Consultará a sus colegas: García-Mansilla se prepara para quedarse en la Corte sostenido por el Gobierno
El juez no dio pistas, pero en su entorno y en la Casa Rosada afirman que dará batalla; También en el máximo tribunal creen que se quedará en su cargo y resistirá

El juez de la Corte Suprema Manuel García-Mansilla siguió la sesión del Senado, de la que dependía su futuro en el máximo tribunal, sin dar pistas de cuales serán sus próximos pasos. No obstante, al caer la noche, y cuando la Cámara alta había sellado el rechazo a su pliego, tomó una decisión: consultar a Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti sobre cómo queda su “estatus” como juez.
“Dado que asumió una responsabilidad institucional, en lo inmediato realizará una presentación formal para consultar con sus colegas de la Corte en qué estatus queda su investidura como juez”, comentaron a LA NACION en el entorno del académico.
En la Corte creen que el juez designado por decreto de Javier Milei no renunciará, sostenido por el Gobierno. Entienden que García-Mansilla se prepara para quedarse.
Durante la tarde, en el entorno del juez y en la Corte nadie quería hacer comentarios hasta evaluar la gravedad de la situación. No obstante, al final del día, cuando ya el desenlace se anticipaba, señalaron que el magistrado no renunció ni renunciará, a pesar de que a alguno de sus amigos le dijo lo contrario.
García-Mansilla pasó la jornada en el Palacio de Justicia, donde participó del acuerdo de jueces de la Corte de todos los jueves, cuando se definen los votos de los casos de cada semana.
Allí comentó con sus colegas sobre la posibilidad de buscar que validen su designación. Lo hizo en el acuerdo con todos ellos, y lo hizo por separado luego en reuniones con alguno de ellos.
En la Corte estaban preguntándose cuál era el mecanismo para darle esa opinión, pues los jueces resuelven casos o problemas de superintendencia, no dan opiniones o emiten comunicados.
El otro problema es que la Justicia analiza la legalidad de la designación de García-Mansilla en una causa que tiene el juez federal de La Plata Alejo Ramos Padilla. Por ello, no puede pronunciarse sobre el asunto antes de que le llegue el caso, sino estaría prejuzgando.
En el acuerdo se habló también acerca de que dinámica iba a tener la causa Vialidad contra Cristina Kirchner, que llegó esta semana a los estrados del máximo tribunal. La respuesta de los jueces es que iba a tener el ritmo habitual de todas las causas, que la Corte no iba a precipitarse en el tiempo para resolver este expediente.
En el Congreso, en cambio, el kirchnerismo denunció al juez de la Corte Ricardo Lorenzetti de haber amenazado con encarcelar a Cristina Kirchner para atemorizar a los senadores y que voten por Ariel Lijo.
Pero en la Corte no hubo apuro con el caso de Cristina Kirchner. El primer paso es tratar la recusación contra García-Mansilla, planteada por la defensa de la expresidenta. La Corte –sin el voto de García-Mansilla– puede tratarla y rechazarla in límine, sin más trámite.
Luego, el próximo paso es enviar la causa al procurador general de la Nación, Eduardo Casal, para que dictamine acerca de si corresponde rechazar los recursos.
En el caso Vialidad, el juez García-Mansilla, lejos de excusarse, está interesado en votar, dijeron fuentes del máximo tribunal.
García-Mansilla ya en el pasado defendió la “legalidad” de su designación por decreto en comisión y dijo que sólo pueden removerlo de su cargo mediante un juicio político.
Lo hizo hace tres semanas al presentar un escrito ante el juez Ramos Padilla, que analiza la constitucionalidad del decreto presidencial que lo designó, García-Mansilla dijo que un juez no puede remover a otro juez. Y que por eso Ramos Padilla no tiene jurisdicción para intervenir, pues lo que se resuelve es ajeno a sus facultades.
Pero sin hacer referencias acerca de si renunciará o no ahora que el Senado rechazó su pliego, dijo que, como juez de la Corte, que ya juró, solo puede ser removido mediante el mecanismo establecido en la Constitución, que es el juicio político.
Mencionó asimismo que su nombramiento “es provisorio y no definitivo” y “tampoco pretende serlo”, pues fue nombrado hasta el fin del año legislativo. Asimismo, dijo que no se advierte “arbitrariedad o ilegalidad manifiesta” en el decreto que lo designó.
“No solo eso, el hecho de que la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación me haya tomado juramento implica que la impugnación ya no se dirige exclusivamente contra el Decreto 137/25, sino también contra el acto de la Corte Suprema por el cual se me tomó ese juramento”, dijo.
Si García-Mansilla finalmente se queda en su despacho y da pelea, se expone a que sus decisiones sean objetadas, porque su pliego fue rechazado por el Senado. Hasta ahora lo cuestionaban porque fue designado por un decreto presidencial en comisión, sin el aval del Senado.
“Va a haber una pelea larga en la Justicia, una batalla legal hasta fin de año”, dijo este jueves a LA NACION un integrante del Gabinete nacional.
Antecedentes
En el pasado, la Corte Suprema sostuvo que es posible que un juez designado en comisión se quede hasta finalizar su mandato, en este caso, en noviembre. Sin embargo, hay otro precedente que indica que si un magistrado es nombrado juez en comisión por decreto, y luego es rechazado, debe dejar el cargo de inmediato y no al finalizar el año parlamentario.
Si se judicializa el asunto, es claro que no serán estos integrantes de la Corte los que decidan en el caso, pues le tomaron juramento. Entonces, habrá que sortear entre los presidentes de las Cámaras Federales conjueces para que tomen una decisión, teniendo en cuenta que hay dos bibliotecas que dicen lo contrario.
Juristas que conocen a García-Mansilla señalaron que su primer traspié fue decir que no asumiría como juez por decreto, y luego aceptar esa salida. Y que si ahora se queda estaría minando su prestigio académico. “Explicó dogmático que no correspondería asumir por decreto, pero luego pragmático decidió quedarse. Ahora puede decir lo mismo”, sostuvo un encumbrado funcionario judicial.