El gestor del hospital al que Medina donó mascarillas reconoce que "no eran válidas para ser utilizadas"

El director de gestión del Hospital Universitario Puerta de Hierro, Francisco Javier Cortés Urbán, ha asegurado en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid por el pelotazo de las mascarillas que compró el Ayuntamiento de Madrid por los 50.000 ejemplares que donó el comisionista Luis Medina "no eran válidas para ser utilizadas". Esto lo descubrieron tras examinarlas, lo que provocó que estas mascarillas no se utilizaran nunca. Cortés Urbán ha informado de esta manera ante las preguntas de la letrada del PSOE, que ejerce la acusación popular en el procedimiento en el que la Fiscalía Anticorrupción pide nueve años de cárcel para Medina y 15 para Luceño. "Tanto el Centro Nacional de Medición de Materiales de Sevilla como una empresa privada que contratamos específicamente en Valencia, que es un laboratorio de acreditación, de medición, emitieron informes totalmente negativos, que no podían ser consideradas mascarillas ni KN-95, ni siquiera como FFP-2 ni siquiera como FFP-1, e incluso existía la duda de que incluso que pudieran ser consideradas mascarillas de tipo higiénico, por lo tanto no pudimos ponerlas, y las teníamos en el almacén y no podíamos utilizarlas", ha explicado el gestor sanitario. Aunque en un primer momento ha asegurado que no se utilizaron, ha terminado diciendo que algunas si consiguieron ser utilizadas. Concretamente, ha señalado que durante un mes, en noviembre o diciembre de 2020, se destinaron a pacientes que necesitaban hacerse una resonancia magnética, "y necesitaban unas mascarillas sin metal": "Por tanto, las pudimos utilizar como un mínimo elemento de barrera para dársela a los pacientes". Además, también ha declarado que fue la mujer de Medina, "una nefróloga del hospital", quien le comunicó la intención de su marido de hacer una donación de 50.000 mascarillas. En este entonces, y antes de que conociera la baja calidad de las mascarillas, convocó a Medina a su despacho para darle las gracias por la entrega e incluso plantearle la posibilidad de comprarle más material, que era muy necesario en plena pandemia. No obstante, Medina lo rechazó, pues él aseguraba que solo comercializaba a "nivel de Gobiernos y no de entidades como un hospital". La declaración del primo de Almeida Previamente había sido el turno de Carlos Martínez-Almeida, primo del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien ha confirmado que medió entre Medina y el Ayuntamiento de Madrid a raíz de una llamada de su amiga María Díaz de la Cebosa, presidenta de la universidad en la que estudió el hijo menor de Naty Abascal. Además, ha relatado que el comisionista le llamó en plena pandemia y en una conversación que duró "unos 40 segundos" le dijo que tenía "experiencia textil y con China, y que podía obtener material de protección, en concreto mascarillas y que estaba interesado en poder ayudar al Ayuntamiento de Madrid". Fue por eso por lo que después se dirigió a la entonces mano derecha del alcalde madrileño, Matilde García Duarte, cuya honorabilidad ha defendido calificándola como "persona rigurosa" y "muy profesional". A ésta le pidió...

Feb 18, 2025 - 20:41
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El gestor del hospital al que Medina donó mascarillas reconoce que "no eran válidas para ser utilizadas"
El director de gestión del Hospital Universitario Puerta de Hierro, Francisco Javier Cortés Urbán, ha asegurado en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid por el pelotazo de las mascarillas que compró el Ayuntamiento de Madrid por los 50.000 ejemplares que donó el comisionista Luis Medina "no eran válidas para ser utilizadas". Esto lo descubrieron tras examinarlas, lo que provocó que estas mascarillas no se utilizaran nunca. Cortés Urbán ha informado de esta manera ante las preguntas de la letrada del PSOE, que ejerce la acusación popular en el procedimiento en el que la Fiscalía Anticorrupción pide nueve años de cárcel para Medina y 15 para Luceño. "Tanto el Centro Nacional de Medición de Materiales de Sevilla como una empresa privada que contratamos específicamente en Valencia, que es un laboratorio de acreditación, de medición, emitieron informes totalmente negativos, que no podían ser consideradas mascarillas ni KN-95, ni siquiera como FFP-2 ni siquiera como FFP-1, e incluso existía la duda de que incluso que pudieran ser consideradas mascarillas de tipo higiénico, por lo tanto no pudimos ponerlas, y las teníamos en el almacén y no podíamos utilizarlas", ha explicado el gestor sanitario. Aunque en un primer momento ha asegurado que no se utilizaron, ha terminado diciendo que algunas si consiguieron ser utilizadas. Concretamente, ha señalado que durante un mes, en noviembre o diciembre de 2020, se destinaron a pacientes que necesitaban hacerse una resonancia magnética, "y necesitaban unas mascarillas sin metal": "Por tanto, las pudimos utilizar como un mínimo elemento de barrera para dársela a los pacientes". Además, también ha declarado que fue la mujer de Medina, "una nefróloga del hospital", quien le comunicó la intención de su marido de hacer una donación de 50.000 mascarillas. En este entonces, y antes de que conociera la baja calidad de las mascarillas, convocó a Medina a su despacho para darle las gracias por la entrega e incluso plantearle la posibilidad de comprarle más material, que era muy necesario en plena pandemia. No obstante, Medina lo rechazó, pues él aseguraba que solo comercializaba a "nivel de Gobiernos y no de entidades como un hospital". La declaración del primo de Almeida Previamente había sido el turno de Carlos Martínez-Almeida, primo del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien ha confirmado que medió entre Medina y el Ayuntamiento de Madrid a raíz de una llamada de su amiga María Díaz de la Cebosa, presidenta de la universidad en la que estudió el hijo menor de Naty Abascal. Además, ha relatado que el comisionista le llamó en plena pandemia y en una conversación que duró "unos 40 segundos" le dijo que tenía "experiencia textil y con China, y que podía obtener material de protección, en concreto mascarillas y que estaba interesado en poder ayudar al Ayuntamiento de Madrid". Fue por eso por lo que después se dirigió a la entonces mano derecha del alcalde madrileño, Matilde García Duarte, cuya honorabilidad ha defendido calificándola como "persona rigurosa" y "muy profesional". A ésta le pidió...