Hugo René Ortiz: DIOT: Declaración de Infidelidades y Otras Traiciones

Rata de dos cuentas: La DIOT no perdona traiciones fiscales.

Feb 20, 2025 - 18:41
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Hugo René Ortiz: DIOT: Declaración de Infidelidades y Otras Traiciones

Si el SAT fuera una pareja celosa, la DIOT sería su versión de un interrogatorio con pruebas en la mano. No basta con pagar impuestos y decir “yo juro que no oculto nada”; hay que presentar pruebas. La Declaración Informativa de Operaciones con Terceros es uno de los métodos que utiliza el SAT para descubrir si un contribuyente ha sido honesto o si, por descuido, ha cometido una infidelidad fiscal.

Porque en este juego de obligaciones tributarias, el SAT no confía en las palabras. No le sirve un “te lo juro, mi amor, todos mis gastos están en orden”. Quiere saber con quién hiciste negocios, cuánto gastaste, si pagaste el IVA y, sobre todo, si tu versión coincide con la de los demás. Como en cualquier relación tóxica, el SAT no solo te pregunta a ti: también le pregunta a tu cliente. Y si los números no cuadran, prepárese para el reclamo fiscal con la misma intensidad con la que Paquita la del Barrio reclamaría una traición: sin piedad y con factura en mano.

La DIOT es obligatoria para quienes pagan IVA, y aunque en teoría suena simple –informar con quién hiciste negocios y cuánto pagaste– en la práctica puede ser un dolor de cabeza. Cada mes, las empresas y personas físicas, salvo algunas excepciones, deben presentar esta declaración y confesar sus relaciones comerciales. Como diría Paquita la del Barrio, aquí no hay espacio para “rata de dos patas”: si tu cliente ya declaró su compra y tú no reportaste la venta, el SAT lo notará.

Así que, si alguien pensaba en “omitir detalles”, mejor que lo piense dos veces. Porque aquí la infidelidad fiscal no se descubre con mensajes sospechosos en el celular, sino con operaciones que no cuadran en la base de datos del SAT. Es un sistema de doble verificación: como cuando alguien revisa tu WhatsApp, pero también el de la persona con la que hablabas.

Quizás ha escuchado del complemento de pago o del REP (Recibo Electrónico de Pago). Este es un comprobante fiscal que debe de emitir su empresa cada vez que recibe el pago de una venta a crédito. Cuando surgió este complemento, se pensó que sería el sustituto a la DIOT, ya que a través de este documento y de las facturas cobradas de contado, la autoridad tendría todos los elementos para determinar el IVA que adeuda cada contribuyente.

Si bien en teoría esto es posible, la realidad es muy diferente. Le explico, primeramente, aún hay muchos contribuyentes que no expiden REP, lo hacen fuera de los periodos establecidos por la autoridad o lo emiten con errores. Sin embargo, tenga por seguro que la historia pronto cambiará. Esto se debe a que la autoridad ha comenzado a incluir en las declaraciones de IVA la información obtenida de los complementos de pago, lo que ha obligado a los contribuyentes a prestar mayor atención a la emisión oportuna y correcta de estos comprobantes fiscales

Recientemente, se liberó una nueva versión de la DIOT, la cual está “corregida y aumentada”. En ella se solicita mayor detalle, así que estos cambios sin duda tienen un claro enfoque en una mejor y más estricta fiscalización del IVA.

En el amor y en los impuestos, la transparencia es clave. Presentar la DIOT a tiempo y con la información correcta evita dolores de cabeza y problemas mayores. Como en cualquier relación, ocultar información nunca es buena idea, porque tarde o temprano la verdad sale a la luz.

Así que, si la DIOT se siente como una declaración de infidelidad fiscal, lo mejor es asegurarse de que todo esté en orden antes de que el SAT empiece a hacer preguntas incómodas. Porque, al final del día, nadie quiere enfrentarse a una auditoría con la misma angustia de quien es sorprendido en plena mentira. Y recuerde: si el SAT descubre inconsistencias, no se sorprenda si le dedica un “¡Me estás oyendo, inútil!” en forma de requerimiento fiscal.

Hugo René Ortiz Santos

Contacto: huorsa@ortizgarza.com.mx

Historias de impuestos bien contadas