El éxito de 'La Favorita 1922' en Telecinco

Entre las mentiras que nos hemos creído como ciertas es que ya nunca una serie puede funcionar en prime time.

Mar 19, 2025 - 07:48
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El éxito de 'La Favorita 1922' en Telecinco

Entre las mentiras televisivas que nos hemos creído como ciertas es que ya nunca una serie puede funcionar en prime time. Falso. En realidad, el espectador ha salido corriendo de la ficción en horario de máxima audiencia en España por otras circunstancias que se acercan más a cómo se ha mareado a la audiencia durante años. Era habitual que las producciones comenzaran con retraso, los capítulos se alargaran hasta dormir a su propio público para inflar la cuota de pantalla (y si el público no llega al final del episodio... no vuelve) y, encima, la contraprogramación impedía consolidar rutina en la memoria colectiva. De hecho, hay citas que estaban muy marcadas en el recuerdo social y también se tambalearon. La noche de los jueves se asociaba en TVE a la ficción gracias a la histórica Cuéntame cómo pasó y la cadena pública perdió el tesoro de haber logrado esa personalidad diferenciada en esa franja, que tan bien funcionaba contra los realities de Mediaset.

Incluso a algunos les sorprende que, a estas alturas, Telecinco haya estrenado La Favorita 1921 con éxito. Pero, esta vez, la cadena ha hecho bien su trabajo. Para empezar, primera regla: se ha armado bien el estreno intentando crear un acontecimiento y realizando un sandwich al serial entre islas de las tentaciones. Lo que ha ayudado al triunfo de audiencias de la premiere, con un 17.1 por ciento de share. Aunque para triunfar no basta con rodear de Montoyas cada programa. Si no interesa la historia, la audiencia se va pitando. Pero en Bambú producciones son maestros en enganchar con historias de época que guisan en el punto exacto ensoñación, calidez, amor, frustración y malos malísimos.

La nostalgia de sentir la épica de tiempos pasados que no hemos vivido permite abordar tramas que nos asfixiarían enfocadas desde la actualidad. Porque miramos al pasado con una paricular condescendencia que romantiza hasta la oscuridad. Somos así, véase también con el auge de los populismos políticos. No obstante, lo que hace muy bien La Favorita 1922 es aplicar la mirada de los temas que nos preocupan en el hoy a un guion que intenta enamorar con las que abrieron camino en el ayer. Mujeres haciendo piña. Mujeres que no se dejaban señalar y que intentaban ser libres a pesar de los pudores de la moral que constreñía. Aquí las malas no son ellas. Aunque a ojos de su sociedad siempre lo van a parecer, por sus ganas de ser independientes. Ahí surge el escalofrío que atrapa la sensibilidad del público potencial de la serie.

Bambú nos ha despertando fantasías en el lujo de grandes hoteles, en la elegancia de las ropas de grandes almacenes o en convivencias de altos marquesados. Ahora nos abre los sentidos con la sugestión de los sabores de la cocina exquisita. Premisa que funciona desde el minuto uno: la serie da la vuelta a su trama fácil haciendo la boca agua a través de la fuerza de la imagen bonita ya desde su carta de presentación... y sugestión. Conquistando el paladar a través de los ojos ya no hay demasiada escapatoria: las audiencia está dentro del culebrón de la marquesa Elena de Valmonteque (Verónica Sánchez) que, en el fondo, quería ser chef. Como Tamara Falcó en Masterchef, pero dispuesta a triturar sexismos... no a perpetuarlos.