La crisis energética que se vivió en toda Europa durante 2022 y 2023 ha dejado importantes lecciones. La primera fue la conciencia sobre los precios de la electricidad y el gas. La segunda, igual de importante, es que los consumidores perdieron el miedo a cambiar de compañía. De esta forma, este sector empezó a parecerse al de las telecomunicaciones, donde siempre ha sido habitual el cambio de operador. El resultado final se deja notar ahora. Cuando hay importantes oscilaciones en la factura, los clientes salen disparados. Una situación, por otra parte, que no siempre es tan beneficiosa para las empresas como parece. Según explican diversas fuentes del sector energético, desde 2022 se ha producido una escalada en el cambio de...
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