Guimaraes recibirá a 1.500 béticos con el recuerdo de 2013
No estará solo el Real Betis en el partido más importante de la temporada hasta ahora. El equipo de Manuel Pellegrini se juega el ser o no ser en la Conference League en Guimaraes ante el Vitoria SC en el duelo de mañana, después de que el choque de ida disputado hace una semana en el Benito Villamarín finalizara con empate a dos en el marcador. Así las cosas, un total de 1.500 aficionados béticos -que han copado el cupo de localidades que envió el cuadro portugués- estarán en las gradas del estadio Dom Afonso Henriques con la ilusión de llevar en volandas a los jugadores a que consigan el ansiado pase a los cuartos de final del torneo continental, algo que sería histórico, dado que el conjunto verdiblanco sólo lo ha conseguido dos veces en su historia, en 1977 y 1997, primera vez que lo lograría en el presente siglo XXI. El duelo en el norte de Portugal tiene el recuerdo de lo ocurrido en 2013, no sólo por lo que pasó sobre el terreno de juego, sino por lo que en las horas previas al encuentro que el Betis ganó gracias al tanto de Chuli en el descuento. Fue una jornada complicada en lo que a seguridad se refiere, por eso hay mucha incertidumbre también en este aspecto en el grueso de seguidores verdiblancos que entre hoy y mañana mismo, el día del partido, recorrerán por tierra y aire los 638 kilómetros que separan Sevilla de Guimaraes. Son multitud los aficionados béticos que recuerdan aquel caótico día en el que, por ejemplo, seguidores radicales del conjunto portugués apedrearon uno de los autobuses de béticos que viajaron entonces, en concreto el llegado hasta la localidad lusa procedente de Madrid, de la Peña Bética de Valdemoro. También hubo bastantes carreras. A los autocares llegados desde Sevilla, las autoridades locales obligaron a bajar a los aficionados béticos en una zona céntrica de Guimaraes, donde estaban esperando radicales del Vitoria que no tenían la actitud de diferenciar entre radicales del Betis y aficionados normales (había algunas familias enteras entre ellos). Los béticos quisieron evitar todo tipo de problemas, porque los locales los buscaban, tuvieron que correr por varias calles hasta que por fin la Policía portuguesa los logró agrupar y llevar a una céntrica plaza de la localidad portuguesa, donde por fin pudieron encontrar tranquilidad hasta la hora del partido y poder disfrutar y compartir sin agobios la previa del duelo que acabó con final feliz para los intereses del primer equipo verdiblanco. Para esta ocasión, como suele ser habitual en los desplazamientos tanto ligueros como europeos y con el recuerdo de lo ocurrido hace casi once años y medio, según ha podido saber este periódico, el coordinador de seguridad del Betis está en permanente contacto desde que se conoció el emparejamiento con su homónimo en el Vitoria SC para montar todo el operativo, no sólo para la expedición oficial compuesta principalmente por los jugadores, el cuerpo técnico, los directivos y los medios de comunicación, sino también para todos los aficionados desplazados. En este sentido, al cierre de esta edición, el club verdiblanco estaba a la espera de la comunicación definitiva de las autoridades portuguesas para enviar toda la documentación relativa para que el viaje se desarrolle con total seguridad. Una vez la reciba, la entidad heliopolitana enviará esta información sobre la ciudad y el estadio en cuestión, las recomendaciones de seguridad y el lugar de concentración de béticos desde el que saldrán escoltados en grupo hasta el campo de fútbol.
No estará solo el Real Betis en el partido más importante de la temporada hasta ahora. El equipo de Manuel Pellegrini se juega el ser o no ser en la Conference League en Guimaraes ante el Vitoria SC en el duelo de mañana, después de que el choque de ida disputado hace una semana en el Benito Villamarín finalizara con empate a dos en el marcador. Así las cosas, un total de 1.500 aficionados béticos -que han copado el cupo de localidades que envió el cuadro portugués- estarán en las gradas del estadio Dom Afonso Henriques con la ilusión de llevar en volandas a los jugadores a que consigan el ansiado pase a los cuartos de final del torneo continental, algo que sería histórico, dado que el conjunto verdiblanco sólo lo ha conseguido dos veces en su historia, en 1977 y 1997, primera vez que lo lograría en el presente siglo XXI. El duelo en el norte de Portugal tiene el recuerdo de lo ocurrido en 2013, no sólo por lo que pasó sobre el terreno de juego, sino por lo que en las horas previas al encuentro que el Betis ganó gracias al tanto de Chuli en el descuento. Fue una jornada complicada en lo que a seguridad se refiere, por eso hay mucha incertidumbre también en este aspecto en el grueso de seguidores verdiblancos que entre hoy y mañana mismo, el día del partido, recorrerán por tierra y aire los 638 kilómetros que separan Sevilla de Guimaraes. Son multitud los aficionados béticos que recuerdan aquel caótico día en el que, por ejemplo, seguidores radicales del conjunto portugués apedrearon uno de los autobuses de béticos que viajaron entonces, en concreto el llegado hasta la localidad lusa procedente de Madrid, de la Peña Bética de Valdemoro. También hubo bastantes carreras. A los autocares llegados desde Sevilla, las autoridades locales obligaron a bajar a los aficionados béticos en una zona céntrica de Guimaraes, donde estaban esperando radicales del Vitoria que no tenían la actitud de diferenciar entre radicales del Betis y aficionados normales (había algunas familias enteras entre ellos). Los béticos quisieron evitar todo tipo de problemas, porque los locales los buscaban, tuvieron que correr por varias calles hasta que por fin la Policía portuguesa los logró agrupar y llevar a una céntrica plaza de la localidad portuguesa, donde por fin pudieron encontrar tranquilidad hasta la hora del partido y poder disfrutar y compartir sin agobios la previa del duelo que acabó con final feliz para los intereses del primer equipo verdiblanco. Para esta ocasión, como suele ser habitual en los desplazamientos tanto ligueros como europeos y con el recuerdo de lo ocurrido hace casi once años y medio, según ha podido saber este periódico, el coordinador de seguridad del Betis está en permanente contacto desde que se conoció el emparejamiento con su homónimo en el Vitoria SC para montar todo el operativo, no sólo para la expedición oficial compuesta principalmente por los jugadores, el cuerpo técnico, los directivos y los medios de comunicación, sino también para todos los aficionados desplazados. En este sentido, al cierre de esta edición, el club verdiblanco estaba a la espera de la comunicación definitiva de las autoridades portuguesas para enviar toda la documentación relativa para que el viaje se desarrolle con total seguridad. Una vez la reciba, la entidad heliopolitana enviará esta información sobre la ciudad y el estadio en cuestión, las recomendaciones de seguridad y el lugar de concentración de béticos desde el que saldrán escoltados en grupo hasta el campo de fútbol.
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