Aranceles al aluminio y acero: la "ayuda" de Trump y por qué podrían bajar los precios

Mientras el mundo analiza el impacto del bombardeo de aranceles que crece entre Estados Unidos y China, los actores de la industria nacional miden el efecto local frente al reciente anuncio de incremento de 25% al ingreso de acero y aluminio que fijará Donal Trump

"Cualquier acero que entre a Estados Unidos tendrá un arancel del 25%", dijo el jefe de la Casa Blanca a la prensa y además confirmó que implementará "aranceles recíprocos" en casos donde otro país haya impuesto tasas a los bienes estadounidenses.

En respuesta, según publicó Financial Times, el Gobierno de China impuso aranceles de represalia a Estados Unidos que afectan a productos por un valor de u$s 14.000 millones a partir del 10 de febrero.

A nivel global, los fabricantes de automóviles planean tomar varias medidas de mitigación, que podrían compensar el impacto en sus perfiles crediticios en caso que los aranceles sobre las importaciones de México y Canadá se implementen. "Podrían ejercer presión sobre las métricas crediticias de algunos fabricantes de automóviles globales", señaló Fitch Ratings.

"Honda, General Motors, Nissan y Stellantis tienen la mayor exposición a los aranceles estadounidenses en nuestra cartera calificada de fabricantes de equipos originales debido a la alta participación de vehículos importados a Estados Unidos desde México y Canadá en sus ventas globales", describe el informe.

Impacto local

En el escenario local, las automotrices aguardan que se confirmen los anuncios para dar precisiones sobre el impacto, sin embargo, desde distintos sectores que consumen acero y aluminio en la producción plantean "efectos heterogéneos".

En el caso de Techint puede representar un problema en relación a las exportaciones sin embargo, puede verse beneficiada ya que posee una planta en Estados Unidos

En el caso de Aluar, el efecto también puede ser negativo ya que destina el 50% de su producción al mercado externo con mayor proporción a Norteamérica.

Aldo Lo Russo, empresario pyme que produce tuercas y pernos, contó que el 80% de la producción mundial de estos bienes se concentra en China, Tailandia e India, por eso, el alza de aranceles a los países de Asia ya representó un beneficio.

En el mismo sentido se expresaron desde el sector autopartistas al indicar que "puede representar una reducción de precios internos".

Frente a la necesidad de vender a EE.UU. lo mismo al precio anterior ya que las empresas deberán ajustar el precio, para que con el 25% quede igual al acero americano, convendrá vender el excedente a otros países con un precio competitivo.

Esta versión fue contrastada por uno de los principales productores del país al remarcar que el 50% de lo producido a nivel local es exportado. "Imposible, compensar ese volumen de negocio", dijo a El Cronista una fuente del sector privado.

Antecedente positivo

"Este incremento de aranceles impacta indudablemente en las ventas de acero y aluminio de la Argentina", dijo Jose Luis Ammaturo, titular Junta Directiva en la Unión Industrial Argentina  (UIA) y destacó que el 40% de la producción de ALUAR se vende a Estados Unidos.

Sin embargo, el industrial fue optimista al recordar que la Argentina puede acceder a una excepción a partir del buen diálogo entre Javier Milei y Donald Trump como sucedió años atrás, durante la gestión de Mauricio Macri, cuando se fijaron aranceles en un situación similar a la actual. 

Acero y aluminio en la industria

El directivo de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA) dijo que "el acero, está inmerso en toda la actividad industrial, desde la industria, la minería, el petróleo, alimenticio, en múltiples rubros y es necesario".

Respecto a los excedentes de exportación que puedan surgir,  "no sé si estará en condiciones de absorber con este nivel de actividad, seguramente que no", planteó.

Sobre el aluminio, indicó que se utiliza fundamentalmente en la industria y, particularmente, en la construcción, actividad naval, conductores eléctricos. 

"Se trata de una industria que está poco a poco moviéndose, pero que todavía no ha llegado a lograr desarrollarse completamente con un 50% de capacidad instalada, y doblemente costaría absorber todo ese excedente", apuntó.

Por eso, bueno, el dirigente pyme, remarcó que el sector público articule con el privado para "insertarnos en el comercio internacional y poder exportar no sólo de productos de acero o aluminio, sino también de productos terminados".