El apagón nuclear reducirá el suministro de electricidad e incrementará el precio, Economía, V, 2025

El cierre y desmantelamiento de las centrales nucleares, ha vuelto a desatar una vez más, una guerra empresarial y política. En anteriores ocasiones la guerra era bipolar, entre las grandes empresas propietarias de las centrales ( Iberdrola, Endesa, Naturgy, etc ) y el Gobierno de turno, ahora se ha ampliado; el Partido Popular contra el Gobierno, este contra las eléctricas, estás entre ellas, y la industria nuclear contra todos los concursantes. En 2019, después de negociaciones, las eléctricas pactaron con el Gobierno de Pedro Sánchez un cierre escalonado de los siete reactores operativos entre 2027 y 2035. En este escenario, la empresa más perjudicada con el cierre es Iberdrola que tiene mayor participación en Almazán ( 52%) seguida de Endesa ( 36%) y Naturgy ( 11%). 

Iberdrola es la más interesada en la continuidad, aunque necesita un permiso para mantener abierta Almazán por más tiempo, y tener que comprar uranio si quiere que el cierre no se produzca en 2027 y continúe operando más allá de esta fecha. Cabe advertir, que las centrales en Estados Unidos, tienen permiso para operar durante los próximos 80 años; además de apostar por la construcción de pequeños reactores de última generación SMR. Con la presidencia de Donald Trump, la energía nuclear va a aumentar su participación en este país. La mayoría de países de la UE, van a continuar por esta senda. España por el contrario - ya lo he apuntado en otras ocasiones - , ha escogido otro camino, lo que va a suponer un retraso en esta carrera tecnológica, difícil de revertir. 

El apagón nuclear supondría un coste añadido para la industria del 35% y aumentaría hasta un 73% las emisiones de CO2, según se desprende de un informe de la consultora PwC ( Price Water House Coopers Internacional Limited ). En un escenario sin nuclear, los ciclos combinados de gas tendrían que suplir prácticamente toda la pérdida de generación, lo que supondría un precio mayorista de 37 euros por megavatio hora ( MWh); Este aumento de la generación de los ciclos combinados, implicará un " impacto" en la soberanía energética de importaciones de gas natural, un aumento de emisiones de CO2 y por ende, un incremento en los precios de electricidad; situando  a España a nivel de Alemania tras el cierre de las plantas nucleares en 2011. 

Por otro lado, el cierre de Almazán en 2027, supondría un daño irreversible a Extremadura y a España, con una perdida del 15% de energía eléctrica madrileña; y según estudios recientes, el fin de estás centrales provocaría un 23% de la factura de luz para hogares y pequeñas y medianas empresas, con un coste de alrededor de 22.500 millones de euros, difícil de suplir con las renovables.

   Desde hace años, me interesó estudiar el impacto que supondría para la economía europea el cierre de las  plantas nucleares; Alemania lo hizo en 2011, por influencia del accidente de Fukushima y la presión de los verdes y la izquierda alemana; este cierre, en parte ha supuesto para Alemania una retracción de su economía, dejando de ser la locomotora de la Unión Europea. Desde entonces, hemos visto como las energías renovables necesitan el apoyo de la nuclear dentro del mix energético, y como finalmente la UE - ya lo he antedicho - ha apostado por la energía nuclear y el gas  como energías verdes y la mayor parte de los países industrializados van a mantener las centrales actuales  en un horizonte de los próximos 80 años, y van a construir los  nuevos pequeños  reactores (SMR), más seguros, eficientes y baratos, que se montan modularmente en fábricas y se instalan en mucho menor tiempo - no más de tres años - para que puedan ser operativos. 

La comisaría europea Teresa Ribera, ha dado visto bueno para la construcción en Bélgica de dos plantas nucleares, con ayudas de 32.000 mill de euros; cuando en España siendo ministra de transición ecológica, se opuso a la continuidad de las centrales nucleares. El último dislate del Gobierno, lo ha protagonizado la nueva ministra  Sara Aagesen,  vicepresidenta para la transición energética, que sigue empeñada en desconectar las centrales nucleares aún operativas en nuestro país y que generan el 9% de toda la energía de la zona euro. La UE, el 6 de julio de 2022 - lo he apuntado arriba -  votó a favor de la energía nuclear y el gas como energías verdes, similares a las renovables. 

En los últimos días, Iberdrola y Endesa, están presionando al Gobierno de Sánchez para frenar el cierre de las plantas nucleares; empero, existen según las eléctricas, dos argumentos  que conducen al cierre prematuro de las centrales: el primero es de tipo económico. Actualmente la energía nuclear no es rentable. Y no lo es, por culpa de la elevada carga fiscal que soporta.- lo he apuntado anteriormente -.Si se reduce la fiscalidad actual sobre las nucleares al nivel de Francia, sería rentable - Francia mantiene 56 reactores operativos y estos generan el 76% de la electricidad que se produce en el país, y pretende construir mini reactores - . La segunda razón es ideológica y política, y mientras esté el Gobierno de Pedro Sánchez, no se dará luz verde a esta energía verde.

Para terminar: el apagón prematuro de las centrales nucleares, va a suponer para España un aumento del precio de la electricidad estimado en 13 euros por MWh, además de multiplicar por seis las emisiones de CO2 y el consumo de gas natural; y la necesidad de sustituir los antiguos generadores eólicos - muchos con más de 20 años,  por otros más eficientes - ; lo que supondría una inversión de 40.000 mill de euros, todo ello para paliar en parte la falta de la nuclear como energía de  apoyo, dentro del mix energético que demandan los países industrializados de la Eurozona, para hacer crecer su  industria y descarbonizar la economía a menor coste. 

Agustín Hidalgo es economista 

Referencias: 

El Economista, 28  de enero  de  2025. Las eléctricas piden al Gobierno diálogo para alargar las nucleares. 

Expansión, 25 de febrero de 2025. Endesa, Iberdrola y Naturgy, en la guerra del parón nuclear.