EEUU pide a Zelenski "bajar el tono" tras llamarlo "dictador" mientras Bruselas lo defiende
La UE trata de digerir el acercamiento de Trump y Putin, que deja debilitados tanto a Ucrania como al viejo continente, mientras el presidente estadounidense ataca a Zelenski y Vance tacha de "basura moralista" comparar el conflicto con la Guerra del Golfo.Trump llama “dictador” a Zelenski: “Más vale que actúe rápido o su país desaparecerá” El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Mike Walz, ha reclamado hoy al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski que “baje el tono”, se fije bien y firme el acuerdo con EEUU para la explotación de minerales. Waltz ha insistido, en una entrevista con la cadena Fox News, en que Ucrania no tiene asiento por el momento en las negociaciones entre EEUU y Rusia porque “sentar a todos a la mesa al mismo tiempo no ha funcionado en el pasado”. El asesor de Donald Trump no ha rebajado el duro discurso del presidente la víspera, mientras que la reunión entre el representante especial de la Casa Blanca para la guerra en Ucrania, Keith Kellogg, y el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andrí Sibiga, se ha saldado sin grandes avances. Kellogg canceló la rueda de prensa prevista para después del encuentro mientras que Sibiga reiteró que “la seguridad de Ucrania y la transatlántica son indivisibles”, en declaraciones recogidas por EFE. El vicepresidente estadounidense, JD Vance, se ha referido también hoy al conflicto en la red X en respuesta a un comentario del historiador Niall Ferguson, que comparaba la actitud de Trump respecto a Ucrania con la de George Bush tras la invasión de Kuwait por Irak en 1990, antesala de la Guerra del Golfo. Calificó la comparación de “basura moralista”, señaló la “masiva ventaja numérica” de Rusia respecto de Ucrania “tanto en tropas como en armas” y que la continuación del conflicto es “mala para Rusia, para Ucrania y para Europa” pero lo que es “más importantes” es que también es “mala para EEUU”. Desde hace un mes, las mañanas son complicadas para las capitales europeas, que cada día se levantan con un nuevo ataque o amenaza de Donald Trump. El penúltimo embate lo ha recibido el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien ha calificado como un “dictador” dejando claro que sacrificará al mandatario que ha rechazado su propuesta para hacerse con las valiosas tierras raras del suelo ucraniano y que se ha revuelto contra las conversaciones bilaterales que ha iniciado con Vladímir Putin. En medio y fuera de juego, está la Unión Europea. “Zelenski fue legítimamente elegido en elecciones libres, justas y democráticas”, ha recordado el coportavoz de la Comisión Europea, Stefan de Keersmaecker. “Ucrania es una democracia, la Rusia de Putin no lo es”, ha respondido sobre las palabras de Trump, que ha atacado con dureza al líder ucraniano. La reacción, no obstante, ha sido a preguntas de los periodistas y de bajo nivel: ni la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ni la alta representante, Kaja Kallas, se han pronunciado. Y es que el gobierno comunitario hace equilibrismos respecto al mandatario norteamericano. “Se niega a convocar elecciones, está muy bajo en las encuestas ucranianas y lo único en lo que era bueno era en manejar a Biden como quería”, expresó Trump sobre Zelenski después de culparle de iniciar la guerra y de no haber querido negociar durante tres años, sin mencionar que fue Rusia quien invadió Ucrania. Trump ha puesto así a Zelenski en la diana en un momento en el que ha dado un vuelco a la situación geopolítica y a la posición que hasta ahora EEUU había mantenido respecto a Ucrania. La intención del presidente estadounidense es lograr beneficios económicos por el respaldo a Ucrania, al haber planteado la explotación de gran parte de sus minerales, y marcar distancias con Europa, a la que ha amenazado con abandonar en materia de seguridad. La UE mantiene su apoyo total a Ucrania, aunque la dirigencia europea es consciente de que no es posible mantener la fuerza sin el respaldo de EEUU. La próxima semana, coincidiendo con el aniversario de la invasión, se desplazará a Kiev el Colegio de Comisarios. También ha anunciado su presencia el presidente del Consejo Europeo, António Costa. Pedro Sánchez también viajará a ese país y, en respuesta al ataque de Trump, ha dejado claro lo hace para “reafirmar el apoyo de España a la democracia ucraniana y al presidente Zelenski”. Entre tanto, los líderes de la UE se preparan para el escenario de un acuerdo con el temor a que la presión sobre Kiev haga que la guerra se cierre en falso y termine por beneficiar a Putin para rearmarse manteniendo la amenaza sobre Ucrania y el resto del continente. Según ha publicado The Guardian, Francia y Reino Unido están trabajando en una “fuerza de seguridad” con tropas europeas para proteger el espacio aéreo y marítimo ucraniano ante ese hipotético acuerdo de paz con el objetivo de disuadir a Rusia de nuevos

La UE trata de digerir el acercamiento de Trump y Putin, que deja debilitados tanto a Ucrania como al viejo continente, mientras el presidente estadounidense ataca a Zelenski y Vance tacha de "basura moralista" comparar el conflicto con la Guerra del Golfo.
Trump llama “dictador” a Zelenski: “Más vale que actúe rápido o su país desaparecerá”
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Mike Walz, ha reclamado hoy al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski que “baje el tono”, se fije bien y firme el acuerdo con EEUU para la explotación de minerales. Waltz ha insistido, en una entrevista con la cadena Fox News, en que Ucrania no tiene asiento por el momento en las negociaciones entre EEUU y Rusia porque “sentar a todos a la mesa al mismo tiempo no ha funcionado en el pasado”.
El asesor de Donald Trump no ha rebajado el duro discurso del presidente la víspera, mientras que la reunión entre el representante especial de la Casa Blanca para la guerra en Ucrania, Keith Kellogg, y el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Andrí Sibiga, se ha saldado sin grandes avances. Kellogg canceló la rueda de prensa prevista para después del encuentro mientras que Sibiga reiteró que “la seguridad de Ucrania y la transatlántica son indivisibles”, en declaraciones recogidas por EFE.
El vicepresidente estadounidense, JD Vance, se ha referido también hoy al conflicto en la red X en respuesta a un comentario del historiador Niall Ferguson, que comparaba la actitud de Trump respecto a Ucrania con la de George Bush tras la invasión de Kuwait por Irak en 1990, antesala de la Guerra del Golfo. Calificó la comparación de “basura moralista”, señaló la “masiva ventaja numérica” de Rusia respecto de Ucrania “tanto en tropas como en armas” y que la continuación del conflicto es “mala para Rusia, para Ucrania y para Europa” pero lo que es “más importantes” es que también es “mala para EEUU”.
Desde hace un mes, las mañanas son complicadas para las capitales europeas, que cada día se levantan con un nuevo ataque o amenaza de Donald Trump. El penúltimo embate lo ha recibido el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien ha calificado como un “dictador” dejando claro que sacrificará al mandatario que ha rechazado su propuesta para hacerse con las valiosas tierras raras del suelo ucraniano y que se ha revuelto contra las conversaciones bilaterales que ha iniciado con Vladímir Putin. En medio y fuera de juego, está la Unión Europea.
“Zelenski fue legítimamente elegido en elecciones libres, justas y democráticas”, ha recordado el coportavoz de la Comisión Europea, Stefan de Keersmaecker. “Ucrania es una democracia, la Rusia de Putin no lo es”, ha respondido sobre las palabras de Trump, que ha atacado con dureza al líder ucraniano. La reacción, no obstante, ha sido a preguntas de los periodistas y de bajo nivel: ni la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ni la alta representante, Kaja Kallas, se han pronunciado. Y es que el gobierno comunitario hace equilibrismos respecto al mandatario norteamericano.
“Se niega a convocar elecciones, está muy bajo en las encuestas ucranianas y lo único en lo que era bueno era en manejar a Biden como quería”, expresó Trump sobre Zelenski después de culparle de iniciar la guerra y de no haber querido negociar durante tres años, sin mencionar que fue Rusia quien invadió Ucrania.
Trump ha puesto así a Zelenski en la diana en un momento en el que ha dado un vuelco a la situación geopolítica y a la posición que hasta ahora EEUU había mantenido respecto a Ucrania. La intención del presidente estadounidense es lograr beneficios económicos por el respaldo a Ucrania, al haber planteado la explotación de gran parte de sus minerales, y marcar distancias con Europa, a la que ha amenazado con abandonar en materia de seguridad.
La UE mantiene su apoyo total a Ucrania, aunque la dirigencia europea es consciente de que no es posible mantener la fuerza sin el respaldo de EEUU. La próxima semana, coincidiendo con el aniversario de la invasión, se desplazará a Kiev el Colegio de Comisarios. También ha anunciado su presencia el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
Pedro Sánchez también viajará a ese país y, en respuesta al ataque de Trump, ha dejado claro lo hace para “reafirmar el apoyo de España a la democracia ucraniana y al presidente Zelenski”.
Entre tanto, los líderes de la UE se preparan para el escenario de un acuerdo con el temor a que la presión sobre Kiev haga que la guerra se cierre en falso y termine por beneficiar a Putin para rearmarse manteniendo la amenaza sobre Ucrania y el resto del continente. Según ha publicado The Guardian, Francia y Reino Unido están trabajando en una “fuerza de seguridad” con tropas europeas para proteger el espacio aéreo y marítimo ucraniano ante ese hipotético acuerdo de paz con el objetivo de disuadir a Rusia de nuevos ataques.
Sin embargo, los países europeos están divididos respecto a esa posible misión de paz. Polonia la ha descartado. España y Alemania, también, aunque tras un rechazo inicial de Pedro Sánchez, el argumento ahora es que no es el momento de plantearse ese escenario dado que la guerra continúa. Bélgica, Suecia y Holanda han abierto la puerta a ese despliegue de tropas.