Aprender a usar la IA es tan clave como saber leer y escribir

Los argentinos debemos volver a la escuela. Todos nosotros, los 47 millones. No importa la edad, la profesión o el lugar en el que vivamos ¿Para qué? Para aprender a usar la nueva herramienta del futuro: la inteligencia artificial (IA). Inteligencia artificial: motor de crecimiento para la Argentina en 2025 Víctor ValleEncuesta Inteligencia artificial: argentinos desconfían de su uso en el Estado y apoyan su regulación Opinión Inteligencia Artificial: será esencIAl poder sumar alfabetización digital a los nuevos modelos educativos Marcelo MuscilloCuando se habla de IA, normalmente se piensa en grandes computadoras, modelos matemáticos complejos desarrollados por multinacionales y miles de millones de dólares de inversión. Todo eso nos da la sensación de que esta transformación se juega en otra cancha, en la cual los ciudadanos de a pie no tenemos mucho que hacer. Craso error.La IA ya está entre nosotros, transformando trabajos, rutinas y decisiones cotidianas. Es una tecnología expansiva, con impacto masivo y efectos significativos en nuestra calidad de vida. La pregunta no es si nos afectará, sino cuándo y cómo decidiremos aprovecharla. Su uso compete a todos los ciudadanos, a todas las profesiones y a todas las actividades. Cuanto mejor sepamos utilizarla, más capacitados estaremos para desarrollar nuestras rutinas.Este desarrollo creciente de la IA ya empezó a notarse en ciertos ambientes profesionales. Con razón, se dice que los trabajadores que mejor sepan aprovecharla tendrán muchas más posibilidades de encontrar o retener sus empleos, que aquellos que no lo tengan. Sorprende la velocidad con que las soluciones de IA generativa están penetrando en los entornos profesionales. Abogados, contadores, médicos, periodistas y docentes, por nombrar solo algunas actividades, ya están siendo desafiados por los usos de esta tecnología.Sin embargo, aún no tenemos una cabal idea de lo amplio y profundo que será el uso de la IA en todos los ámbitos de nuestra vida, no solamente la profesional. Nos atraviesa en lo cotidiano: en cómo buscamos información, organizamos nuestras tareas, aprendemos, compramos e incluso nos entretenemos. Tarde o temprano nos llegará a todos. Y mejor que sea temprano y estemos preparados para saber usarla.A este fenómeno se lo denomina "absorción social de la IA". Es la base de un círculo virtuoso: cuantos más usuarios tenga la IA, mayor será la demanda de soluciones, y esto alimentará el interés de las empresas por desarrollar nuevas aplicaciones, ampliar el universo de datos disponible e invertir en infraestructura técnica.Argentina tiene la oportunidad de posicionarse como un hub de IA a nivel global, pero para lograrlo es fundamental que la tecnología no quede confinada a centros de investigación o grandes empresas, sino que esos avances deben sean adoptados por toda la población y lleguen a cada rincón del país, desde La Quiaca hasta Ushuaia. Se fomentará así en nuestro país un mercado activo donde demanda y oferta encuentren un ciclo de crecimiento sólido y constante.ChatGPT Inteligencia Artificial para hacer tareas: 3 herramientas para aprender y obtener las mejores calificaciones Universidades Inteligencia Artificial: dónde estudiar y qué carreras existen en la Argentina Pero, ¿cómo se puede aprender a usar? ¿Hay que ir a alguna universidad y estudiar varios cuatrimestres para llegar a entender algo? No, acceder a los primeros pasos en modo usuario no es una tarea complicada ni larga. Obviamente, exige que el interesado tenga conexión con la red digital -a través de su computadora o de su celular-. Sobre esta base mínima se puede iniciar la curva de aprendizaje, cuyo primer eslabón será aprender a dialogar con las soluciones de IA generativa disponibles.Las ventajas que puede ofrecer el auxilio de la IA a las diferentes actividades son enormes. Pensemos, por ejemplo, en cómo un docente puede optimizar la preparación de sus materias, la vinculación con sus alumnos y el seguimiento de los resultados de sus actividades, individualizando los trayectos formativos más adecuados para los perfiles de cada educando.El salto cualitativo que enfrentamos es muy desafiante, y los resultados que podemos cosechar del uso inteligente de esta nueva tecnología no tienen límites. La alfabetización en IA es una inversión en nuestro futuro, una habilidad tan fundamental como aprender a leer o escribir. No podemos darnos el lujo de quedarnos atrás. Es momento de ponernos manos a la obra.

Mar 16, 2025 - 16:47
 0
Aprender a usar la IA es tan clave como saber leer y escribir

Los argentinos debemos volver a la escuela. Todos nosotros, los 47 millones. No importa la edad, la profesión o el lugar en el que vivamos ¿Para qué? Para aprender a usar la nueva herramienta del futuro: la inteligencia artificial (IA).

Cuando se habla de IA, normalmente se piensa en grandes computadoras, modelos matemáticos complejos desarrollados por multinacionales y miles de millones de dólares de inversión. Todo eso nos da la sensación de que esta transformación se juega en otra cancha, en la cual los ciudadanos de a pie no tenemos mucho que hacer. Craso error.

La IA ya está entre nosotros, transformando trabajos, rutinas y decisiones cotidianas. Es una tecnología expansiva, con impacto masivo y efectos significativos en nuestra calidad de vida. La pregunta no es si nos afectará, sino cuándo y cómo decidiremos aprovecharla. Su uso compete a todos los ciudadanos, a todas las profesiones y a todas las actividades. Cuanto mejor sepamos utilizarla, más capacitados estaremos para desarrollar nuestras rutinas.

Este desarrollo creciente de la IA ya empezó a notarse en ciertos ambientes profesionales. Con razón, se dice que los trabajadores que mejor sepan aprovecharla tendrán muchas más posibilidades de encontrar o retener sus empleos, que aquellos que no lo tengan. Sorprende la velocidad con que las soluciones de IA generativa están penetrando en los entornos profesionales. Abogados, contadores, médicos, periodistas y docentes, por nombrar solo algunas actividades, ya están siendo desafiados por los usos de esta tecnología.

Sin embargo, aún no tenemos una cabal idea de lo amplio y profundo que será el uso de la IA en todos los ámbitos de nuestra vida, no solamente la profesional. Nos atraviesa en lo cotidiano: en cómo buscamos información, organizamos nuestras tareas, aprendemos, compramos e incluso nos entretenemos. Tarde o temprano nos llegará a todos. Y mejor que sea temprano y estemos preparados para saber usarla.

A este fenómeno se lo denomina "absorción social de la IA". Es la base de un círculo virtuoso: cuantos más usuarios tenga la IA, mayor será la demanda de soluciones, y esto alimentará el interés de las empresas por desarrollar nuevas aplicaciones, ampliar el universo de datos disponible e invertir en infraestructura técnica.

Argentina tiene la oportunidad de posicionarse como un hub de IA a nivel global, pero para lograrlo es fundamental que la tecnología no quede confinada a centros de investigación o grandes empresas, sino que esos avances deben sean adoptados por toda la población y lleguen a cada rincón del país, desde La Quiaca hasta Ushuaia. Se fomentará así en nuestro país un mercado activo donde demanda y oferta encuentren un ciclo de crecimiento sólido y constante.

Pero, ¿cómo se puede aprender a usar? ¿Hay que ir a alguna universidad y estudiar varios cuatrimestres para llegar a entender algo? No, acceder a los primeros pasos en modo usuario no es una tarea complicada ni larga. Obviamente, exige que el interesado tenga conexión con la red digital -a través de su computadora o de su celular-. Sobre esta base mínima se puede iniciar la curva de aprendizaje, cuyo primer eslabón será aprender a dialogar con las soluciones de IA generativa disponibles.

Las ventajas que puede ofrecer el auxilio de la IA a las diferentes actividades son enormes. Pensemos, por ejemplo, en cómo un docente puede optimizar la preparación de sus materias, la vinculación con sus alumnos y el seguimiento de los resultados de sus actividades, individualizando los trayectos formativos más adecuados para los perfiles de cada educando.

El salto cualitativo que enfrentamos es muy desafiante, y los resultados que podemos cosechar del uso inteligente de esta nueva tecnología no tienen límites. La alfabetización en IA es una inversión en nuestro futuro, una habilidad tan fundamental como aprender a leer o escribir. No podemos darnos el lujo de quedarnos atrás. Es momento de ponernos manos a la obra.