Cuerva (Cepyme) retira su polémica reforma electoral tras perder el apoyo incluso de Sánchez Llibre

Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, ha dado marcha atrás y ha retirado su polémica reforma electoral aprobada el pasado 18 de febrero por la Junta Directiva sin el voto afirmativo del Comité Ejecutivo de la patronal de la pequeña y mediana empresa. En un comunicado remitido este viernes por la noche, Cuerva explica que propondrá al Comité y a la Junta el próximo martes 11 de marzo retirar esa modificación, que se produce después de que perdiera el apoyo incluso de Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, uno de sus grandes soportes.

Porque María Helena de Felipe, vicepresidenta de Cepyme y vicepresidenta de Foment del Treball, la patronal empresarial autonómica catalana que preside Josep Sánchez Llibre, fue una de los 20 miembros del Comité Ejecutivo de la organización empresarial -de un total de 27- que envió una carta a Cuerva tras el Comité Ejecutivo del 18 de febrero exigiendo la «inmediata retirada de la reforma del Reglamento de Régimen Interior aprobada de forma ilegal en la Junta Directiva celebrada el pasado 18 de febrero de 2025».

De acuerdo con las fuentes consultadas, De Felipe envió esa carta el 20 de febrero, dos días después de la maniobra de Cuervas en la Junta Directiva. La representante de Sánchez Llibre en Cepyme se unió así a los críticos con Cuerva, donde también está Antonio Garamendi, presidente de CEOE, lo que dejó en vía muerta de facto esa reforma electoral aprobada por Cuerva.

El presidente de Cepyme ha citado al Comité Ejecutivo y, después, a la Junta Directiva de Cepyme el próximo martes, 11 de marzo, donde retirará esa reforma electoral y anunciará la fecha de las elecciones -su mandato acaba el 16 de marzo-. Pese a la carta de De Felipe, Foment y Sánchez Llibre estarán con toda probabilidad al lado de Cuerva y en contra de la candi target="_blank" rel="noopener noreferrer">mala relación entre Sánchez Llibre y Garamendi.

La maniobra de Cuerva consistió en proponer a la Junta Directiva aprobar su reforma electoral pese a que el Comité Ejecutivo la había rechazado con 15 votos en contra y 11 a favor. Cuerva quería prohibir el voto delegado y el voto por correo en las elecciones, como ya se hace en las elecciones de CEOE y ATA, defendió.

La decisión de Sánchez Llibre de no apoyar esta reforma electoral ha sido clave para que Cuerva haya dado marcha atrás. El dirigente catalán es un apoyo de Cuerva, y lo seguirá siendo casi con seguridad en las elecciones internas, pero no aceptaba que Cuerva dejara al Comité Ejecutivo prácticamente sin competencias.

Además, en la reunión del Comité Ejecutivo del pasado martes, 4 de marzo, tanto Cuerva como los críticos apoyaron sus argumentos en sendos informes jurídicos: Cuerva, con uno de María Emilia Casas, ex presidenta del Tribunal Constitucional, que defendía que no era necesario el voto afirmativo del Comité Ejecutivo para que el presidente pudiese proponer lo que quisiera a la Junta Directiva, mientras que los críticos presentaron un informe de E&Y que decía lo contrario.

La reunión acabó en tablas, dejando unos «días de reflexión» para que Cuerva tomara una decisión sobre cuál sería el siguiente paso. Y ese paso ha sido retirar esa reforma electoral y acudir a las urnas con las condiciones que había antes del 18 de febrero.

Cerrado este conflicto, falta por conocer la fecha de las elecciones, en las que Cuerva se enfrentará a la candidata de Garamendi, que ha perdido la confianza en el presidente de Cepyme después de que éste coqueteara con apoyar una candidatura alternativa al dirigente vasco para las elecciones de la CEOE de finales de 2022, que ganó Garamendi. Finalmente, hubo una candidata alternativa, de Sánchez Llibre, y Garamendi castigó a Cuerva poniendo a Miguel Garrido, de la patronal madrileña Ceim, vicepresidente primero de CEOE -relegando a Cuerva y dejando a Sánchez Llibre sin competencias-.