Covid persistente: revelan nuevos cambios cerebrales asociados a síntomas como fatiga o lentitud mental
Neurología soniamoreno Vie, 14/03/2025 - 13:30 Estudio del Clínico San Carlos Las alteraciones cognitivas, cerebrales e inmunológicas en el covid persistente se asocian con un aumento del volumen del plexo coroideo, según ha observado un equipo multidisciplinar de investigadores del grupo de enfermedades neurológicas del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid. Los hallazgos, publicados en Molecular Psychiatry, revista del grupo Nature, constituyen un avance en el conocimiento de los mecanismos relacionados con problemas neurológicos de esta enfermedad, que apenas se lleva investigando cinco años.Los investigadores del Clínico San Carlos se han centrado en pacientes con covid de larga duración, quienes suelen presentar síntomas que persisten a largo plazo después de la infección aguda. Entre ellos, uno de los más prevalentes es el deterioro cognitivo. El trabajo analizó los plexos coroideos de esos enfermos, estructuras cerebrales entre cuyas funciones se encuentra la producción de líquido cerebroespinal y el transporte de moléculas en el sistema nervioso central. Jordi Matías-Guiu Antem, neurólogo del Hospital Clínico San Carlos e investigador principal del estudio. Foto: HCSC. Los criterios que se usaron para definir el covid persistente fueron los indicados por el consenso de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicados en 2021, apunta a DM el neurólogo del Hospital Clínico San Carlos e investigador principal del estudio, Jordi Matías-Guiu Antem. “Estos criterios indican que se diagnostica a una persona con covid persistente con un historial de infección probable o confirmada por SARS-CoV-2, con un mínimo de 3 meses de evolución desde de la infección, y con síntomas que duran al menos 2 meses y que no pueden explicarse por otro diagnóstico alternativo”. A la búsqueda del biomarcador, el 'santo grial' del covid persistente, Covid persistente: el insoportable olvido que perdura, 'Niebla mental’ en covid persistente: se asocia a 'fugas' en la barrera hematoencefálica Los plexos coroideos se han considerado la entrada de las células inflamatorias en el cerebro, pues el epitelio que los recubre es particularmente sus Una investigación pionera analiza el volumen del plexo coroideo de pacientes con covid persistente en relación a las alteraciones cognitivas, cerebrales e inmunológicas. Off Sonia Moreno Medicina Interna Enfermería Familiar y Comunitaria Medicina Familiar y Comunitaria Microbiología y Enfermedades Infecciosas Off
Las alteraciones cognitivas, cerebrales e inmunológicas en el covid persistente se asocian con un aumento del volumen del plexo coroideo, según ha observado un equipo multidisciplinar de investigadores del grupo de enfermedades neurológicas del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid. Los hallazgos, publicados en Molecular Psychiatry, revista del grupo Nature, constituyen un avance en el conocimiento de los mecanismos relacionados con problemas neurológicos de esta enfermedad, que apenas se lleva investigando cinco años.
Los investigadores del Clínico San Carlos se han centrado en pacientes con covid de larga duración, quienes suelen presentar síntomas que persisten a largo plazo después de la infección aguda. Entre ellos, uno de los más prevalentes es el deterioro cognitivo. El trabajo analizó los plexos coroideos de esos enfermos, estructuras cerebrales entre cuyas funciones se encuentra la producción de líquido cerebroespinal y el transporte de moléculas en el sistema nervioso central.
Los criterios que se usaron para definir el covid persistente fueron los indicados por el consenso de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicados en 2021, apunta a DM el neurólogo del Hospital Clínico San Carlos e investigador principal del estudio, Jordi Matías-Guiu Antem. “Estos criterios indican que se diagnostica a una persona con covid persistente con un historial de infección probable o confirmada por SARS-CoV-2, con un mínimo de 3 meses de evolución desde de la infección, y con síntomas que duran al menos 2 meses y que no pueden explicarse por otro diagnóstico alternativo”.
