El Día de los Amantes, o el nuevo orden de las relaciones románticas, algo más que burlar a San Valentín

Mientras los comercios nos venden cosas rojas y los restaurantes afinan sus menús para la noche del 14 de febrero, el Día de San Valentín está cada vez más desteñido. Las aplicaciones de citas han cambiado tanto las reglas del mercado, terminando con el modelo de amor romántico que hasta hace unas décadas solía celebrarse con promesas y cartas escritas a mano, que hemos instituido al 13 de febrero como el Día del Amante.La fecha viene a burlar a San Valentín o a blanquear una realidad innegable. En lugar de festejar el amor, pone el foco en la pasión sin compromisos y en la búsqueda de nuevas experiencias, léase, en la infidelidad. No está mal asumir de una vez por todas que la monogamia es un mito o una pose imposible de sostener, sobre todo en la Argentina, dice una encuesta del sitio de citas Gleeden, plataforma de encuentros extraconyugales para mujeres. Al parecer, las estadísticas nos ubican como el segundo país más infiel de Latinoamérica, solo detrás de Brasil. El sondeo revela que los usuarios de la aplicación invierten hasta cinco veces más en regalos para sus amantes que en los de sus parejas oficiales.Pero, ¿cuál es la razón por la que engañamos y nos engañan? El 39% de los consultados menciona la atracción sexual como principal razón, seguido por un 32% que busca romper la rutina y un 26% que quiere cumplir fantasías pendientes. Este cambio de actitud tiene su correlato en el impacto de las aplicaciones de encuentros, que han reformulado la manera de vincularnos. Lo que antes demandaba un proceso de conquista y tiempo, hoy con solo deslizar el dedo por la pantalla del celular se consigue una variada oferta de posibilidades inmediatas, aunque sabemos que la cantidad no garantiza la calidad.Nunca más premonitoria que hoy, 2025, la definición del sociólogo polaco Zygmunt Bauman. Ya en 2003 en su libro Amor líquido comparó las relaciones humanas con el consumo de bienes descartables. Bauman señalaba que esa velocidad con la que se establecen y rompen los vínculos genera inseguridad y miedo constante al abandono. Mucho antes Eva Illouz, socióloga y autora de El consumo de la utopía romántica sostenía que el mercado ha transformado el amor en un producto más, influenciado por la publicidad y las plataformas digitales. Desde una perspectiva evolutiva, Helen Fisher, antropóloga y bióloga especializada en neurociencia del amor, estudió el impacto de la dopamina y la oxitocina en la construcción de relaciones, tema que desarrolló en su libro Why we love (2004), en el que explica como el deseo y el apego responden a mecanismos cerebrales distintos, lo que puede explicar por qué algunas personas pueden estar enamoradas de una pareja estable y, al mismo tiempo, sentir atracción por otras, o por muchas otras….¿Estamos adaptándonos a una nueva manera de amar o simplemente cayendo en un ciclo interminable de insatisfacción? Quizá a estas alturas la pregunta no es si el amor todavía puede ser posible, sino si estamos dispuestos a sostenerlo en un mundo que nos invita constantemente a descartarlo y empezar de nuevo.

Feb 13, 2025 - 17:33
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El Día de los Amantes, o el nuevo orden de las relaciones románticas, algo más que burlar a San Valentín

Mientras los comercios nos venden cosas rojas y los restaurantes afinan sus menús para la noche del 14 de febrero, el Día de San Valentín está cada vez más desteñido. Las aplicaciones de citas han cambiado tanto las reglas del mercado, terminando con el modelo de amor romántico que hasta hace unas décadas solía celebrarse con promesas y cartas escritas a mano, que hemos instituido al 13 de febrero como el Día del Amante.

La fecha viene a burlar a San Valentín o a blanquear una realidad innegable. En lugar de festejar el amor, pone el foco en la pasión sin compromisos y en la búsqueda de nuevas experiencias, léase, en la infidelidad. No está mal asumir de una vez por todas que la monogamia es un mito o una pose imposible de sostener, sobre todo en la Argentina, dice una encuesta del sitio de citas Gleeden, plataforma de encuentros extraconyugales para mujeres. Al parecer, las estadísticas nos ubican como el segundo país más infiel de Latinoamérica, solo detrás de Brasil. El sondeo revela que los usuarios de la aplicación invierten hasta cinco veces más en regalos para sus amantes que en los de sus parejas oficiales.

Pero, ¿cuál es la razón por la que engañamos y nos engañan?

El 39% de los consultados menciona la atracción sexual como principal razón, seguido por un 32% que busca romper la rutina y un 26% que quiere cumplir fantasías pendientes. Este cambio de actitud tiene su correlato en el impacto de las aplicaciones de encuentros, que han reformulado la manera de vincularnos. Lo que antes demandaba un proceso de conquista y tiempo, hoy con solo deslizar el dedo por la pantalla del celular se consigue una variada oferta de posibilidades inmediatas, aunque sabemos que la cantidad no garantiza la calidad.

Nunca más premonitoria que hoy, 2025, la definición del sociólogo polaco Zygmunt Bauman. Ya en 2003 en su libro Amor líquido comparó las relaciones humanas con el consumo de bienes descartables. Bauman señalaba que esa velocidad con la que se establecen y rompen los vínculos genera inseguridad y miedo constante al abandono. Mucho antes Eva Illouz, socióloga y autora de El consumo de la utopía romántica sostenía que el mercado ha transformado el amor en un producto más, influenciado por la publicidad y las plataformas digitales. Desde una perspectiva evolutiva, Helen Fisher, antropóloga y bióloga especializada en neurociencia del amor, estudió el impacto de la dopamina y la oxitocina en la construcción de relaciones, tema que desarrolló en su libro Why we love (2004), en el que explica como el deseo y el apego responden a mecanismos cerebrales distintos, lo que puede explicar por qué algunas personas pueden estar enamoradas de una pareja estable y, al mismo tiempo, sentir atracción por otras, o por muchas otras….

¿Estamos adaptándonos a una nueva manera de amar o simplemente cayendo en un ciclo interminable de insatisfacción? Quizá a estas alturas la pregunta no es si el amor todavía puede ser posible, sino si estamos dispuestos a sostenerlo en un mundo que nos invita constantemente a descartarlo y empezar de nuevo.