El kamikaze que mató a una menor en Gurb: «No fui responsable ese día, perdón por el sufrimiento causado»

«Quiero pedir perdón a la familia. No fui responsable ese día. Perdón por el sufrimiento causado, nunca fue mi intención ». Marc T., acusado de causar el siniestro en el que murió una joven de 17 años y otras tres personas resultaron heridas, el 4 de marzo de 2018, se ha disculpado este viernes, haciendo uso de su derecho a la última palabra durante el juicio por el que se enfrenta a 13 años de prisión por homicidio. Condujo durante 12 kilómetros en dirección contraria por la C-17. Lo hizo bajo los efectos del alcohol y la cocaína. En su trayectoria, según detallaron los Mossos d'Esquadra, se cruzó con otros 30 vehículos , incluidas patrullas policiales, que trataron de detenerlo, pero no se detuvo. Algunos de los conductores le dieron luces, incluso le tiraron objetos tras ponerse en paralelo, pero desoyó cada una de las advertencias. Hasta que, finalmente, a la altura de Gurb (Barcelona), su Peugeot 508 chocó contra un Jaguar en el que viajaban las víctimas . Meritxell, que falleció tras el impacto, así como su padre, Alfons, que resultó gravemente herido, como Neida y Jennifer, prima y amiga de su hija. La tesis de las acusaciones es que lo ocurrido no fue una imprudencia de Marc, sino que era consciente de que conduciendo en sentido contrario podía «morir y matar» . Que no modificase su trayectoria pese a los reiterados avisos de otros conductores, y incluso que sobrepasase a dos coches de los Mossos , lleva al fiscal, Félix Martín, a inferir que «esa ausencia de reacción instintiva es la prueba básica de que quería que se produjera lo que se produjo». Un accidente moral. Tuvo la posibilidad de « reducir la velocidad, de parar en el arcén, de poner las luces de emergencias, de hacer sonar el claxon , pero no lo hizo», ha recordado el representante del Ministerio público. Varios testigos alertaron a Emergencias tras divisar la trayectoria del Peugeot. « Yo pitaba, pitaba y pitaba, pero no se inmutaba. Iba como un kamikaze . Y decidí grabarlo. Me puse a su altura, en tramos iba a 140 o 150 km/h. Le tiré cosas por la ventanilla y llamé a la Policía. Dije que había un vehículo en dirección contraria, sentido Barcelona. Dos patrullas intentaron pararlo», contó uno de ellos durante el juicio. También una de las agentes de Tráfico que trató de darle el alto expuso ante el tribunal del jurado que « venía directo hacia nosotros a mucha velocidad. Como un kamikaze, igual ». Lejos de detenerse, siguió conduciendo en dirección contraria. Durante su declaración este jueves, el acusado apuntó que estaba «totalmente anulado» y que su cabeza «no era capaz de funcionar». Sostuvo que no recordaba haber visto ninguna patrulla policial, y tampoco ser consciente de la velocidad a la que circulaba. «Su manera de conducir era agresiva e iba dirigida no importarle un comino lo que pasaba», ha apuntado el fiscal, durante sus conclusiones. Los mossos que hablaron con él tras causar el siniestro mortal, apuntaron, en sendas declaraciones, que toparon con un individuo sin empatía , que ni siquiera se preocupó por el estado de los ocupantes del otro vehículo. De hecho, hasta este jornada, Marc T. no había pedido perdón a las víctimas, y tampoco trató de ponerse en contacto con ellas. Ayer aseguró que «no había tenido el valor». Por su parte, su defensa, que ejerce Carles Monguilod, ha tratado de rebatir la tesis de las acusaciones, al asegurar que su cliente « estaba tan mal por algo que no había tomado nunca [alcohol y cocaína] que actuó como un autómata », pero sin dolo, es decir sin voluntad deliberada de cometer un delito a sabiendas de su ilicitud. «Si quería tener conducta homicida voluntaria, en vez de seguir recto -30 vehículos se cruzaron con el y no chocaron-, dentro de la peligrosidad, podía haber ido cambiando de carril, ir ocupando las tres vías de sentido contrario», ha apuntado al jurado, para justificar que la única intención del acusado, su «obsesión», era «salir» cuando se dio cuenta de que circulaba en sentido contrario. Finalizado el juicio con las conclusiones de las partes, ahora será el jurado , que el lunes recibirá el objeto del veredicto, el que deberá determinar si el acusado es o no culpable. Tras ello, la magistrada presidenta del tribunal deberá fijar la eventual condena o dictar su absolución.

Feb 21, 2025 - 16:39
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El kamikaze que mató a una menor en Gurb: «No fui responsable ese día, perdón por el sufrimiento causado»
«Quiero pedir perdón a la familia. No fui responsable ese día. Perdón por el sufrimiento causado, nunca fue mi intención ». Marc T., acusado de causar el siniestro en el que murió una joven de 17 años y otras tres personas resultaron heridas, el 4 de marzo de 2018, se ha disculpado este viernes, haciendo uso de su derecho a la última palabra durante el juicio por el que se enfrenta a 13 años de prisión por homicidio. Condujo durante 12 kilómetros en dirección contraria por la C-17. Lo hizo bajo los efectos del alcohol y la cocaína. En su trayectoria, según detallaron los Mossos d'Esquadra, se cruzó con otros 30 vehículos , incluidas patrullas policiales, que trataron de detenerlo, pero no se detuvo. Algunos de los conductores le dieron luces, incluso le tiraron objetos tras ponerse en paralelo, pero desoyó cada una de las advertencias. Hasta que, finalmente, a la altura de Gurb (Barcelona), su Peugeot 508 chocó contra un Jaguar en el que viajaban las víctimas . Meritxell, que falleció tras el impacto, así como su padre, Alfons, que resultó gravemente herido, como Neida y Jennifer, prima y amiga de su hija. La tesis de las acusaciones es que lo ocurrido no fue una imprudencia de Marc, sino que era consciente de que conduciendo en sentido contrario podía «morir y matar» . Que no modificase su trayectoria pese a los reiterados avisos de otros conductores, y incluso que sobrepasase a dos coches de los Mossos , lleva al fiscal, Félix Martín, a inferir que «esa ausencia de reacción instintiva es la prueba básica de que quería que se produjera lo que se produjo». Un accidente moral. Tuvo la posibilidad de « reducir la velocidad, de parar en el arcén, de poner las luces de emergencias, de hacer sonar el claxon , pero no lo hizo», ha recordado el representante del Ministerio público. Varios testigos alertaron a Emergencias tras divisar la trayectoria del Peugeot. « Yo pitaba, pitaba y pitaba, pero no se inmutaba. Iba como un kamikaze . Y decidí grabarlo. Me puse a su altura, en tramos iba a 140 o 150 km/h. Le tiré cosas por la ventanilla y llamé a la Policía. Dije que había un vehículo en dirección contraria, sentido Barcelona. Dos patrullas intentaron pararlo», contó uno de ellos durante el juicio. También una de las agentes de Tráfico que trató de darle el alto expuso ante el tribunal del jurado que « venía directo hacia nosotros a mucha velocidad. Como un kamikaze, igual ». Lejos de detenerse, siguió conduciendo en dirección contraria. Durante su declaración este jueves, el acusado apuntó que estaba «totalmente anulado» y que su cabeza «no era capaz de funcionar». Sostuvo que no recordaba haber visto ninguna patrulla policial, y tampoco ser consciente de la velocidad a la que circulaba. «Su manera de conducir era agresiva e iba dirigida no importarle un comino lo que pasaba», ha apuntado el fiscal, durante sus conclusiones. Los mossos que hablaron con él tras causar el siniestro mortal, apuntaron, en sendas declaraciones, que toparon con un individuo sin empatía , que ni siquiera se preocupó por el estado de los ocupantes del otro vehículo. De hecho, hasta este jornada, Marc T. no había pedido perdón a las víctimas, y tampoco trató de ponerse en contacto con ellas. Ayer aseguró que «no había tenido el valor». Por su parte, su defensa, que ejerce Carles Monguilod, ha tratado de rebatir la tesis de las acusaciones, al asegurar que su cliente « estaba tan mal por algo que no había tomado nunca [alcohol y cocaína] que actuó como un autómata », pero sin dolo, es decir sin voluntad deliberada de cometer un delito a sabiendas de su ilicitud. «Si quería tener conducta homicida voluntaria, en vez de seguir recto -30 vehículos se cruzaron con el y no chocaron-, dentro de la peligrosidad, podía haber ido cambiando de carril, ir ocupando las tres vías de sentido contrario», ha apuntado al jurado, para justificar que la única intención del acusado, su «obsesión», era «salir» cuando se dio cuenta de que circulaba en sentido contrario. Finalizado el juicio con las conclusiones de las partes, ahora será el jurado , que el lunes recibirá el objeto del veredicto, el que deberá determinar si el acusado es o no culpable. Tras ello, la magistrada presidenta del tribunal deberá fijar la eventual condena o dictar su absolución.