Es comprensible que el Betis rechazase de plano el cartel de favorito (dentro de un reducido número de clubes) que le colocábamos todavía en bañador y chanclas (qué tiempos de sol sin lluvia...) para levantar la Conference . La historia pesa demasiado en la mente de quien ha tropezado demasiadas veces en una piedra de nombre Europa. Sin embargo, uno miraba el listado de participantes y se le abría una sonrisa. No veías a nadie, exceptuando al rival que llegaba desde la Premier, con capacidad para doblegar al club verdiblanco. El mayor rival, y aunque suene a repetitivo, que tenía el Betis era el propio Betis , con ese aura de cenizos que pululan a su alrededor machaconamente, sobre si...
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