Chernóbil, atacada por un dron: así es la compleja estructura que resguarda el peor desastre nuclear
Desde 2016 está cubierta por una enorme cúpula para poder acabar con la vieja estructura que explotó.

El 26 de abril de 1986 ocurrió la peor catástrofe nuclear del mundo. Ese día tuvo lugar la fusión de un reactor de la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania que provocó dos explosiones devastadoras, en las que los restos radiactivos y el combustible se vertieron en el entorno circundante. Hoy en día, la zona sigue siendo altamente radiactiva.
Tiempo después, alrededor la planta se creo la llamada Zona de Exclusión de Chernóbil (ZEC), un círculo de 2.634 kilómetros cuadrados que sigue siendo una de las áreas más radiactivas del mundo. Sin embargo, en ausencia de seres humanos, el lugar se ha transformó en un refugio para la fauna (hasta 14 especies de mamíferos), de manera que es la tercera reserva natural más grande de Europa continental.
Con los años, la ZEC se convirtió en objeto de deseo del turista más osado. Hasta 100.000 personas al año visitaban la zona abandonada. Ese trasiego acabó en febrero de 2022 con la invasión rusa de Ucrania.
Chernóbil, rusa durante 35 días
Rusia ocupó la central nuclear durante 35 días de 2022. sus tropas entraron el 24 de febrero y se marcharon el 31 de marzo. "Los soldados rusos saquearon laboratorios, capturaron guardias y maltrataron personal, y usaron también la planta para lanzar nuevas operaciones militares", contó tiempo después el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
En estos tres años, los combates y ataques en torno a las cuatro centrales atómicas ucranianas han sido frecuentes. Las plantas han sufrido numerosos cortes de suministro eléctrico que han puesto en riesgo los sistemas de refrigeración de los reactores.
Y ello pese que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) lleva desde el comienzo de la invasión rusa advirtiendo del riesgo de un grave accidente nuclear. Especialmente complicada ha sido la situación de la planta de Zaporiyia. Ubicada en el sur de Ucrania, es la mayor de Europa y una de las diez mayores del mundo, y está ocupada por Rusia.
El ataque de un dron ruso
El último episodio ha tenido lugar este viernes pero en Chernóbil. Zelenski ha denunciado que un dron ruso cargado con explosivos ha impactado en la estructura que previene de los escapes de radiación de esta central nuclear. Aunque los daños son significativos, los niveles de radiación no han subido. El OIEA, que ha confirmado el ataque ruso, no ha encontrado indicios de que se haya producido una brecha en la cubierta interior de contención.
La coraza de Chernóbil es una cubierta protectora levantada alrededor del reactor nº 4 de la central. Se trata del llamado Nuevo Confinamiento Seguro, que rodea el sarcófago de hormigón que sepultó ese reactor. Construida en 2016, la cubierta está diseñada para limitar la liberación a la atmósfera de la radiactividad que queda en el reactor. La estructura proporciona un área para que unos científicos e ingenieros trabajen en contener la radiación del sitio.
Se trata de una estructura móvil, la mayor construida hasta la fecha en el mundo, en forma de arco de 110 metros de alto, 150 de ancho y 256 de largo. Pesa más de 30.000 toneladas. Se construyó a 180 metros del reactor y luego, mediante un sofisticado sistema de raíles, fue montado sobre éste. La ejecución de la fase final del proyecto no llegó hasta mayo de 2018.
Desmantelar el sarcófago y el material radiactivo
La estructura, construida por la empresa francesa Novarka, está equipada con grúas controladas a distancia con el objetivo de ir desmontando el viejo sarcófago. Se espera que la cubierta de Chernóbil dure más de cien años.
El coste total del Plan de Ejecución del Sistema de Protección se estimó en 2.150 millones de euros. De esa cantidad, 1.500 millones fueron para el nuevo sarcófago. Todo ello fue financiado por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) con la colaboración de 28 países que aportaron 1.417 millones de euros.
La nueva estructura se creó para desmantelar el sarcófago y extraer el material radiactivo. Pero los planes se vieron interrumpidos por la invasión rusa. En teoría, en 2023 se tendría que haber destruido la vieja estructura de Chernóbil.
Seguir enfriando el combustible
Los cuatro reactores nucleares de la planta llevan 22 años parados y vacíos de combustible. El último de ellos estuvo operativo hasta el año 2000. Chernóbil se alimenta desde la red eléctrica ucraniana a través de ocho líneas. Además, dispone de dos generadores diésel.
¿Para qué? Para poder seguir refrigerando las piscinas donde se sumerge el combustible nuclear. Los técnicos deben hacerlo porque muchos de los elementos radiactivos de ese combustible usado siguen aún hoy desintegrándose, es decir, emitiendo energía.
Todo este complejo sistema tranquiliza, pero no hay riesgo cero. "Si existe voluntad de provocar daños, con repetidos ataques mantenidos en el tiempo, dificultando la restauración de sistemas de seguridad e impidiendo el trabajo de los profesionales del emplazamiento, se acabará por provocar daños. En cualquier caso, eso sí, el impacto radiológico, si lo hubiera, sería muy escaso", ha escrito en National Geographic el ingeniero nuclear e instructor de operación nuclear, Fran Ramírez.
En abril de 2024, en el 38º aniversario de la catástrofe de Chernóbil, el presidente Zelenski acusó a las fuerzas rusas de no tomarse en serio la seguridad de la centrales nucleares en suelo ucraniano. Se refería en concreto a la de Zaporiyia.