Adiós a la mítica casa de 'Gran Hermano': el 'reality' se muda para crecer

¿Por qué se cierra la casa de 'Gran Hermano' en Guadalix de la Sierra?

Mar 18, 2025 - 12:21
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Adiós a la mítica casa de 'Gran Hermano': el 'reality' se muda para crecer

Hubo un tiempo en que nombrar Guadalix de la Sierra era recordar al alcalde Don Pablo de Bienvenido Mr Marsall (1953), pues allí se rodó la película de Luis García Berlanga. Pero durante las dos últimas décadas verbalizar Guadalix de la Sierra ha sido pensar en la casa de Gran Hermano. Hasta hoy que, coincidiendo con el aniversario de la primera mudanza del reality, sus creadores han anunciado que abandonan el edificio que tantas horas de convivencia televisiva ha protagonizado.

Fue el 18 de marzo de 2001 cuando se estrenó este hogar-plató después de que la primera edición del programa se produjera desde unos módulos en Soto Del Real. El boom de audiencias del GH del año 2000 evidenció que esa ubicación no era un lugar seguro. Era de sencillo acceso para fans y, también, para haters. Lo que facilitaba los planes a los que pretendían sabotear de alguna manera la emisión. Se intentó más de un vez de diferentes formas, ya fuera gritando información del exterior para influir a los concursantes, lanzando objetos o creando performances callejeros. Incluso el cómico Leo Bassi se hizo vecino de GH1 para rebelarse contra el “experimento sociológico” con su habitual corrosión.

Cuánto ha cambiado la tele desde entonces. De hecho, ahora ya todo es un reality. Hasta la política. Incluso nosotros mismos protagonizamos un reality: llevamos en el bolsillo una cámara dispuesta a grabar en un aparato que emite cómo, dónde y cuándo queramos. Es nuestro teléfono móvil, repleto de redes sociales.

Gran Hermano necesita una nueva casa, acorde con los nuevos tiempos en donde huimos de confinamientos -bastante tuvimos en la pandemia de 2020- y celebramos espacios más amplios (y paradisiacos) en los que soñar. Como consecuencia, la fortificación en Guadalix de la Sierra cierra para siempre. Está sobradamente amortizada. Nunca más se volverá a emitir GH desde lo alto de esa colina, que aislaba el show de la realidad.

Toca decir adiós a un sitio mítico para los fans de la telerrealidad. Pero el futuro de Gran Hermano depende de su capacidad para saber crecer con la sociedad. Ya hace tiempo se bajaron las cámaras del techo para que la realización visual fuera más natural y las imágenes remitieran menos a videovigilancia de seguridad de parking.

En 2025, el programa de Telecinco, producido por Zeppelin, necesita un salto mayor. Una casa más amplia, de techos más prominentes y con más alturas, incluso con luz natural y la capacidad de divisar el exterior, como sucede en la nueva Academia de OT. Una casa más realista que no nos traslade a una reclusión en una nave poligonera de techos bajo y jardín encajonado.

El público agradece soñar con resorts (ahí coge carrerilla La isla de las tentaciones y Supervivientes) y la tecnología de hoy permite ya no depender de cámaras escondidas detrás de oscuros espejos. La tele puede colarse allá donde se proponga. El reality somos nosotros. Y Gran Hermano sale de su propio encierro. La casa de Guadalix ya es historia, para poder contar nuevas historias a tono con los tiempos que vivimos.