó que Israel consultó con la administración estadounidense antes de llevar a cabo los ataques. La Casa Blanca culpó a Hamás del regreso de los combates. “Hamás podría haber liberado a los rehenes para extender el alto el fuego, pero en su lugar eligió la negativa y la guerra”, declaró el portavoz Brian Hughes. Witkoff, quien ha liderado los esfuerzos de mediación junto con Egipto y Qatar, advirtió previamente de que Hamás debía liberar “de inmediato” a los rehenes vivos “o pagar un precio severo”. Tahir Nunu, dirigente de Hamás, criticó los ataques israelíes. “La comunidad internacional enfrenta una prueba moral: o permite el retorno de los crímenes cometidos por el ejército de ocupación o impone el compromiso de poner fin a la agresión y la guerra contra los inocentes en Gaza”, dijo. En Gaza, testigos contactados por Reuters informaron de que tanques israelíes bombardearon zonas de Rafah, en el sur de la Franja, obligando a muchas familias que habían regresado tras el alto el fuego a abandonar nuevamente sus hogares y dirigirse al norte, hacia Jan Yunis. Equipos negociadores de Israel y Hamás habían estado en Doha, mientras mediadores de Egipto y Qatar intentaban cerrar la brecha entre ambas partes tras la primera fase del alto el fuego, que permitió la liberación de 33 rehenes israelíes y cinco tailandeses a cambio de unos 2.000 prisioneros palestinos. Con el respaldo de Estados Unidos, Israel presionaba para la devolución de los 59 rehenes restantes en Gaza a cambio de una tregua más larga, que habría detenido los combates hasta después del mes sagrado musulmán de Ramadán y la festividad judía de Pésaj en abril. Sin embargo, Hamás buscaba negociar un fin permanente a la guerra y la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza, de acuerdo con los términos del alto el fuego original. “Exigimos que los mediadores responsabilicen plenamente a Netanyahu y a la ocupación sion

Mar 18, 2025 - 06:52
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Israel dinamita el alto el fuego en Gaza con más de 200 muertos tras una oleada de bombardeos sobre la Franja

Israel dinamita el alto el fuego en Gaza con más de 200 muertos tras una oleada de bombardeos sobre la Franja

Netanyahu prosigue con el genocidio en la Franja con el argumento de la negativa de Hamás a liberar a los rehenes restantes, mientras la Casa Blanca reconoce que Israel consultó con la administración estadounidense antes de llevar a cabo los ataques

Netanyahu quiere purgar al jefe del servicio secreto interior tras las investigaciones por corrupción al entorno del primer ministro

Los bombardeos israelíes en Gaza han matado al menos a 200 personas, según las autoridades sanitarias palestinas, en una serie de ataques que prosiguen el genocidio en curso y alcanzaron decenas de puntos en la madrugada del martes, poniendo fin a semanas de estancamiento sobre la prórroga del alto el fuego que detuvo los combates en enero.

Se registraron ataques en el norte de Gaza, la ciudad de Gaza, así como en Deir al-Balah, Jan Yunis y Rafah, en el centro y sur de la Franja. Funcionarios del Ministerio de Sanidad palestino indicaron que muchos de los fallecidos eran niños.

El Ejército israelí, que afirmó haber golpeado decenas de objetivos, aseguró que los ataques continuarían “el tiempo que sea necesario” y que no se limitarían a bombardeos aéreos, lo que abre la posibilidad de que las tropas terrestres reanuden los combates.

Hamás declaró que Israel había roto el acuerdo de alto el fuego, dejando en el aire el destino de los 59 rehenes que aún permanecen en Gaza.

Los ataques fueron mucho más amplios que la serie regular de bombardeos con drones que el ejército israelí ha llevado a cabo contra individuos o pequeños grupos de presuntos militantes y llegan después de semanas de intentos fallidos para extender la tregua acordada el 19 de enero.

Jalil Degran, portavoz del Ministerio de Sanidad en el hospital Mártires de Al-Aqsa, en el centro de Gaza, dijo que al menos 200 personas habían muerto.

En hospitales colapsados tras 15 meses de bombardeos, se pudieron ver pilas de cadáveres envueltos en plástico blanco apilados mientras llegaban más víctimas. La Media Luna Roja Palestina informó que sus equipos atendieron a 86 fallecidos y 134 heridos, aunque muchos otros llegaron a los hospitales en coches privados.

Funcionarios del hospital Nasser en Jan Yunis, el hospital Al-Aqsa en el centro de Gaza y el hospital Al-Ahly en la ciudad de Gaza –todos gravemente dañados durante la guerra– indicaron que en total habían recibido unos 85 cuerpos. Además, las autoridades informaron que 16 miembros de una misma familia murieron en Rafah, en el sur de Gaza.

Al anunciar los ataques, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó a Hamás de su “reiterada negativa” a liberar a los rehenes y de rechazar las propuestas del enviado de Donald Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff.

“Israel, a partir de ahora, actuará contra Hamás con una creciente fuerza militar”, decía el comunicado.

En Washington, un portavoz de la Casa Blanca afirmó que Israel consultó con la administración estadounidense antes de llevar a cabo los ataques.

La Casa Blanca culpó a Hamás del regreso de los combates. “Hamás podría haber liberado a los rehenes para extender el alto el fuego, pero en su lugar eligió la negativa y la guerra”, declaró el portavoz Brian Hughes.

Witkoff, quien ha liderado los esfuerzos de mediación junto con Egipto y Qatar, advirtió previamente de que Hamás debía liberar “de inmediato” a los rehenes vivos “o pagar un precio severo”.

Tahir Nunu, dirigente de Hamás, criticó los ataques israelíes. “La comunidad internacional enfrenta una prueba moral: o permite el retorno de los crímenes cometidos por el ejército de ocupación o impone el compromiso de poner fin a la agresión y la guerra contra los inocentes en Gaza”, dijo.

En Gaza, testigos contactados por Reuters informaron de que tanques israelíes bombardearon zonas de Rafah, en el sur de la Franja, obligando a muchas familias que habían regresado tras el alto el fuego a abandonar nuevamente sus hogares y dirigirse al norte, hacia Jan Yunis.

Equipos negociadores de Israel y Hamás habían estado en Doha, mientras mediadores de Egipto y Qatar intentaban cerrar la brecha entre ambas partes tras la primera fase del alto el fuego, que permitió la liberación de 33 rehenes israelíes y cinco tailandeses a cambio de unos 2.000 prisioneros palestinos.

Con el respaldo de Estados Unidos, Israel presionaba para la devolución de los 59 rehenes restantes en Gaza a cambio de una tregua más larga, que habría detenido los combates hasta después del mes sagrado musulmán de Ramadán y la festividad judía de Pésaj en abril.

Sin embargo, Hamás buscaba negociar un fin permanente a la guerra y la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza, de acuerdo con los términos del alto el fuego original. “Exigimos que los mediadores responsabilicen plenamente a Netanyahu y a la ocupación sionista por violar y romper el acuerdo”, declaró el grupo.

Israel había bloqueado la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y en varias ocasiones amenazó con reanudar los ataques si Hamás no accedía a liberar a los rehenes que aún retiene.

El ejército israelí no proporcionó detalles sobre los ataques de la madrugada del martes, pero las autoridades sanitarias palestinas y testigos contactados por Reuters informaron de daños en numerosas áreas de Gaza, donde cientos de miles de personas viven en refugios improvisados o edificios en ruinas.

Un edificio en la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, fue alcanzado, al igual que al menos tres casas en Deir al-Balah, en el centro. Además, los ataques impactaron en las ciudades sureñas de Jan Yunis y Rafah, según médicos y testigos.

Entre los muertos se encontraba Mohammad Al-Jmasi, alto funcionario de Hamás y miembro de la oficina política, junto con miembros de su familia, incluidos sus nietos, que estaban en su casa en la ciudad de Gaza cuando fue bombardeada, según fuentes de Hamás y sus familiares. En total, al menos cinco altos cargos de Hamás murieron junto con miembros de sus familias.

Gran parte de Gaza yace en ruinas tras 15 meses de masacre, que comenzó el 7 de octubre de 2023, tras los ataques de Hamás, que causaron 1.200 personas y 251 rehenes.

La venganza militar israelí ha causado un genocidio de más de 48.000 muertes y ha destruido gran parte de la infraestructura y el sistema hospitalario del enclave.

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