Esta es la calle de Córdoba que es considerada un espejo: «Tiene más ventanas de toda la ciudad»

La vía que comienza en la Cuesta de Luján y que finaliza en el cruce con Cardenal González, la calle San Fernando , nombrada en 1862 de esta manera en honor a Fernando III, cuenta con un peculiar diseño que no deja indiferente: una llamativa cantidad de ventanas y balcones en sus estrechas y elevadas viviendas. El tiktoker Chema Laffarga, habitual tanto en esta red como en Instagram, con vídeos que cuentan con miles de reproducciones, ha contado en su cuenta la historia y origen de esta calle, y la razón por la que tiene tantas ventanas. La también conocida como calle 'de la Feria' , debido a que en ella se celebraban unas fiestas de la cofradía del antiguo hospital de la Lámpara que duraban días, cuenta con una longitud que no llega al kilómetro. Los límites de la ciudad en época romana y visigoda se encontraban en la cara occidental de esta calle, donde todavía quedan restos de la antigua muralla. Con el paso de los años, el carácter defensivo de la muralla se fue perdiendo y quienes vivían en la calle a lo largo de la muralla fueron las primeras en hacerlo en estas 'casas tubo', llamadas así por la combinación de estrechez y altura, y donde en la parte de abajo poseían sus pequeños comercios y arriba sus hogares. A día de hoy muchas de las viviendas conservan estas características . Al acoger la ciudad durante los siglos posteriores cada vez más actividades festivas, como los encierros de toros al estilo de San Fermín en Pamplona en la misma calle San Fernando, los vecinos vieron una posible oportunidad de negocio y decidieron abrir en sus propias casas ventanas y balcones por doquier con la intención de alquilarlos a quienes pretendían presenciar los espectáculos. A día de hoy es difícil imaginar estos festejos taurinos por esta céntrica y transitada calle, una vía que fue muy comercial e industriosa , como evoca en sus 'Notas cordobesas' la pluma costumbrista de Ricardo de Montis, que situaba aquí talleres de toneleros, cordoneros y plateros, entre otros negocios.

Mar 17, 2025 - 22:33
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Esta es la calle de Córdoba que es considerada un espejo: «Tiene más ventanas de toda la ciudad»
La vía que comienza en la Cuesta de Luján y que finaliza en el cruce con Cardenal González, la calle San Fernando , nombrada en 1862 de esta manera en honor a Fernando III, cuenta con un peculiar diseño que no deja indiferente: una llamativa cantidad de ventanas y balcones en sus estrechas y elevadas viviendas. El tiktoker Chema Laffarga, habitual tanto en esta red como en Instagram, con vídeos que cuentan con miles de reproducciones, ha contado en su cuenta la historia y origen de esta calle, y la razón por la que tiene tantas ventanas. La también conocida como calle 'de la Feria' , debido a que en ella se celebraban unas fiestas de la cofradía del antiguo hospital de la Lámpara que duraban días, cuenta con una longitud que no llega al kilómetro. Los límites de la ciudad en época romana y visigoda se encontraban en la cara occidental de esta calle, donde todavía quedan restos de la antigua muralla. Con el paso de los años, el carácter defensivo de la muralla se fue perdiendo y quienes vivían en la calle a lo largo de la muralla fueron las primeras en hacerlo en estas 'casas tubo', llamadas así por la combinación de estrechez y altura, y donde en la parte de abajo poseían sus pequeños comercios y arriba sus hogares. A día de hoy muchas de las viviendas conservan estas características . Al acoger la ciudad durante los siglos posteriores cada vez más actividades festivas, como los encierros de toros al estilo de San Fermín en Pamplona en la misma calle San Fernando, los vecinos vieron una posible oportunidad de negocio y decidieron abrir en sus propias casas ventanas y balcones por doquier con la intención de alquilarlos a quienes pretendían presenciar los espectáculos. A día de hoy es difícil imaginar estos festejos taurinos por esta céntrica y transitada calle, una vía que fue muy comercial e industriosa , como evoca en sus 'Notas cordobesas' la pluma costumbrista de Ricardo de Montis, que situaba aquí talleres de toneleros, cordoneros y plateros, entre otros negocios.