El puzle del gasto militar: el Congreso toma temperatura a los grupos con Moncloa en busca del encaje

Pedro Sánchez tiene entre sus manos un rompecabezas de compleja resolución. El encaje del gasto militar eleva la dificultad del juego de equilibrios del Gobierno. El presidente no se encontró una oposición taxativa en términos generales tras las reuniones con los grupos parlamentarios del pasado jueves, con la excepción de Podemos y BNG y la incógnita de un PP instalado en la oposición monolítica. De hecho, los nacionalistas gallegos impulsaron una moción consecuencia de interpelación para provocar una fijación de posiciones vía votación. Entre tanto, la fontanería de Moncloa busca una vía de servicio para esquivar el Congreso, soliviantando al sector conservador, reestructurar partidas presupuestarias y así despejar el camino para cumplir con lo acordado en el seno de la Unión Europea. Pese a tal compromiso, en la sala de máquinas de Moncloa aún no tienen una decisión firme sobre el camino que adoptará. Sí, en cambio, ha asumido la decisión de elevar el gasto en Defensa, aun con las dudas sobre las partidas que engrosarán los fondos. El Ejecutivo trasladó el pasado jueves a los grupos parlamentarios su intención de destinar tal inversión también a seguridad, en lugar de circunscribirla al campo militar, donde entraría la lucha contra el terrorismo o un blindaje de la infraestructura cibernética. Son precisamente esas arenas movedizas de la duda las que desconciertan, en parte, a los socios de la investidura. Habida cuenta de la postura del 'no es no' que impera en la bancada de la derecha, sobre todo en el Partido Popular – Vox no fue invitado a la fiesta monclovita -, el radio de acción de Sánchez reduce por el momento al núcleo de siempre: desde Junts, pasando por EH Bildu y terminando en Podemos y BNG. Son precisamente estas dos fuerzas las que se han pronunciado con más vehemencia contra las intenciones del ala socialista de la coalición. Dos iniciativas Ione Belarra fijó su postura ya en la escalinata del complejo presidencial, luciendo una camiseta reivindicativa por la paz y reafirmándose en rueda de prensa con descalificativos hacia Sánchez como "señor de la guerra". Los morados fueron más explícitos que el BNG, que ha optado por la vía parlamentaria para evitar el incremento de la partida militar. Los nacionalistas galegos, capitaneados por Néstor Rego, registraron el viernes una iniciativa para que los grupos de la Cámara Baja fijen posiciones en un debate copa la agenda política desde hace semanas. Mientras Podemos opta por el lenguaje vírico y la palabra gruesa, el Bloque registró una iniciativa sin rango de ley para que el Congreso inste el Gobierno a "oponerse" a la propuesta de constituir un fondo de 800.000 millones de euros, que "se destinarán a gastos de defensa y a la compra de armamento". La maniobra de los soberanistas incluye también la renuncia a "cualquier aumento" de las partidas presupuestaria en materia de Defensa. A su juicio, entienden que un incremento de tal cuantía "redundaría en la reducción de los recursos disponibles para destinarlos a políticas sociales e inversiones públicas necesarias"...

Mar 18, 2025 - 07:03
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El puzle del gasto militar: el Congreso toma temperatura a los grupos con Moncloa en busca del encaje
Pedro Sánchez tiene entre sus manos un rompecabezas de compleja resolución. El encaje del gasto militar eleva la dificultad del juego de equilibrios del Gobierno. El presidente no se encontró una oposición taxativa en términos generales tras las reuniones con los grupos parlamentarios del pasado jueves, con la excepción de Podemos y BNG y la incógnita de un PP instalado en la oposición monolítica. De hecho, los nacionalistas gallegos impulsaron una moción consecuencia de interpelación para provocar una fijación de posiciones vía votación. Entre tanto, la fontanería de Moncloa busca una vía de servicio para esquivar el Congreso, soliviantando al sector conservador, reestructurar partidas presupuestarias y así despejar el camino para cumplir con lo acordado en el seno de la Unión Europea. Pese a tal compromiso, en la sala de máquinas de Moncloa aún no tienen una decisión firme sobre el camino que adoptará. Sí, en cambio, ha asumido la decisión de elevar el gasto en Defensa, aun con las dudas sobre las partidas que engrosarán los fondos. El Ejecutivo trasladó el pasado jueves a los grupos parlamentarios su intención de destinar tal inversión también a seguridad, en lugar de circunscribirla al campo militar, donde entraría la lucha contra el terrorismo o un blindaje de la infraestructura cibernética. Son precisamente esas arenas movedizas de la duda las que desconciertan, en parte, a los socios de la investidura. Habida cuenta de la postura del 'no es no' que impera en la bancada de la derecha, sobre todo en el Partido Popular – Vox no fue invitado a la fiesta monclovita -, el radio de acción de Sánchez reduce por el momento al núcleo de siempre: desde Junts, pasando por EH Bildu y terminando en Podemos y BNG. Son precisamente estas dos fuerzas las que se han pronunciado con más vehemencia contra las intenciones del ala socialista de la coalición. Dos iniciativas Ione Belarra fijó su postura ya en la escalinata del complejo presidencial, luciendo una camiseta reivindicativa por la paz y reafirmándose en rueda de prensa con descalificativos hacia Sánchez como "señor de la guerra". Los morados fueron más explícitos que el BNG, que ha optado por la vía parlamentaria para evitar el incremento de la partida militar. Los nacionalistas galegos, capitaneados por Néstor Rego, registraron el viernes una iniciativa para que los grupos de la Cámara Baja fijen posiciones en un debate copa la agenda política desde hace semanas. Mientras Podemos opta por el lenguaje vírico y la palabra gruesa, el Bloque registró una iniciativa sin rango de ley para que el Congreso inste el Gobierno a "oponerse" a la propuesta de constituir un fondo de 800.000 millones de euros, que "se destinarán a gastos de defensa y a la compra de armamento". La maniobra de los soberanistas incluye también la renuncia a "cualquier aumento" de las partidas presupuestaria en materia de Defensa. A su juicio, entienden que un incremento de tal cuantía "redundaría en la reducción de los recursos disponibles para destinarlos a políticas sociales e inversiones públicas necesarias"...