¿A qué hora queman las Fallas y por qué se hace esta tradición?

Estamos casi a punto de decir adiós a las Fallas de Valencia 2025, que como todo el mundo sabe, es una de las festividades más icónicas de España y del mundo. Durante gran parte del mes de marzo, las calles de la capital del Turia se han llenado de monumentos espectaculares, música, pólvora y emoción, atrayendo a miles de visitantes que quieren vivir de primera mano esta tradición única. Pero, sin duda, el momento más esperado de la fiesta está a punto de llegar, con la popular Cremà, que es cuando las fallas arden en una explosión de fuego y color que marca el final de la celebración. Para muchos, este instante es la esencia de la fiesta, un evento que simboliza la renovación y la llegada de la primavera.

Esta tradición se ha mantenido viva durante siglos y ha evolucionado hasta convertirse en un espectáculo de alcance internacional. Sin embargo, hay muchas preguntas en torno a la quema de las Fallas: ¿Por qué se hace? ¿Desde cuándo se celebra? ¿A qué hora arden los monumentos? Conocer el origen y el significado de la Cremà es esencial para entender el alma de esta festividad, que cada año atrae a más turistas y apasionados de la cultura valenciana. Un momento sin duda de mucho espectáculo que supone además un fin de fiesta que nadie se quiere perder. De modo que si deseas ser testigo del momento en el que se queman los monumentos que han sido admirados durante días, toma nota porque te ofrecemos a continuación, las respuestas a las preguntas antes planteadas.

¿Cuándo se queman las Fallas?

El momento culminante de las Fallas llega en la noche del 19 de marzo, coincidiendo con la festividad de San José, patrón de los carpinteros. Esta jornada, que también es el Día del Padre en España, marca el final de las celebraciones y da paso a la esperada Cremà. A lo largo del día, los valencianos y los turistas disfrutan de los últimos actos falleros, como la entrega de premios y la misa en honor a San José, pero es al caer la noche cuando todo el mundo se prepara para ver cómo las llamas devoran las impresionantes esculturas.

La quema comienza con las fallas infantiles, que arden a partir de las 20:00 horas. Poco después, a las 22:00, se inicia la quema de las fallas grandes, con una excepción importante: la que haya obtenido el primer premio en la sección especial se quema a las 22:30, como reconocimiento a su excelencia artística. Finalmente, el evento culmina con la quema de la falla del Ayuntamiento de Valencia, que suele ser la más espectacular y se prende fuego a las 23:00 horas, poniendo fin a la festividad.

¿Por qué se queman las Fallas?

El origen de esta tradición se remonta a siglos atrás, cuando los carpinteros de Valencia solían deshacerse de los restos de madera y trastos viejos al final del invierno. Para celebrar la llegada de la primavera y honrar a San José, patrón de su gremio, estos artesanos quemaban en la calle las estructuras de madera que habían utilizado para sostener los candiles que les daban luz durante los meses fríos.

Con el tiempo, esta costumbre evolucionó y los valencianos comenzaron a añadir otros elementos a las hogueras, como trapos y figuras de cartón. Así nacieron los primeros ninots, muñecos que, gracias al humor satírico de la sociedad valenciana, se transformaron en figuras caricaturescas que representaban a personajes conocidos o criticaban temas de actualidad. De esta forma, la tradición pasó de ser un simple ritual de limpieza a convertirse en un arte efímero que refleja la visión de los valencianos sobre el mundo que les rodea.

Hoy en día, las Fallas han adquirido una magnitud enorme y cada monumento fallero es una auténtica obra de arte, con presupuestos que pueden alcanzar cifras millonarias. A pesar de su corta vida, estas estructuras son diseñadas y construidas con gran esmero, sabiendo que su destino final es el fuego purificador de la Cremà.

El simbolismo del fuego en las Fallas

El fuego es el elemento central de las Fallas y no sólo por su capacidad de destrucción, sino también por su simbolismo. En muchas culturas, el fuego representa la purificación, la renovación y el inicio de un nuevo ciclo. En el caso de las Fallas, las llamas destruyen los monumentos para dar paso a un nuevo año fallero, en el que las comisiones comienzan de nuevo el proceso de planificación y construcción de las fallas del año siguiente.

Para los valencianos, el fuego es una forma de cerrar un ciclo y dejar atrás lo viejo para dar la bienvenida a lo nuevo. Es un acto de despedida cargado de emoción, en el que los falleros y falleras ven arder sus creaciones con lágrimas en los ojos, pero también con la ilusión de empezar de nuevo. La ‘Cremà’ es, por tanto, una metáfora de la vida misma: un fin que, al mismo tiempo, es un nuevo comienzo.

La seguridad en la Cremà

Dado que la Cremà implica la quema de grandes estructuras en el centro de la ciudad, la seguridad es un aspecto clave de la organización del evento. Los bomberos juegan un papel fundamental en esta noche, ya que deben controlar el fuego y garantizar que las llamas no se propaguen más allá de lo previsto. Para ello, cada falla cuenta con un equipo de bomberos que supervisa la quema y actúa rápidamente en caso de necesidad.

Además, los materiales con los que se construyen los ninots han evolucionado con el tiempo para hacer que la quema sea más segura y menos contaminante. Aunque en el pasado se utilizaban elementos altamente tóxicos, hoy en día se apuesta por materiales más sostenibles, que arden de manera controlada y generan menos residuos perjudiciales para el medio ambiente.

¿Cómo vivir la «Cremà» en Valencia?

Para quienes visitan Valencia durante estos últimos días de Fallas, la Cremà es un espectáculo que no pueden perderse. Sin embargo, es importante planificar bien la noche para asegurarse un buen sitio desde el que ver la quema de las fallas más emblemáticas. La plaza del Ayuntamiento es el epicentro del evento, ya que es donde arde la falla municipal, pero también hay cientos de fallas repartidas por toda la ciudad que ofrecen espectáculos impresionantes.

Lo ideal es recorrer diferentes barrios para ver cómo arden varias fallas y disfrutar de la atmósfera mágica que se crea en las calles. Además, muchas comisiones falleras organizan eventos previos a la quema, con música, fuegos artificiales y verbenas que hacen que la fiesta sea aún más especial. Sin duda, vivir la ‘Cremà’ en Valencia es una experiencia única que queda grabada en la memoria de quienes la presencian.

Con el último resplandor de las llamas, las Fallas dicen adiós hasta el próximo año, dejando tras de sí cenizas y recuerdos imborrables. Y mientras el fuego consume las obras de arte efímeras, los falleros ya empiezan a soñar con los monumentos que construirán en la siguiente edición. Porque en Valencia, las Fallas nunca terminan, solo esperan pacientemente a renacer de las cenizas.