Un universo de cerámica con ídolos populares y mundos imaginarios

La escultora mendocina Vivian Magis inaugura la exposición “El centro es rojo”, la más importante de su trayectoria

May 11, 2025 - 06:14
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Un universo de cerámica con ídolos populares y mundos imaginarios

La cerámica ha sido en la vida de Vivian Magis una forma de mantenerse a salvo. Es que existen momentos en la historia de esta artista donde el dolor se volvió tiempo de silencio profundo y horas de trabajo en arcilla.

El arte ha sido sanador en muchos sentidos y un eje fundamental para mí”, resume la escultora formada en la Universidad de Nacional de Cuyo, donde luego fue docente, investigadora, coordinadora de actividades culturales y directora de la carrera de Cerámica, hasta jubilarse.

El centro es rojo es el nombre de la exposición –de tres salas, tres pisos–, que hasta el 29 de junio puede visitarse en el Museo Carlos Alonso-Mansión Stoppel, en la Ciudad de Mendoza. Y si bien su producción artística no es un espejo de sucesos personales, refleja cuatro décadas de pensamientos, juegos, metáforas y observaciones de la realidad.

En este recorrido individual, tal vez el más relevante de su trayectoria, su territorio de cerámica conecta ídolos populares, temas universales, misterios humanos y mundos imaginarios. Charly García, entre los ídolos populares

“La muestra se despliega en escenarios habitados por personajes y microescenas. El cuerpo, lo simbólico y la materia son protagonistas. Vivian Magis, maestra de generaciones y mujer de fuegos, crea personajes que silban, cantan y gritan sus verdades en obras recientes y otras que la han acompañado durante años. En esta convivencia de tiempos y formas aparece una nueva mirada”, revelan las curadoras de la exposición, Marcela Furlani y Mariana Barón.

El Espacio B del Museo Carlos Alonso es entonces morada para “celebridades de arcilla”, como Charly García o Diego Maradona en la Argentina de los 90. O para una serie de corazones y cerebros que brotaron en 2010 y que dialogan sobre el antagonismo del sentimiento y la razón.

Hay naipes que rodean a Alicia en el país de las maravillas, surgida durante la pandemia, y lugar para las mujeres que habitan por fuera de los cánones de belleza. Hay animales humanizados del último tramo de la ceramista y una pared roja que es telón de fondo para “Angélica, la niña mala”. Además, una secuencia de obras pequeñas y algunas esculturas de su faceta abstracta.

“Esta es una de mis exposiciones más grandes, podría decir, junto a otra que presenté en el Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo, en Santa Fe (1999), y en el Museo Nacional de Arte Decorativo (2001). Son unas 30 obras de distintas épocas que representan el trabajo de muchos años”, dice Vivian Magis, figura central en el desarrollo de la cerámica artística en Mendoza.

Su obra ha sido exhibida en importantes salas del país y el extranjero, y forma parte de colecciones privadas de los Estados Unidos, Holanda y Brasil, y públicas como las del Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza, el Museo Emiliano Guiñazú-Casa de Fader o el Museo de Arte Latinoamericano y Argentino de Fuping, en China.

“Mi proceso de trabajo varía, aunque por lo general se origina de una poética y un concepto que luego es volcado a la obra y que empieza con la pasta cerámica y su actitud fenomenológica. Todo tiene que ver con mis vivencias y mi percepción de la realidad. El mismo tema me ha llevado de una escultura a la otra, en el caso de las series, y a incorporar materiales como vidrios, metales, objetos y documentos históricos. He trabajado mucho con elementos que me sugieren algo y con técnicas duchampianas como el objet trouvé”, agrega Vivian.

La cerámica llegó a sus manos por casualidad, en un curso de orientación vocacional, y despertó una pasión que perdura intacta.

“Tocar la arcilla es una sensación tan sensual y amorosa, diría, que me resultó muy dúctil desde un principio para lo que quería decir. En mis comienzos ya sabía que no buscaba elaborar ánforas o vasijas, sino hacer esculturas. Esto representó una especie de lucha a lo largo de mi carrera como alumna y docente, porque la concepción de la cerámica como ‘arte menor’ estaba muy presente. En la contemporaneidad se hacen esculturas con todo tipo de materiales, efímeros, nobles y también que no lo son. La cerámica tiene ahora otro significado”, asegura. La Mansión Stoppel, ubicada en la avenida Emilio Civit 348 de Mendoza, fue construida por Luis Stoppel, un comerciante chileno de ascendencia alemana, entre 1910 y 1912. Estuvo cerrada desde 1977 hasta 2018. En la actualidad, ahí funciona el Museo Carlos Alonso. La mansión es un ejemplo de lujo y belleza arquitectónica.

Vivian Magis menciona influencias que despejaron el camino y aparecen los nombres de los escultores Leo Tavella o Inger Borringer: “Incluso cuando aún estudiaba en la facultad, la profesora Hilda López Correa traía artistas de Buenos Aires, como la escultora Mireya Baglietto, que tenía años de investigación en el preparado de sus propios esmaltes, algo por entonces desconocido para mí. Eliana Molinelli también fue una figura muy importante. Primero como profesora, después como amiga y colega maravillosa”.

En su casa-taller de Chacras de Coria habita el silencio profundo, con dolores ya no tan rojos que la acompañan. También con libros y catálogos de reconocimientos artísticos, académicos y personales.

Las huellas de sus manos y las herramientas aún son motivación para avanzar. “A veces tengo una maqueta o un boceto y luego me alejo bastante de eso y le hago más caso a mi intuición para seguir por otro camino. He aplicado una gran cantidad de técnicas, aunque la de levantar la pieza por macizo ha sido la que más me ha interesado”, explica.

En ese proceso la paciencia y la espera se han unido a un plan maestro de ideas, estecas, hornos y esmaltes.

El centro es rojo, la muestra de cerámicas de Vivian Magis, puede visitarse hasta el 29 de junio en el Museo Carlos Alonso-Mansión Stoppel, Emilio Civit 348, Ciudad de Mendoza.