Girasoles y oraciones junto al Beato Cristóbal de Santa Catalina en las calles de Córdoba
Girasoles, alegría y oración en torno al Beato Cristóbal de Santa Catalina en las calles de Córdoba. La gran familia de Jesús Nazareno, formada por los alumnos del colegio, los mayores de la residencia, la cofradía y las Hermanas Hospitalarias acompañó a la imagen este sábado por la tarde en su procesión. La imagen fue sobre el paso de María Santísima Nazarena, y la estética fue muy distinta a la de 2024, pues estrenó los faroles arbóreos tallados por Manuel Valverde , con diseño de Manuel y Mariano Valverde en madera de cedro y en color caoba. La imagen que creó Antonio Bernal conjunta a la perfección con los imponentes faroles. Pasó por la residencia, en la que esperaron los mayores que habitan en ella, pasó también junto a la parroquia de San Lorenzo , templo de devociones del Padre Cristóbal en su día, y por San Andrés, a la que pertenece la iglesia hospital de Jesús Nazareno. También por la iglesia de San Agustín, que guarda a la Virgen de las Angustias, a la que también él rezó. Entre las representaciones no faltó la de la hermandad de la Virgen de Villaviciosa , que lo tiene como titular. Numerosos alumnos y profesorado del colegio Jesús Nazareno, con sus uniformes y girasoles como adorno en el cabello y las solapas, pusieron el tono festivo a la jornada. Novedoso resultó el acompañamiento sonoro, con la Agrupación Musical de Redención. 'Oh, pecador', 'Orando al padre', 'En la Cena del Señor' y 'Rocío del Cielo' fueron las marchas de los primeros compases del recorrido, en los que reinó la emoción. Muy numerosa en el cortejo fue la presencia de religiosas de la Congregación de Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno Franciscanas de la casa de Córdoba y de otros puntos de España. La silueta del Beato Cristóbal realzó mucho con el vistoso exorno floral en tonos blancos, naranjas y verdes, con rosas de variados tamaños y girasoles, que tanto caracterizan al Padre Cristóbal, siempre mirando a la luz, a Dios. También girasoles plateados remataron los nuevos faroles de los hermanos Valverde, presentes en el cortejo. Fue una tarde de agradable temperatura , que no tuvo nada que ver por fortuna con la desapacible y lluviosa tarde del año pasado . Tanto que la sed hizo pronto aparición entre los costaleros del paso, que guio el capataz Francisco Luis Castaño . El Padre Cristóbal de Santa Catalina, beato para la Iglesia, nació en Mérida en 1638 y destacó por su sensibilidad para percatarse de las penurias de la sociedad de su época en Córdoba. Por ello atendió a viudas, niños abandonados, enfermos, pobres y prostitutas. Murió en Córdoba en el año 1690. La obra asistencial y la casa que fundó siguen vivas y en pie 352 años después celebrando con júbilo la conmemoración. Su ejemplo luminoso de cómo el amor y la caridad transforman las vidas de los más vulnerables fue visto este sábado en las calles como guía y esperanza en pleno Año Jubilar.
Girasoles, alegría y oración en torno al Beato Cristóbal de Santa Catalina en las calles de Córdoba. La gran familia de Jesús Nazareno, formada por los alumnos del colegio, los mayores de la residencia, la cofradía y las Hermanas Hospitalarias acompañó a la imagen este sábado por la tarde en su procesión. La imagen fue sobre el paso de María Santísima Nazarena, y la estética fue muy distinta a la de 2024, pues estrenó los faroles arbóreos tallados por Manuel Valverde , con diseño de Manuel y Mariano Valverde en madera de cedro y en color caoba. La imagen que creó Antonio Bernal conjunta a la perfección con los imponentes faroles. Pasó por la residencia, en la que esperaron los mayores que habitan en ella, pasó también junto a la parroquia de San Lorenzo , templo de devociones del Padre Cristóbal en su día, y por San Andrés, a la que pertenece la iglesia hospital de Jesús Nazareno. También por la iglesia de San Agustín, que guarda a la Virgen de las Angustias, a la que también él rezó. Entre las representaciones no faltó la de la hermandad de la Virgen de Villaviciosa , que lo tiene como titular. Numerosos alumnos y profesorado del colegio Jesús Nazareno, con sus uniformes y girasoles como adorno en el cabello y las solapas, pusieron el tono festivo a la jornada. Novedoso resultó el acompañamiento sonoro, con la Agrupación Musical de Redención. 'Oh, pecador', 'Orando al padre', 'En la Cena del Señor' y 'Rocío del Cielo' fueron las marchas de los primeros compases del recorrido, en los que reinó la emoción. Muy numerosa en el cortejo fue la presencia de religiosas de la Congregación de Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno Franciscanas de la casa de Córdoba y de otros puntos de España. La silueta del Beato Cristóbal realzó mucho con el vistoso exorno floral en tonos blancos, naranjas y verdes, con rosas de variados tamaños y girasoles, que tanto caracterizan al Padre Cristóbal, siempre mirando a la luz, a Dios. También girasoles plateados remataron los nuevos faroles de los hermanos Valverde, presentes en el cortejo. Fue una tarde de agradable temperatura , que no tuvo nada que ver por fortuna con la desapacible y lluviosa tarde del año pasado . Tanto que la sed hizo pronto aparición entre los costaleros del paso, que guio el capataz Francisco Luis Castaño . El Padre Cristóbal de Santa Catalina, beato para la Iglesia, nació en Mérida en 1638 y destacó por su sensibilidad para percatarse de las penurias de la sociedad de su época en Córdoba. Por ello atendió a viudas, niños abandonados, enfermos, pobres y prostitutas. Murió en Córdoba en el año 1690. La obra asistencial y la casa que fundó siguen vivas y en pie 352 años después celebrando con júbilo la conmemoración. Su ejemplo luminoso de cómo el amor y la caridad transforman las vidas de los más vulnerables fue visto este sábado en las calles como guía y esperanza en pleno Año Jubilar.
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