El mecanismo de ahorro para combatir la inflación que ha desparecido en 2025
Ninguna comunidad autónoma deflacta la tarifa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas este año.

El alza de la inflación en los últimos tiempos ha mermado enormemente el poder adquisitivo de los consumidores españoles. No en vano, el IPC general llegó en el verano de 2022 a rozar el 11%, mientras que el de los alimentos alcanzó el 16,6% a principios de 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En la práctica, estos números se traducen en una merma importante de nuestras finanzas personales y capacidad de ahorro.
El problema aumenta aún más si te han subido el sueldo para compensar la subida del IPC pero ese aumento no se traduce en un incremento real del poder adquisitivo porque al final te toca pagar más impuestos. En resumen: se dispara el coste de la vida, tu salario sube menos pero tienes que pagar más porque has subido de tramo impositivo.
Para arreglar este sinsentido, existe un mecanismo fiscal que han empleado varios gobiernos autonómicos, como Madrid, Valencia, Castilla y León, Galicia, Murcia o Andalucía, que ayuda a mantener el poder adquisitivo de los ciudadanos en las crisis inflacionistas: la conocida como deflactación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
"En un contexto de inflación, los salarios suelen incrementarse para compensar la pérdida de poder adquisitivo. Sin embargo, si los tramos del IRPF no se ajustan en consonancia, estos aumentos salariales pueden situar a los contribuyentes en tramos impositivos más altos, lo que se traduce en una mayor carga fiscal sin un verdadero incremento en términos reales de sus ingresos", explican en su web el Grupo Fidelitas, entidad especializada en asesoría legal, financiera y contable, que precisa que este fenómeno se conoce "como 'progresividad en frío' y puede erosionar el poder adquisitivo de los ciudadanos".
"La deflactación implica reajustar los límites de los tramos del IRPF y las deducciones personales y familiares según el índice de precios al consumo (IPC). Por ejemplo, si la inflación anual es del 3%, los tramos y deducciones se incrementarían en ese mismo porcentaje. De este modo, se evita que los contribuyentes asciendan a tramos superiores únicamente por ajustes salariales vinculados a la inflación", aseguran.
Para entender mejor en qué consiste la deflactación, el Grupo Fidelitas pone el ejemplo de un asalariado con un sueldo anual bruto de 30.000 euros al que se le aplica una subida del 2,8% por la inflación, lo que da como resultado un nuevo sueldo de 30.840 euros brutos anuales.
En paralelo, los tramos del IRPF, que es un impuesto progresivo, lo que significa que cuanto más ganas más tienes que pagar, suben también un 2,8%. En este caso, esta persona pagaría sin deflactación hasta 7.417,5 euros de IRPF al año, mientras que con deflactación serían 7.367,82, casi 50 euros menos.
"No tenemos una inflación desbocada"
Para este año 2025, ningún gobierno autonómico ha querido deflactar la tarifa del IRPF en 2025 al considerar que ya no es necesario debido a la tendencia a la baja que ha experimentado el IPC.
Así lo justificó a finales de 2024 Rocío Albert, consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, una de la regiones que más apostó por la medida cuando la inflación escaló hasta los dos dígitos. "Afortunadamente ahora no tenemos una inflación desbocada. El año pasado tuvimos crecimientos de dos dígitos, cosa que en esta situación no se da y los datos nos están indicando es que vamos a estar cada vez más cerca del 2%", afirmó.
Recientemente, el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), el órgano especializado en fiscalidad del Consejo General de Economistas de España, ha desvelado que una renta media de 30.000 euros se hubiera ahorrado hasta 255 euros si se hubiera deflactado la tarifa del IRPF de acuerdo con el Índice de Precios al Consumo (IPC) acumulado de 2022, 2023 y 2024, que es de un 12,5%.