El súper de 'GH' tiene que intervenir a gritos para evitar que una discusión pase a mayores entre Sergio y Frigenti
Frigenti imitó el acento andaluz de Sergio, algo que sacó de quicio a este último, que acabó a gritos y alterado.

La final de Gran Hermano se acerca y la tensión es máxima entre las distintas facciones que hay en la casa, aún más con la presencia de Miguel Frigenti, que está dentro de la casa en calidad de participante invitado.
Era este último el que desataba la polémica en la casa. Marieta hizo un comentario en que hacía ver que prefería que el cuarto finalista se fuera antes de la final. Óscar y Miguel interpretaban eso como que Marieta quería que Sergio se fuera para sumar sus apoyos a los de ella (al ser amigos) y así ganar el concurso.
Frigenti no dudó en decir eso ante todos, lo que fue interpretado por Sergio y Marieta como un intento de "meter mierda" entre los dos amigos. "No es verdad. Lo que quieres hacer es meter mierda entre Sergio y yo. No soy tonta, quieres hacer ver que yo quiero expulsarle y no es verdad", decía Marieta.
Sin embargo, era Sergio el que tenía la gran bronca con Frigenti. Sergio llamaba a Frigenti "falso" con su acento andaluz, que Frigenti imitaba para llamarle lo mismo, algo que alteró a Sergio.
"Te estás metiendo con mi acento, dos venenos sois los dos, sois malas personas. No vuelvas a repetir mi acento, no me vuelvas a imitar, ni una vez más. Estoy muy orgulloso de donde vengo, si no vamos a tener problemas tú y yo, el acento no lo toques porque me tocas la fibra. Ya has conseguido lo que querías, sacarme de quicio".
La cosa fue yendo a más, buscando Sergio a Frigenti por la casa, llegando a encararse ambos gritándose. Cabreándose y saliendo de sus casillas cada vez más Sergio. "'No vuelvas a repetir lo del acento, no me vuelvas a imitar con el acento, ni una vez más, estoy orgulloso de donde vengo. El acento no lo toques o vamos a tener problemas. ¡No toques mi acento!", acababa gritando Sergio.
En ese momento el súper intervenía: "Sergio, por favor, al confesionario". Pero Sergio no escuchaba, ya muy enfadado, por lo que el súper se veía obligado a gritar también: "¡Sergio! ¡Sergio! ¡Sergio, al confesionario!", tenía que levantar la voz la máxima autoridad en la casa.
Mientras, el resto de concursantes trataban de calmar a un alterado Sergio, agarrándole para llevarle hacia el confesionario y lejos de Frigenti.