El Criptogate podría enfriar la relación entre Milei y Trump
“Según mi información, esto significa que el presidente Milei actualmente es imputable en EE. UU. por un delito”, detallaba un correo electrónico recibido por el abogado argentino Gregorio Dalbón, patrocinante legal de un grupo de damnificados en la causa $LIBRA en el país y defensor en varias causas de corrupción que tienen como acusada a Cristina Kirchner. El gran problema para Milei es que quien envió este email, que comienza a abrir un nuevo, y quizás más importante capítulo en esta saga, es Timothy Treanor, un reconocido exfiscal federal en Nueva York especializado en fraudes, quien confirmó que está preparando una denuncia penal colectiva contra el presidente argentino Javier Milei por su supuesta participación en esta estafa millonaria con alcance internacional.El escándalo en torno a la criptomoneda $LIBRA sigue sumando capítulos, muchos de ellos adelantados en la excelente investigación periodística que está llevando adelante el colega Hugo Alconada Mon en La Nación, quien cree que este episodio no es un hecho aislado, sino que destapa una red de relaciones y maniobras que involucran a figuras cercanas al Presidente y a su hermana, Karina Milei. Es decir que el supuesto fraude tomó vuelo, lacera el círculo íntimo del presidente Milei, incluso a su hermana Karina, muestra una vulnerabilidad alarmante en el manejo del poder, cuyas consecuencias están a la vista cuando es mal utilizado o es manipulado por terceros sin control. Esto último, de ser así, podría ser un bálsamo en la causa judicial que acosa al Presidente, pero una señal de amateurismo político cometido por quienes parecen creer que se pueden trepar paredes de naipes sin consecuencias.La acción judicial que se avecina sería la segunda en territorio estadounidense vinculada a este caso, tras la demanda civil presentada semanas atrás por el estudio Burwick Law. Que se suman a la investigación por demandas realizadas en la Argentina y en España. Sin embargo, la querella de Treanor apunta aún más alto: se trataría de una causa penal en la que Milei no solo figura como promotor, sino como pieza clave de la maniobra fraudulenta. De hecho, el exfiscal intenta reunir pruebas y alegatos con una estrategia que ya utilizó en el caso del “FIFA Gate”, que también lo tuvo como pieza fundamental investigando el rol de varias figuras latinoamericanas. Como lo hizo en aquel momento esta vez también abrió un formulario confidencial para reunir testimonios de damnificados y así robustecer la causa. Treanor, en su escaso contacto con la prensa, fue contundente: “Milei puede ser juzgado en Estados Unidos por un delito federal”, expresó, y añadió que tanto el mandatario como su hermana estarían implicados sobre la base de pruebas que ya están siendo revisadas. Entre las posibles figuras legales que se barajan está la violación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero, lo que agravaría la situación judicial del jefe de Estado argentino.La pregunta que se cae de maduro ahora es: ¿cuánto afecta a la relación entre Donald Trump y Javier Milei que esta causa avance en tribunales de Nueva York? Algunas opiniones cercanas al Presidente dicen que en nada y dan como ejemplo que un hombre como Trump, que volvió a la presidencia del país más poderoso del mundo luego de atravesar un derrotero judicial, desde que dejó su primera presidencia, con casos que evidentemente alarmaron a un sector de la sociedad, pero no a la mayoría, más allá de la gravedad que encierran. Recordemos que en mayo del año pasado un jurado popular lo declaró culpable de los 34 delitos que se le imputaban por falsificar registros contables para encubrir el pago de un soborno por US$130.000 a la actriz de cine porno Stephanie Cliffords, conocida como Stormy Daniels, con fines electorales, ante la campaña presidencial de 2016. También es acusado de cometer dos delitos federales: de interrupción del orden democrático y de espionaje. El primero es el más recordado, que culminó con muertes en el mismo Capitolio, allí el fiscal del distrito de Columbia, Washington, Jack Smith, lo acusa de sedición. El otro es por el robo de información confidencial que Trump se llevó a su residencia en Mar-a-Lago (donde Milei recibió el Premio León de la Libertad la semana pasada). Vale recordar que el 8 de agosto de 2022 agentes del FBI recolectaron en la residencia más de 20 cajas que incluían más de un centenar de documentos marcados con distintos grados de clasificación: desde “confidencial” hasta “top secret”. Y, por último, el caso por presunta interferencia electoral en el condado de Fulton (Georgia) donde Trump y otros exfuncionarios están acusados de intentar subvertir los resultados electorales. Una persona que enfrentó al poderoso Poder Judicial de los Estados Unidos y aun así salió adelante, no indemne, y pudo volver a la presidencia desde donde tomó decisiones históricas, como la reciente tabla de aranceles económicos que golpeó con dureza a los mercados internacionales, no se va a dejar amilanar por u

“Según mi información, esto significa que el presidente Milei actualmente es imputable en EE. UU. por un delito”, detallaba un correo electrónico recibido por el abogado argentino Gregorio Dalbón, patrocinante legal de un grupo de damnificados en la causa $LIBRA en el país y defensor en varias causas de corrupción que tienen como acusada a Cristina Kirchner. El gran problema para Milei es que quien envió este email, que comienza a abrir un nuevo, y quizás más importante capítulo en esta saga, es Timothy Treanor, un reconocido exfiscal federal en Nueva York especializado en fraudes, quien confirmó que está preparando una denuncia penal colectiva contra el presidente argentino Javier Milei por su supuesta participación en esta estafa millonaria con alcance internacional.
El escándalo en torno a la criptomoneda $LIBRA sigue sumando capítulos, muchos de ellos adelantados en la excelente investigación periodística que está llevando adelante el colega Hugo Alconada Mon en La Nación, quien cree que este episodio no es un hecho aislado, sino que destapa una red de relaciones y maniobras que involucran a figuras cercanas al Presidente y a su hermana, Karina Milei. Es decir que el supuesto fraude tomó vuelo, lacera el círculo íntimo del presidente Milei, incluso a su hermana Karina, muestra una vulnerabilidad alarmante en el manejo del poder, cuyas consecuencias están a la vista cuando es mal utilizado o es manipulado por terceros sin control. Esto último, de ser así, podría ser un bálsamo en la causa judicial que acosa al Presidente, pero una señal de amateurismo político cometido por quienes parecen creer que se pueden trepar paredes de naipes sin consecuencias.
La acción judicial que se avecina sería la segunda en territorio estadounidense vinculada a este caso, tras la demanda civil presentada semanas atrás por el estudio Burwick Law. Que se suman a la investigación por demandas realizadas en la Argentina y en España. Sin embargo, la querella de Treanor apunta aún más alto: se trataría de una causa penal en la que Milei no solo figura como promotor, sino como pieza clave de la maniobra fraudulenta. De hecho, el exfiscal intenta reunir pruebas y alegatos con una estrategia que ya utilizó en el caso del “FIFA Gate”, que también lo tuvo como pieza fundamental investigando el rol de varias figuras latinoamericanas. Como lo hizo en aquel momento esta vez también abrió un formulario confidencial para reunir testimonios de damnificados y así robustecer la causa. Treanor, en su escaso contacto con la prensa, fue contundente: “Milei puede ser juzgado en Estados Unidos por un delito federal”, expresó, y añadió que tanto el mandatario como su hermana estarían implicados sobre la base de pruebas que ya están siendo revisadas. Entre las posibles figuras legales que se barajan está la violación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero, lo que agravaría la situación judicial del jefe de Estado argentino.
La pregunta que se cae de maduro ahora es: ¿cuánto afecta a la relación entre Donald Trump y Javier Milei que esta causa avance en tribunales de Nueva York? Algunas opiniones cercanas al Presidente dicen que en nada y dan como ejemplo que un hombre como Trump, que volvió a la presidencia del país más poderoso del mundo luego de atravesar un derrotero judicial, desde que dejó su primera presidencia, con casos que evidentemente alarmaron a un sector de la sociedad, pero no a la mayoría, más allá de la gravedad que encierran. Recordemos que en mayo del año pasado un jurado popular lo declaró culpable de los 34 delitos que se le imputaban por falsificar registros contables para encubrir el pago de un soborno por US$130.000 a la actriz de cine porno Stephanie Cliffords, conocida como Stormy Daniels, con fines electorales, ante la campaña presidencial de 2016. También es acusado de cometer dos delitos federales: de interrupción del orden democrático y de espionaje. El primero es el más recordado, que culminó con muertes en el mismo Capitolio, allí el fiscal del distrito de Columbia, Washington, Jack Smith, lo acusa de sedición. El otro es por el robo de información confidencial que Trump se llevó a su residencia en Mar-a-Lago (donde Milei recibió el Premio León de la Libertad la semana pasada). Vale recordar que el 8 de agosto de 2022 agentes del FBI recolectaron en la residencia más de 20 cajas que incluían más de un centenar de documentos marcados con distintos grados de clasificación: desde “confidencial” hasta “top secret”. Y, por último, el caso por presunta interferencia electoral en el condado de Fulton (Georgia) donde Trump y otros exfuncionarios están acusados de intentar subvertir los resultados electorales. Una persona que enfrentó al poderoso Poder Judicial de los Estados Unidos y aun así salió adelante, no indemne, y pudo volver a la presidencia desde donde tomó decisiones históricas, como la reciente tabla de aranceles económicos que golpeó con dureza a los mercados internacionales, no se va a dejar amilanar por un episodio de estafa que involucra a un lejano presidente del sur de América. “Si Trump se bancó todo esto no va a arrugar por una denuncia que ni siquiera está confirmada”, dicen haciendo alusión a la dureza del carácter del presidente republicano para enfrentar los delitos que cometió. Hilando fino, no es una buena excusa, pero así piensan muchos.
Sin embargo, comenzaron a aparecer voces que sugieren que lo sucedido implica, al menos y por ahora, enfriar la relación. Periodistas americanos dicen tener confirmado que ciertas voces diplomáticas de Washington aseguran que Donald Trump no habría querido cruzarse con Milei, y en ningún momento tuvo intenciones reales de asistir al evento organizado en su lujoso predio situado en el estado sureño de Florida. ¿La razón? El Criptogate. Temen que la causa que comience en Nueva York complique la imagen publica de Milei en Estados Unidos y en el mundo, y no verían ningún beneficio en acercarse demasiado a el, más allá de la relación formal que deberían tener entre presidentes. Son los mismos periodistas que en enero decían que Milei era el presidente preferido de Trump y que sería el primer presidente latinoamericano en ser beneficiado con una reunión bilateral en el Salón Oval de la Casa Blanca, sin embargo, en las últimas horas la administración Trump anunció que está confirmada para el próximo lunes 14 de abril una reunión bilateral con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, con agenda previa como el diseño de estrategias conjuntas en materia de seguridad. Milei no logró ni una foto circunstancial en el festejo de Palm Beach, y solo se llevó capturas con las coquetas esposas de los millonarios que pagaron 30 mil dólares la tarjeta de la cena a beneficio. Un paso imprudente, indecoroso y con poco cuidado del Presidente que quedó demasiado expuesto ante la opinión pública internacional. O quizás sea el ímpetu y la reiterada vanidad que caracterizan a Milei lo que lo lleva a comportarse con precipitación.
De todos modos, el CriptoGate, como lo llaman en Estados Unidos, podrá ser una barrera para la relación con Donald Trump; o quizás no, y la personalidad del presidente estadounidense se lleve puesta cualquier interpretación de las que comenzaron a circular en estos días. Lo que no pasará inadvertido, ni en el gran país del norte ni en la Argentina, porque la demanda que comienza a trabajarse en los tribunales de Nueva York seguramente será el problema que mayor preocupación le genere, con varios dolores de cabeza, a nuestro presidente, mucho más ahora que la Cámara de Diputados conformó una Comisión Investigadora del Caso $LIBRA y que ya existan asesores trabajando en el cruce de información con los abogados del estudio de Treanor. Diputados opositores dicen sin miramientos que confían mucho más en una investigación rápida y eficiente en Nueva York, que en la que pueda llevar adelante la justicia argentina, lamentablemente caracterizada por su lentitud para investigar al poder de turno.
Todo esto podría resumirse en una lección para Javier Milei que hasta ahora demostró que no suele aprender de sus errores porque su carácter y comportamiento lo llevan a volver a equivocarse, al punto de no entender que una fotografía no va a corregir ni mejorar la calidad de su gestión, porque como decía Nietzsche: “el mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación”.