Corte Suprema de EU podría legalizar la terapia de conversión LGBTQ: consecuencias podrían costar miles de millones

Forbes México.
Corte Suprema de EU podría legalizar la terapia de conversión LGBTQ: consecuencias podrían costar miles de millones

La Corte Suprema anunció el lunes que escuchará un caso sobre si las prohibiciones estatales a la “terapia de conversión” que intenta cambiar la orientación sexual o la identidad de género de menores son legales, un caso que podría tener miles de millones de dólares en repercusiones, ya que un estudio de 2022 encontró que la terapia de conversión conlleva una carga económica de aproximadamente $9 mil millones anuales para los pacientes y sus familias.

Datos clave

La Corte Suprema abordó el caso Chiles v. Salazar , que cuestiona la prohibición de Colorado sobre la “terapia de conversión” LGBTQ para menores, y pide a los jueces que decidan de manera más amplia si las leyes que “[censuran] ciertas conversaciones entre consejeros y sus clientes en función de los puntos de vista expresados” son constitucionales.

La “terapia de conversión” LGBTQ, como se la conoce comúnmente, se refiere a cualquier práctica (incluidos los esfuerzos emocionales, como la terapia de conversación, o los esfuerzos físicos, como la terapia electroconvulsiva) que tienen como objetivo influir en la orientación sexual o la identidad de género de un paciente, que generalmente se enmarcan como esfuerzos para “curar” la homosexualidad o el ser transgénero.

Estudios repetidos han demostrado que tales esfuerzos son ineficaces para cambiar la orientación sexual o la identidad de género de las personas y conllevan una variedad de efectos nocivos (como mayores riesgos de suicidio, abuso de drogas y problemas de salud mental), lo que ha llevado a la prohibición de la terapia de conversión para menores en más de 20 estados .

La terapia de conversión y sus efectos negativos también tienen un impacto económico: un estudio de 2022 publicado en JAMA Pediatrics descubrió que la terapia de conversión y sus “daños asociados” resultan en una carga económica de aproximadamente 9.230 millones de dólares al año.

Solo la terapia de conversión cuesta aproximadamente 650 millones de dólares por año para los participantes en los EE. UU., y las personas que se someten a ella pagan 97.985 dólares más por el tratamiento en comparación con las personas que no reciben ningún tipo de asesoramiento, según el estudio, que se basó en datos de jóvenes LGBTQ de entre 13 y 24 años.

También hay costos significativos asociados con los efectos secundarios de la terapia de conversión y el estudio estima que cada paciente de terapia de conversión paga $83,366 adicionales en promedio para tratar las “consecuencias posteriores” asociadas con el procedimiento, que combinadas elevan la carga económica total de la terapia de conversión a $9,2 mil millones.

Qué tener en cuenta

La Corte Suprema escuchará el caso sobre la terapia de conversión en algún momento durante su próximo período, que comienza en octubre, por lo que es probable que cualquier fallo sobre el caso se produzca dentro de más de un año.

¿Qué concluyó el estudio?

El estudio, que fue realizado por la organización pro-derechos LGBTQ The Trevor Project y el grupo de investigación Cytel, concluyó que existe una “alta carga económica y altos costos sociales” que acompañan a la terapia de conversión, a la que el estudio se refiere como esfuerzos de cambio de orientación sexual e identidad de género (SOGICE). Los investigadores analizaron la diferencia en costos entre los pacientes que se sometieron a la terapia de conversión, los jóvenes LGBTQ que no recibieron terapia y los que recibieron terapia que afirmó su orientación sexual o identidad de género. El estudio encontró que la terapia de conversión conllevaba la mayor carga económica: además de los $ 650 millones por año en total atribuidos a la terapia en sí, también hay costos anuales totales de $ 190 millones relacionados con la ansiedad o “angustia psicológica grave” entre los que se sometieron a la terapia de conversión, $ 1.36 mil millones relacionados con la depresión, $ 2.42 mil millones de intentos de suicidio, $ 1.17 mil millones de suicidios fatales, $ 1.26 mil millones de trastornos por consumo de alcohol y $ 2.18 mil millones de abuso de sustancias. La probabilidad de esos resultados negativos fue en gran medida mucho mayor entre quienes se sometieron a terapia de conversión en comparación con otras poblaciones LGBTQ, excepto el trastorno por consumo de alcohol, donde aquellos sin ninguna terapia registraron el número más alto por un punto porcentual (42,26% entre aquellos sin intervención frente al 41,26% entre los pacientes de terapia de conversión). Como resultado, los costos totales incurridos por los pacientes de terapia de conversión fueron superiores a los 4.850 millones de dólares en costos anuales totales entre los que no habían recibido ningún tratamiento y los 3.040 millones de dólares entre los que recibieron terapia afirmativa.

Contra

Los investigadores señalaron que la metodología del estudio tenía algunas limitaciones que podrían afectar a sus resultados, como el hecho de que se basa en estudios en los que los pacientes informaron por sí mismos de sus experiencias. Eso significa que podría no ser totalmente representativo de todos los pacientes LGBTQ, ya que muchas personas podrían no estar dispuestas a hablar de sus experiencias. También supone que los riesgos son los mismos en toda la población LGBTQ y para los distintos tipos de terapia de conversión, lo que puede no ser el caso. Sin embargo, los investigadores argumentaron que adoptaron un “enfoque conservador” con sus hallazgos y señalaron que la cifra de 9.000 millones de dólares probablemente sea una subestimación del impacto económico total. El estudio solo analizó los impactos adversos de la terapia de conversión durante los tres años posteriores al tratamiento, por ejemplo (aunque es probable que dichos efectos se prolonguen durante mucho más tiempo) y no examinó otros impactos potenciales, como el trastorno de estrés postraumático o las consecuencias médicas de varios medicamentos o la terapia electroconvulsiva.

Número grande

13%. Esa es la proporción de jóvenes LGBTQ que han sido sometidos o amenazados con terapia de conversión, según una encuesta realizada en 2024 por The Trevor Project entre más de 50.000 estadounidenses de entre 13 y 24 años. Eso incluye al 5% que ha sido sometido a la terapia y al 8% que fue amenazado con ella. La proporción del 5% es inferior al 10% que dijo en 2020 que había sido sometido a la terapia, aunque esa cifra podría volver a aumentar si la Corte Suprema declara ilegales las prohibiciones estatales.

Antecedentes clave

El caso ante la Corte Suprema fue presentado por Kaley Chiles, una consejera con licencia en Colorado que dijo en una presentación judicial que “ella cree que las personas prosperan cuando viven de manera consistente con el diseño de Dios, incluido su sexo biológico”. Chiles se opone a que Colorado le restrinja aconsejar a los clientes para que cambien su orientación sexual o identidad de género, alegando que viola sus derechos de la Primera Enmienda y clasificando las prohibiciones estatales sobre la terapia de conversión como “silenciamiento de la capacidad de los consejeros para expresar las opiniones que sus clientes buscan sobre un tema de ‘feroz debate público'”. Chiles pidió a la Corte Suprema que asumiera el caso después de que un tribunal federal de apelaciones confirmara la política de Colorado que restringe la terapia de conversión, dictaminando que estaba regulando la conducta profesional de los consejeros, en lugar de frenar la libertad de expresión protegida por la Primera Enmienda. El caso es el último de una serie de casos importantes relacionados con los derechos LGBTQ que el tribunal de tendencia conservadora de 6-3 ha decidido en los últimos años, como casos sobre empresas a las que se les permite discriminar a parejas del mismo sexo o discriminar por motivos de orientación sexual e identidad de género, y el tribunal está deliberando sobre un caso este período sobre atención de afirmación de género para menores.

Este artículo fue publicado originalmente por Forbes US.

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Alison Durkee