El Barça está en un momento álgido en todo: en goles, en moral, en participación de la plantilla. Se nota: ahora mismo se ven capaces de todo. Puedo equivocarme, pero diría que hace años no tenía esa sensación tan general. En el lenguaje de los entrenadores, que suena a tópico pero es verdadero, este equipo está llegando a los meses cruciales de la temporada aspirando a todo. Y aspirando de verdad, no decirlo por decirlo, de cara a la galería. En la Liga vuelve a depender de sí mismo, en la Copa ya está en semifinales a lo grande y en la Champions League le colocaría a la altura del Liverpool como equipo que mejor impresión ha dado. Así que no es cosa de ‘somiatruites’, como decimos en Catalunya, pensar que puede pelear por cada uno de esos títulos. Sobre todo cuando compruebas cómo está ganando los partidos, con un listón de fútbol que no se ha visto en otros. Si hay algún momento para ser optimista es este. De entrada, se ha ganado el derecho a aligerar su calendario con una gran primera fase de la Champions y, a cada mes que pasa, veo a más y más futbolistas metidos en el ‘ajo’.
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