Yo qué quieres que te diga si he nacido donde la vida premia la espera, donde el frío se abriga, donde la sangre se altera, donde la pena se olvida y el mal se envenena. Cómo podría intentar explicarlo, si aquí el calendario son las cuentas de un rosario que se reza respirando. Si los lunes son viernes y los miércoles son sábados. Si los martes son domingos y los domingos son sagrados. Cómo hacer para que entiendas que aquí se libra la contienda entre el cielo y la tierra, entre la paz y la guerra, entre lo que se abre y lo que se cierra. Si los biorritmos de la existencia son un reloj roto al que el...
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