El productor de sandías que le escribió a Sturzenegger ya trabaja para volver a exportar después de siete años
Walter Detzel es el productor chaqueño que le envió un mail al ministro Sturzenegger para eliminar trabas burocráticas que dificultaban la exportación de las frutas. Ahora, con costos más bajos y menos regulaciones ya planea producir más y retomar el contacto con el exterior

Tras la desregulación del mercado de las frutas que se oficializó este lunes, Walter Detzel, el productor chaqueño que le había escrito un mail al ministro de Desregulación Federico Sturzenegger con el fin de eliminar las antiguas trabas burocráticas que impedían la exportación de sandías, aumentará su producción y ya planea retomar el contacto con sus clientes del exterior.
"Sin el Estado en el medio y con mayor libertad, queremos potenciar nuestra actividad y retomar nuestras exportaciones hacia Uruguay, Paraguay y Chile. De hecho, ya nos estamos preparando para trabajar y producir más", aseguró Detzel.
Resaltó, además, que, por su ubicación, los productores del Chaco tienen un beneficio climático respecto a otras zonas productivas, tanto de la Argentina, como de los países de la región: "Al tener países vecinos con temperaturas más frías, su siembra arranca mucho más tarde. Eso nos beneficia porque, al principio, los precios de venta son más convenientes".
Sin embargo, la desregulación no solo abre una nueva posibilidad para comercializar productos en el exterior, sino que, además, tendrá un efecto en el precio de la fruta en el mercado interno.
Dado que el precio de la fruta de estación es variable y relativo, ya que depende de la oferta y de su consecuente demanda, quienes hacen primicia -es decir, cosechan antes- consiguen mayor rentabilidad por sus productos. Luego, a medida que pasa el tiempo, se suma cada vez más oferta desde otras partes del país y los precios se desploman. Detzel produce sandías amarillas, una variedad más dulce que la tradicional
"La apertura de mercados internacionales podría garantizar un precio alto para los productores durante toda la campaña. Nuestra idea es enviar productos al exterior para aflojar también la presión sobre el mercado interno", indicó el productor.
Durante los últimos años, el envío de frutas hacia el exterior por parte de los productores fue casi marginal. Las principales razones que impedían la comercialización internacional eran, según el productor, las trabas burocráticas por parte de la Aduana y Senasa.
Un ejemplo de ello es que solicitaban embolsar los productos en telas específicas que, luego, los clientes externos, rechazaban. Además, solo se podía exportar fruta premium, independientemente de las solicitudes de los compradores del exterior.
Esto fue lo que motivó a Detzel a contactarse con el ministro, quien respondió a su correo con la promesa de "trabajar en ello".
"Teníamos que surfear con los requerimientos insólitos de los organismos. Los compradores del exterior, al tener tantos reniegos, no querían comprarnos. Nadie quiere renegar con un país que tiene tanta cantidad de trabas burocráticas. A pesar de la distancia, seguían comprando en Brasil", explicó Detzel, quien inició en el negocio de la sandía junto a su padre en la localidad chaqueña de Juan José Castelli.
En términos de costos, el productor aseguró que destinaba alrededor de $ 1,5 millones por carga -un camión completo con acoplado de alrededor de 28.000 kilos- para embolsar sandías, trabajo que, luego, tenía que deshacer el cliente externo una vez que se realizaba la exportación.
"Significa una reducción de costos, tanto para nosotros, como para nuestros clientes. En ambos casos, teníamos que destinar recursos, tanto económicos, como personal, para armar o recibir las bolsas, descoserlas y descargar los camiones", aseguró Detzel.