El Juego de las Estrellas de la NBA, sin Lebron James y con Stephen Curry como MVP: el triunfo de los algoritmos
Todos los aplausos fueron para la estrella de Golden State Warriors, el dueño de casa y la persona más querido de la ciudad.
“Con Lebron nunca hay certezas” publicó LA NACION el domingo. En la previa del evento de anoche, cuando en realidad lo incierto era si James iba a jugar su último Juego de las Estrellas o si le quedaría resto para uno más, nada hacía suponer que quizás el último había sido el de 2024. Pero su ausencia en las prácticas realizadas en el Oakland Arena y la convocatoria a una conferencia de prensa activaron el teléfono rojo de la NBA: ¿acaso iba a anunciar su retiro? ¿Había llegado el momento de decir, finalmente, que éste sería su último All Star Game? Apenas tres horas antes del comienzo, Lebron se mostró humano y dijo que tenía un dolor en el tobillo que le generaba una molestia en todo el pie. “Todavía quedan 30 partidos y creo que es importante para mí entender que tengo que cuidarme”, dijo.
El anuncio a último momento quizás haya sido porque James quiso esperar para saber cómo iba a estar, pero también una forma de no desalentar al público, que no llegó a completar todas las butacas del Chase Center de San Francisco. Aún así, y aunque Lebron sea la cara actual de la NBA, todos los aplausos fueron para Stephen Curry, el dueño de casa y la persona más querido de la ciudad.
IT WAS STEPH CURRY'S SHOW IN THE BAY