Evasión y dudas. Seis presos se fugaron de una alcaidía de Caballito y se sospecha que hubo connivencia policial
Ocurrió esta tarde en la Alcaidía 6A; dos de los evadidos fueron recapturados y otros cuatro huyeron en taxi hacia Lanús; el ministro Waldo Wolff afirmó que “como mínimo hubo una negligencia grave” y sugirió que “les abrieron la puerta”

Una nueva fuga de presos de una alcaidía porteño generó temor entre los vecinos de Caballito en plena tarde de domingo y también provocó un cimbronazo en el Poder Ejecutivo local. Es que, según las primeras informaciones del caso, los evadidos podrían haber contado con la connivencia de personal policial. “Para nosotros, esto, hasta que se compruebe lo contrario, no es una fuga. Cuando hay negligencia o complicidad no es fuga, porque alguien les permite que salgan”, dijo esta noche el ministro de Seguridad de la Ciudad, Waldo Wolff.
El episodio ocurrió en la Alcaidía 6 Anexo A, situada en la avenida Díaz Vélez 5152, a un centenar de metros del Parque Centenario y del Hospital Durand, en Caballito. A las 16, al término del horario de visita los reclusos redujeron a dos policías –el jefe de servicio y otro oficial–, los maniataron y les quitaron los celulares. Luego salieron a la carrera por el frente de la dependencia y cruzaron la avenida bajo la luz del sol.
Dos de los fugados fueron recapturados rápidamente. Pero los otros cuatro lograron escapar después de abordar un taxi Fiat Siena que, aparentemente, estaba esperándolos. Las cámaras captaron que el auto cruzó por Puente La Noria hacia Lanús, donde la Policía de la Ciudad y de la Bonaerense los buscaba.
El taxista fue identificado y puesto a disposición de la fiscalía, donde declaró y dio explicaciones. La policía investiga su coartada para dilucidar si tuvo algún tipo de participación planificada en el episodio.
Esta noche, el ministro Wolff y el secretario de Seguridad de la Ciudad, Ezequiel Daglio aportaron algunos detalles de la evasión, del estado de la búsqueda de los prófugos y del avance de la investigación.
“Hasta que se compruebe, no hay fuga. Alguien les permitió que salieran. De mínima hay negligencia. Por eso los oficiales que prestaban servicio en el momento de la evasión fueron sumariados y nos presentamos ante la Justicia como querellantes”, afirmó Wolff en conferencia de prensa. “El personal de la comisaría cometió graves negligencias, errores graves. En los próximos días esto se va a dilucidar”, agregó.
Según la información oficial, los recapturados son Kevin Alexander Aguilar Zalazar, peruano y de 31 años, detenido por robo agravado en octubre pasado, y Brian Ezequiel Benavídez, argentino, de 24, y encausado desde diciembre por averiguación de ilícito.
Quienes continúan prófugos son Matías Ferrari, de 38 años; Axel Eduardo Ríos, de 25, Adrián Emanuel Martín, de 41, y Eduardo Ajalla Cabrera, de 39, quien está acusado en una causa por homicidio y fue detenido en 2022. Los seis tenían en común que ya se les había dictado la prisión preventiva. Esto implica que no deberían haber estado en las celdas de la comisaría vecinal de Caballito, sino en una cárcel común.
Más presos en seccionales
Al final de la tarde, el secretario Daglio había adelantado que se estaba investigando “si realmente fue una fuga o si hubo connivencia de parte del personal policial, lo que determinaría que no fue una fuga, sino que les abrieron la puerta”.
Y se refirió a la problemática del alojamiento prolongado de presos en alcaidías: “Es un problema que nosotros heredamos del anterior gobierno nacional; en 2023 hubo 22 fugas y teníamos 1700 presos, y el año pasado también hubo fugas y hemos tenido un 35% más de presos. Eso tiene que ver con la superpoblación de alcaidías y comisarías en la ciudad de Buenos Aires. En lo que va del año es la primera, pero estamos investigando si fue una fuga o si hubo connivencia policial”.
La situación de detenidos en alcaidías y comisarías porteñas estuvo en la agenda pública durante 2024 por las reiteradas fugas de presos y la sobrepoblación. A través de un pedido de acceso a la información pública realizado a la Dirección Autónoma de Alcaidías (DAA), LA NACION Data accedió a la evolución de la cifra de personas arrestadas en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires entre enero y octubre de 2024, período en el que también se registró un incremento del 33% en la tasa de detenciones diarias respecto de años anteriores, con un promedio de 60 arrestos por día, cuando en 2023 había sido de 45.
El número de alcaidías policiales en la ciudad ha aumentado en consonancia con la cantidad de detenidos. En 2022, había 19 alcaidías habilitadas para recibir presos y 31 comisarías utilizadas para ese fin. En 2024, la cifra escaló: en tres años se construyeron 21 alcaidías, por lo que el total ascendió a 40. No obstante, el número de comisarías que alojan detenidos disminuyó en comparación con 2022, de 31 a 26.
Cuello de botella
En este contexto, el cuello de botella está dado por la conjunción del incremento de los arrestos y las demoras en los traslados de presos acusados de delitos federales a dependencias del Servicio Penitenciario Federal (SPF). La prolongación del tiempo de detención y la lentitud de la Justicia derivan en la sobrepoblación que, a su vez, facilita la fuga de delincuentes. Un total de 16.765 personas pasaron por alcaidías porteñas en los primeros 10 meses de 2024, según los datos de la DAA.
El año cerró con 2066 presos en estas dependencias, según informó la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN). Con respecto a la situación procesal, 1316 reclusos –es decir, el 63,7% del total– se encontraban cumpliendo prisión preventiva. Además, 383 personas (18,5%) transitaban su condena en alcaidías o en comisarías vecinales y 367 (17,8%) permanecían a la espera de una resolución judicial.
Para visualizar el panorama que provocó la negativa del SPF a la hora de recibir delincuentes durante el gobierno de Alberto Fernández, basta advertir la población en comisarías y alcaidías, que pasó de 948 presos al 31 de diciembre de 2022 a 2066 al 31 de diciembre de 2024.
Entre los motivos más frecuentes de detención se destacan robo, hurto, lesiones, resistencia a la autoridad y delitos vinculados a la comercialización de estupefacientes.
Un nivel de análisis más profundo precisa que 5464 personas fueron arrestadas por robo y 2166 por hurto, es decir, apoderarse de un objeto sin que intermedie la violencia. En tanto, hubo 969 apresados por delitos relacionados con drogas, lo que representa un significativo aumento con relación a 2023.
El tiempo de permanencia bajo custodia policial refleja la magnitud del problema: a finales de 2024, en alcaidías porteñas, el promedio se ubicaba en 159 días de alojamiento y en comisarias vecinales, en 57 días.
“La sobrepoblación en las comisarías y alcaidías porteñas comenzó con la decisión del gobierno nacional, en 2020, de limitar el ingreso de personas detenidas por delitos en la ciudad de Buenos Aires a cárceles del Servicio Penitenciario Federal. Hasta ese momento, la Justicia ordenaba que una persona detenida fuera a prisión e iba a una dependencia del SPF. A partir de la pandemia, el SPF decidió que había que esperar 15 días para certificar que la persona detenida no tuviese Covid-19. Tras la pandemia, la restricción continuó con otras excusas”, plantea Leandro Halperín, abogado y especialista en temas penitenciarios.
De los 16.765 detenidos que pasaron en algún momento por alcaidías porteñas en los primeros 10 meses de 2024, el 84,4% eran argentinos (14.144) y el 15,6%, extranjeros (2621). De un primer relevamiento se desprende que se registró un 1% menos de arrestos a ciudadanos de otros países en comparación con 2023, de acuerdo a los datos aportados por la DAA.
En relación con el rango etario, la población detenida fue predominantemente joven: la edad promedio fue de 33 años y las personas de hasta 30 años representaron el 45% de los apresados. Según las estadísticas de la Procuración Penitenciaria de la Nación sobre las detenciones realizadas por la Policía de la Ciudad y otras fuerzas de seguridad en el ámbito porteño, actualizadas al 31 de diciembre de 2024, el 96,3% de los apresados eran varones, el 3,4% eran mujeres y el 0,2%, trans.
Pánico en el barrio
En una recorrida que LA NACION realizó por la zona de la fuga de este domingo, los vecinos expresaron su temor, ya que es la primera vez que algo así ocurre en esa dependencia situada en el centro geográfico de la Capital.
Además, pidieron mayor presencia de policías en la zona y, en especial, dentro del Parque Centenario, situado a una cuadra y media de la Comisaría Vecinal 6A.
Sobre la fuga, media docena de personas consultadas, entre vecinos y comerciantes, indicaron que se enteraron por las noticias y por redes sociales, aún cuando las imágenes difundidas permitieron ver a varios de los evadidos cruzar la avenida Díaz Vélez al 5100 a plena luz del día y entre personas que caminaban por las veredas.
Además, explicaron que tras la fuga vieron llegar varios patrulleros, ambulancias y hasta sobrevolar un helicóptero por ese sector del barrio, algo fuera de lo común.
“No puede haber presos en una comisaría. Deberían estar en un penal. Me enteré porque escuché el ruido desde el balcón”, contó a LA NACION un vecino jubilado que se mostró molesto ante la falta de información por parte de las autoridades. Sin embargo, también reconoció que la atención del personal de la Comisaría Vecinal 6A, donde está la alcaidía, suele ser buena.
Otra vecina contó que se había dado cuenta de la fuga cuando vio pasar más de 10 motos “a toda velocidad” a los pocos minutos de ocurrida la evasión.