“Sentí que me moría”, dice Aldo al recordar la explosión en su cara

“Sentí que moría”, dice Aldo Alonso Pámenes Rangel, al recordar la explosión de la máquina de inyección de nylon en su rostro, a una temperatura de 315 grados centígrados, en la planta Río Bravo Eléctricos, del grupo empresarial Aptiv de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde trabajaba.

Mar 23, 2025 - 10:18
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“Sentí que me moría”, dice Aldo al recordar la explosión en su cara
“Sentí que moría”, dice Aldo Alonso Pámenes Rangel, al recordar la explosión de la máquina de inyección de nylon en su rostro, a una temperatura de 315 grados centígrados, en la planta Río Bravo Eléctricos, del grupo empresarial Aptiv de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde trabajaba.