CCOO alerta de la subida de brecha salarial en Castilla-La Mancha: las mujeres cobran 4.500 euros menos al año
Las mujeres siguen cobrando menos que los hombres. Solo en Castilla-La Mancha el salario medio anual de las mujeres es de 21.312,65 euros frente a los 25.813,23 euros de los hombres, lo que supone una diferencia de 4.500 euros, una brecha salarial de género que lejos de bajar ha subido por segundo año consecutivo y que se sitúa en el 21,12% en 2022, frente al 17,69% de 2021 y supera al dato nacional (20,62%), algo que no ocurría desde el 2013. Son los datos que ha ofrecido este jueves en Toledo secretaria de Mujeres y Políticas LGTBI del sindicato a nivel regional, Rosario Martínez , que ha presentado en rueda de prensa el informe «La brecha salarial en Castilla-La Mancha», en el entorno del Día de la Igualdad Salarial que se conmemora este sábado. Una diferencia salarial que la dirigente de CCOO explica por la mayor parcialidad, temporalidad y excedencias en las mujeres. Por ello, en su encuentro con los medios de comunicación, ha pedido a la sociedad que se «ponga las pilas» y ha exigido a todas las partes intervinientes que implementen políticas públicas que incidan en cuestiones que lastran las vidas de las mujeres, no sólo en el ámbito laboral, sino también, como hemos visto, social y cultural, y que luego tienen derivaciones e incidencias en esas brechas salariales. «Necesitamos una dotación de herramientas y servicios públicos de cuidados suficientes para las familias, para no condenar a las mujeres a tener que elegir entre tener una vida profesional completa, plena, o una vida dedicada a la familia«. Para CCOO de Castilla-La Mancha este incremento hasta el 21% implica « tomar medidas más radicales para acabar con la brecha salarial de género, es el momento de actuar desde todos los ámbitos (desde la educación, la corresponsabilidad, las administraciones públicas y el empleo). No podemos esperar, ya vamos tarde, necesitamos dar un empujón más, pues al ritmo que llevamos se tardará más de dos décadas en cerrar esta brecha salarial«. Así, en el informe se hace un análisis de la situación y se plantea una batería de propuestas con las medidas a adoptar desde los diferentes ámbitos para reducir esta brecha salarial. Entre estas propuestas, el sindicato hace hincapié «en la corresponsabilidad compartida y asumida por los poderes públicos, las empresas, y también por los hombres y unidades familiares al completo y que los roles de género que hacen que sean las mujeres las que asuman de manera mayoritaria las tareas de cuidados repercuten en la brecha salarial». Aunque Rosario Martínez ha reconocido que se ha avanzado mucho en los últimos años gracias a medidas como la reforma laboral, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) han tenido efectos positivos en el acortamiento de la brecha salarial, aún existen importantes desigualdades. Y ha explicado que la brecha salarial de género se explica por tres componentes: «La desigualdad «ex ante» o a priori que se plasma en roles de género y se traduce en una peor situación de partida a la hora de afrontar la vida laboral; la desigualdad durante la trayectoria laboral y profesional; y la discriminación salarial a posteriori que se traduce en pensiones más bajas». Rosario Martínez ha indicado que, analizando las diferencias entre quienes tienen los salarios más bajos (12.946,57 euros/año para las mujeres y 17.732,49 euros/año en los hombres), la brecha se incrementa aun más alcanzando casi el 37%, cinco puntos por encima al registro de 2021. Ellas cobran menos, y cuando cobran los salarios más bajos son aún peores que los de ellos. En 2019 se produjo una importante reducción de la distancia entre los salarios de hombres y mujeres en los niveles más bajos por la subida del SMI, pero este acercamiento se rompe en 2021 y 2022, años en los que suben más deprisa los salarios de ellos que de ellas. En el cuartil superior, esto es, entre quienes tienen los salarios más altos (26.111,54 euros/año para las mujeres y 29.940,40 euros/año entre los hombres), la brecha es del 14,66%, más de seis puntos más que en 2021. En lo que respecta a la brecha en el empleo, la tasa de empleo de las mujeres se sitúa en el último trimestre de 2024 en el 43,56%, 14,54 puntos por debajo a la masculina. Sólo el 43,45% de las mujeres en edad de trabajar está efectivamente haciéndolo. «Un dato preocupante a pesar de su progresivo aumento», ha dicho porque «si analizamos la repercusión en el empleo del hecho de tener hijos e hijas, vemos como las mayores tasas de empleo son las de los hombres con hijos y las menores las de mujeres con hijos». «La maternidad penaliza a las madres, mientras que la paternidad favorece a los padres cuando hablamos de tasa de empleo, es el rol del patriarcado», ha señalado la secretaria de Mujeres y Políticas LGTBI de CCOO de Castilla-La Mancha. Además, la temporalidad continúa descendiendo tras varios años de efectos de la reforma laboral de 2021. La tasa de temporalidad en mujeres ha continuado descendiendo hasta el 21,3%, medio punto menos con respecto al
Las mujeres siguen cobrando menos que los hombres. Solo en Castilla-La Mancha el salario medio anual de las mujeres es de 21.312,65 euros frente a los 25.813,23 euros de los hombres, lo que supone una diferencia de 4.500 euros, una brecha salarial de género que lejos de bajar ha subido por segundo año consecutivo y que se sitúa en el 21,12% en 2022, frente al 17,69% de 2021 y supera al dato nacional (20,62%), algo que no ocurría desde el 2013. Son los datos que ha ofrecido este jueves en Toledo secretaria de Mujeres y Políticas LGTBI del sindicato a nivel regional, Rosario Martínez , que ha presentado en rueda de prensa el informe «La brecha salarial en Castilla-La Mancha», en el entorno del Día de la Igualdad Salarial que se conmemora este sábado. Una diferencia salarial que la dirigente de CCOO explica por la mayor parcialidad, temporalidad y excedencias en las mujeres. Por ello, en su encuentro con los medios de comunicación, ha pedido a la sociedad que se «ponga las pilas» y ha exigido a todas las partes intervinientes que implementen políticas públicas que incidan en cuestiones que lastran las vidas de las mujeres, no sólo en el ámbito laboral, sino también, como hemos visto, social y cultural, y que luego tienen derivaciones e incidencias en esas brechas salariales. «Necesitamos una dotación de herramientas y servicios públicos de cuidados suficientes para las familias, para no condenar a las mujeres a tener que elegir entre tener una vida profesional completa, plena, o una vida dedicada a la familia«. Para CCOO de Castilla-La Mancha este incremento hasta el 21% implica « tomar medidas más radicales para acabar con la brecha salarial de género, es el momento de actuar desde todos los ámbitos (desde la educación, la corresponsabilidad, las administraciones públicas y el empleo). No podemos esperar, ya vamos tarde, necesitamos dar un empujón más, pues al ritmo que llevamos se tardará más de dos décadas en cerrar esta brecha salarial«. Así, en el informe se hace un análisis de la situación y se plantea una batería de propuestas con las medidas a adoptar desde los diferentes ámbitos para reducir esta brecha salarial. Entre estas propuestas, el sindicato hace hincapié «en la corresponsabilidad compartida y asumida por los poderes públicos, las empresas, y también por los hombres y unidades familiares al completo y que los roles de género que hacen que sean las mujeres las que asuman de manera mayoritaria las tareas de cuidados repercuten en la brecha salarial». Aunque Rosario Martínez ha reconocido que se ha avanzado mucho en los últimos años gracias a medidas como la reforma laboral, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) han tenido efectos positivos en el acortamiento de la brecha salarial, aún existen importantes desigualdades. Y ha explicado que la brecha salarial de género se explica por tres componentes: «La desigualdad «ex ante» o a priori que se plasma en roles de género y se traduce en una peor situación de partida a la hora de afrontar la vida laboral; la desigualdad durante la trayectoria laboral y profesional; y la discriminación salarial a posteriori que se traduce en pensiones más bajas». Rosario Martínez ha indicado que, analizando las diferencias entre quienes tienen los salarios más bajos (12.946,57 euros/año para las mujeres y 17.732,49 euros/año en los hombres), la brecha se incrementa aun más alcanzando casi el 37%, cinco puntos por encima al registro de 2021. Ellas cobran menos, y cuando cobran los salarios más bajos son aún peores que los de ellos. En 2019 se produjo una importante reducción de la distancia entre los salarios de hombres y mujeres en los niveles más bajos por la subida del SMI, pero este acercamiento se rompe en 2021 y 2022, años en los que suben más deprisa los salarios de ellos que de ellas. En el cuartil superior, esto es, entre quienes tienen los salarios más altos (26.111,54 euros/año para las mujeres y 29.940,40 euros/año entre los hombres), la brecha es del 14,66%, más de seis puntos más que en 2021. En lo que respecta a la brecha en el empleo, la tasa de empleo de las mujeres se sitúa en el último trimestre de 2024 en el 43,56%, 14,54 puntos por debajo a la masculina. Sólo el 43,45% de las mujeres en edad de trabajar está efectivamente haciéndolo. «Un dato preocupante a pesar de su progresivo aumento», ha dicho porque «si analizamos la repercusión en el empleo del hecho de tener hijos e hijas, vemos como las mayores tasas de empleo son las de los hombres con hijos y las menores las de mujeres con hijos». «La maternidad penaliza a las madres, mientras que la paternidad favorece a los padres cuando hablamos de tasa de empleo, es el rol del patriarcado», ha señalado la secretaria de Mujeres y Políticas LGTBI de CCOO de Castilla-La Mancha. Además, la temporalidad continúa descendiendo tras varios años de efectos de la reforma laboral de 2021. La tasa de temporalidad en mujeres ha continuado descendiendo hasta el 21,3%, medio punto menos con respecto al tercer trimestre de 2023, mientras que la tasa de temporalidad en los hombres se sitúa siete puntos porcentuales por debajo. Y otro dato clave para explicar el incremento de brecha es la parcialidad: La tasa de mujeres en jornada a tiempo parcial es del 25,2%, frente al 6,2% en los hombres. El 75,34% de las personas con una jornada a tiempo parcial en la región son mujeres. Eso hace que cuando un salario crece porcentualmente, acentúe más la brecha entre quienes trabajan a jornada completa y quienes trabajan a jornada parcial. Respecto a la tasa de inactividad, lo que la EPA denomina «inactivas por labores del hogar» hay 234.320 mujeres inactivas , frente a 27.400 hombres, para atender labores de cuidados. Así, también hay diferencias significativas por sexos en los que respecta a excedencias para el cuidado de hijos/as, con 1.286 mujeres frente a 205 hombres. «Una menor contribución y unas peores condiciones a lo largo de la trayectoria laboral repercute en unas menores pensiones para las mujeres», ha advertido Martínez. Así, la brecha en las pensiones en 2024 es del 36,69%, siendo la pensión media de los hombres de 1.331,67 euros, frente a 974,21 euros de las mujeres. Un 40,63% de las mujeres pensionistas perciben la pensión mínima, porcentaje que en los hombres es del 23,33%. Rosario Martínez ha aportado también el conjunto de propuestas y medidas que su sindicato hace avanzando hacia la reducción y eliminación de la brecha, por una igualdad real en los centros de trabajo y en la sociedad, y ha destacado también «el intenso trabajo que el sindicato está haciendo a partir de programas como Corresponsables, reforzado esta campaña con una agenda completa de visitas y talleres formativos en empresas y centros de enseñanza, entre otros».
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