Besteiro promete «rearmar» el PSdeG para alcanzar la Xunta: «En Galicia el socialismo sigue vivo y en movimiento»

José Ramón Gómez Besteiro ya es, oficialmente y de forma definitiva, el secretario xeral de los socialistas gallegos. Una proclamación anunciada, porque a pesar del amago de Gonzalo Caballero, en esta ocasión tampoco a tenido contrincantes. La suya era la única candidatura, por lo que el resultado del XV Congreso Nacional no dejaba mucho a la imaginación. Fue, en cambio, una muestra del músculo socialista en el Gobierno central para tratar de contrarrestar el batacazo de las autonómicas, en las que obtuvieron su peor resultado hasta la fecha. Zapatero, Bolaños o Montero fueron solo algunos de los nombres que mostraron su apoyo incondicional al político lucense, que, en su intervención, prometió «rearmar» la formación para «dar respuesta a la ciudadanía» y alcanzar el gobierno de la Xunta. «La historia de este partido es la de superar metas que en algún momento nos dijeron que eran imposibles», aseguró, reiterando que la socialista es la única izquierda «que quiere» y «sabe». Un discurso dentro de la línea habitual del socialista, defendiendo su bastión por excelencia, los municipios, y arremetiendo contra esa «resignación» de la que acusan a la Gobierno gallego del PP. El congreso, indicó, se celebra en un momento de especial relevancia para el partido, pues hace 100 años, en un mes de diciembre, fallecía su fundador, Pablo Iglesias, ferrolano de nacimiento. «El socialismo nació en Galicia, y es aquí donde su legado sigue muy vivo y en absoluto movimiento», aseguró, diciendo tener la «voluntad» de ganarse la confianza de la ciudadanía. Son tres años para recuperar los escaños perdidos, de los que se benefició el nacionalismo gallego. A ellos, en cambio, no hubo una mención directa, aunque tampoco hizo falta. Si la de Besteiro es en Galicia la única izquierda que puede promover el cambio, no lo es la de Ana Pontón. Dedicó unas palabras también a los populares, a los que quiso lanzar un «Mensaje alto y claro»: «Galicia, con el socialismo, no se resigna». Así, frente al auge de la derecha y la ultraderecha en Europa, de las fuerzas ultranacionalistas y las radicales, apeló a «Más Europa» y «más Galicia», abogando por una impulso a las energías renovables para garantizar un desarrollo sostenible y luchar contra la emergencia climática. Porque pata el PP, aseguró, la «única emergencia climática es Altri», dejando entrever su postura contraria a la empresa a pesar de que el Gobierno central ya ha confirmado que, si cumple con toda la normativa, no pondrá impedimentos para su instalación. Rechazar de forma clara esta planta era precisamente una de las enmiendas a la ponencia marco que presentaron las Xuventudes Socialistas, que se levantaron de sus asientos para aplaudir las palabras del secretario xeral. En todo caso, será en este Congreso donde los socialistas gallegos aprueben definitivamente su hoja de ruta para los próximos años. El relatorio que se debatirá, insistió, es fruto de «un inmenso trabajo» y «proceso de escucha» por todo el territorio gallego, con el que dará comienzo una «nueva etapa». «El cambio comienza aquí, y lo haremos porque ya lo hemos conseguido. La historia de este partido es la de superar metas que en algún momento nos dijeron que eran imposibles», aseveró. Un acto en el que el reelegido líder del socialismo gallego recibió el apoyo de algunos de sus homólogos, como Salvador Illa, María Chivida o Eneko Andueza, que grabaron un mensaje mostrando su «apoyo» total al político lucense. También Comisiones Obreras reiteraron tener la «mano tendida» al socialista, del mismo modos que los secretarios generales de UGT y Unións Agrarias; y socialistas gallegos, como Inés Rey, Sánchez Bugallo, Lara Mendez o el delegado del Gobierno, Pedro Blanco. Aunque la intervención que más revuelo causó fue la del ex presidente, Rodríguez Zapatero, que, igual que la ministra María Jesús Montero, arroparon desde Madrid al gallego para que, con la «fuerza de los 146 años» de historia del partido, vuelva a poner a los socialistas en San Caetano. El socialismo, aseguró la titular de Hacienda, es la «alternativa» para Galicia, con Besteiro a la cabeza y su «experiencia, liderazgo y capacidad». También tomaron la palabra las Xuventudes Socialistas, aunque no fue Xurxo Doval quien se subió a la palestra. Lo hizo Ana Alvite, que defendió el trabajo de la militancia y su aportación al cambio para que «Galicia camine y no cojee». LA vivienda, el transporte o la sanidad fueron algunas de sus reivindicaciones, en esta ocasión de forma más comedida que en la crítica que hizo la formación cuando presentaron sus enmiendas y dejando clara la buena relación con el secretario xeral. Eso sí, hubo algún dardo de precisión, dirigido tanto a los nacionalistas como a Ferraz. A los primeros, les aseguraron que el gallego es de todos, no solo del Bloque, y que «contra el sectarismo», la respuesta es «más socialismo». A la dirección de su partido, en cambio, fue más sutil, reivindicando su pretensión de mantener las siglas finales de L

Mar 8, 2025 - 13:59
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Besteiro promete «rearmar» el PSdeG para alcanzar la Xunta: «En Galicia el socialismo sigue vivo y en movimiento»
José Ramón Gómez Besteiro ya es, oficialmente y de forma definitiva, el secretario xeral de los socialistas gallegos. Una proclamación anunciada, porque a pesar del amago de Gonzalo Caballero, en esta ocasión tampoco a tenido contrincantes. La suya era la única candidatura, por lo que el resultado del XV Congreso Nacional no dejaba mucho a la imaginación. Fue, en cambio, una muestra del músculo socialista en el Gobierno central para tratar de contrarrestar el batacazo de las autonómicas, en las que obtuvieron su peor resultado hasta la fecha. Zapatero, Bolaños o Montero fueron solo algunos de los nombres que mostraron su apoyo incondicional al político lucense, que, en su intervención, prometió «rearmar» la formación para «dar respuesta a la ciudadanía» y alcanzar el gobierno de la Xunta. «La historia de este partido es la de superar metas que en algún momento nos dijeron que eran imposibles», aseguró, reiterando que la socialista es la única izquierda «que quiere» y «sabe». Un discurso dentro de la línea habitual del socialista, defendiendo su bastión por excelencia, los municipios, y arremetiendo contra esa «resignación» de la que acusan a la Gobierno gallego del PP. El congreso, indicó, se celebra en un momento de especial relevancia para el partido, pues hace 100 años, en un mes de diciembre, fallecía su fundador, Pablo Iglesias, ferrolano de nacimiento. «El socialismo nació en Galicia, y es aquí donde su legado sigue muy vivo y en absoluto movimiento», aseguró, diciendo tener la «voluntad» de ganarse la confianza de la ciudadanía. Son tres años para recuperar los escaños perdidos, de los que se benefició el nacionalismo gallego. A ellos, en cambio, no hubo una mención directa, aunque tampoco hizo falta. Si la de Besteiro es en Galicia la única izquierda que puede promover el cambio, no lo es la de Ana Pontón. Dedicó unas palabras también a los populares, a los que quiso lanzar un «Mensaje alto y claro»: «Galicia, con el socialismo, no se resigna». Así, frente al auge de la derecha y la ultraderecha en Europa, de las fuerzas ultranacionalistas y las radicales, apeló a «Más Europa» y «más Galicia», abogando por una impulso a las energías renovables para garantizar un desarrollo sostenible y luchar contra la emergencia climática. Porque pata el PP, aseguró, la «única emergencia climática es Altri», dejando entrever su postura contraria a la empresa a pesar de que el Gobierno central ya ha confirmado que, si cumple con toda la normativa, no pondrá impedimentos para su instalación. Rechazar de forma clara esta planta era precisamente una de las enmiendas a la ponencia marco que presentaron las Xuventudes Socialistas, que se levantaron de sus asientos para aplaudir las palabras del secretario xeral. En todo caso, será en este Congreso donde los socialistas gallegos aprueben definitivamente su hoja de ruta para los próximos años. El relatorio que se debatirá, insistió, es fruto de «un inmenso trabajo» y «proceso de escucha» por todo el territorio gallego, con el que dará comienzo una «nueva etapa». «El cambio comienza aquí, y lo haremos porque ya lo hemos conseguido. La historia de este partido es la de superar metas que en algún momento nos dijeron que eran imposibles», aseveró. Un acto en el que el reelegido líder del socialismo gallego recibió el apoyo de algunos de sus homólogos, como Salvador Illa, María Chivida o Eneko Andueza, que grabaron un mensaje mostrando su «apoyo» total al político lucense. También Comisiones Obreras reiteraron tener la «mano tendida» al socialista, del mismo modos que los secretarios generales de UGT y Unións Agrarias; y socialistas gallegos, como Inés Rey, Sánchez Bugallo, Lara Mendez o el delegado del Gobierno, Pedro Blanco. Aunque la intervención que más revuelo causó fue la del ex presidente, Rodríguez Zapatero, que, igual que la ministra María Jesús Montero, arroparon desde Madrid al gallego para que, con la «fuerza de los 146 años» de historia del partido, vuelva a poner a los socialistas en San Caetano. El socialismo, aseguró la titular de Hacienda, es la «alternativa» para Galicia, con Besteiro a la cabeza y su «experiencia, liderazgo y capacidad». También tomaron la palabra las Xuventudes Socialistas, aunque no fue Xurxo Doval quien se subió a la palestra. Lo hizo Ana Alvite, que defendió el trabajo de la militancia y su aportación al cambio para que «Galicia camine y no cojee». LA vivienda, el transporte o la sanidad fueron algunas de sus reivindicaciones, en esta ocasión de forma más comedida que en la crítica que hizo la formación cuando presentaron sus enmiendas y dejando clara la buena relación con el secretario xeral. Eso sí, hubo algún dardo de precisión, dirigido tanto a los nacionalistas como a Ferraz. A los primeros, les aseguraron que el gallego es de todos, no solo del Bloque, y que «contra el sectarismo», la respuesta es «más socialismo». A la dirección de su partido, en cambio, fue más sutil, reivindicando su pretensión de mantener las siglas finales de LGTBIQ+ y defendiendo que no puede darse «ni un paso a atrás» en la lucha contra la discriminación. Esta era, precisamente, una de sus enmiendas.