Quién es Mala Rodríguez: su nombre real, su paso por OnlyFans y su vida personal antes y después de la música
Se ha consolidado como una de las artistas urbanas más importantes de la música en español y a día de hoy es la diva deslenguada del rap nacional. María Rodríguez Garrido (Jerez de la Frontera, 1979) más conocida como La Mala se sienta este domingo con Jordi Évole en una profunda charla sin límites en la que recorre su trayectoria artística cuando se cumplen 25 años del lanzamiento de su revolucionario primer disco. «Me lo puso mi tía Sario porque decía que era muy mala en mi adolescencia. Muy brava. Entonces, un día decidí que ese sería mi nombre de guerra. En realidad no era tan mala, solo que soy sincera y creo que tenemos que seguir siéndolo», explicó en su día en una entrevista. La rapera y compositora andaluza se pronuncia sobre sus orígenes, su infancia difícil y su carácter rebelde que siempre le ha acompañado. «Parece que he sido la única en vivir en una sociedad machista, pero vivimos todos», afirma rotunda la jerezana cuando recuerda con el presentador de Atresmedia todas las veces que ha sido la única mujer en un cartel de un festival. «A día de hoy sigue pasando», critica la artista, que apunta que hay periodistas que le hacen preguntas que no realizarían a un hombre. «Por ejemplo, si me he operado las tetas», sostiene rotunda la artista, que nunca lo ha tenido fácil para abrirse paso. Tuvo que lidiar con problemas económicos, relaciones tóxicas y hasta con la adicción a las drogas. Han pasado 25 años desde que apareció 'Lujo Ibérico', el disco con el que irrumpió en la escena musical rompiendo barreras en un negocio y un género dominado por hombres. Desde entonces, ha hecho historia al convertirse en la primera mujer en ganar un Grammy Latino en la categoría de música urbana y en una referente de la música en español. La artista recuerda cómo su madre ocultó su embarazo porque sólo tenía 17 años y su padre las abandonó. Hija de madre adolescente, la artista de 46 años, se buscó la vida desde joven para poder dedicarse a su pasión: la música. Fue profesora de aerobic, camarera y operaria de limpieza. A los 19 años se mudó a Madrid y lanzó A jierro, su primer maxisingle. Toda la rabia acumulada en su infancia y adolescencia la volcó en su música, especialmente en su primer disco. La Mala, un mote que ha convertido en su alter ego para triunfar en la música, lamenta no haber sabido escoger a sus parejas -actualmente se la relaciona con Franco Tenablia, el reciente campeón mundial de peso ligero de Bare Knuckle Fighting Championship (BKFC), una modalidad de boxeo sin guantes - y se sincera sobre los momentos más complicados de su vida, incluyendo situaciones de abuso. La cantante mantuvo una relación entre 2005 y 2010 con el rapero cubano Reynor Hernández, de la que aseguran que nacieron los dos primeros hijos de la cantante: Ckarell y Abraham, ahora ya adolescentes. De su tercera hija no se conoce el nombre, pero la cantante ha explicado que la tuvo en el periodo en el que la artista se trasladó a Estados Unidos y dejó la música a un lado. La artista denuncia durante la charla la presión estética que padecen las mujeres en la industria musical y lo generalizadas que están la anorexia y la bulimia en su sector. Además habla de su breve paso por OnlyFans, una famosa plataforma de contenido para adultos, cuya experiencia que desaconseja. «No tenía ni idea de lo que era», explica la cantante, que confiesa que «es un mundo bien turbio». «En el fondo es una forma de prostitución», destaca la reivindicativa artista, que reflexiona: «Cualquier persona que por x dinero tiene derecho a tener algo de ti, luego se creen que son tus dueños». En sus memorias 'Cómo ser mala', la artista cuenta que cuando empezó a despuntar en la música fue una sensación agridulce debido a que ese trabajo fue a costa de estar lejos de su familia y amigos de toda la vida. «Siempre había estado rodeada de mi familia, y de repente estar sola, drogarme, me sentó fatal... Me dio como un brote psicótico, me vi sola, sola, sola. Nunca he tenido un padrino, una figura que me protegiera dentro de la música. Y no es fácil estar sola, más siendo mujer», confesó.
Se ha consolidado como una de las artistas urbanas más importantes de la música en español y a día de hoy es la diva deslenguada del rap nacional. María Rodríguez Garrido (Jerez de la Frontera, 1979) más conocida como La Mala se sienta este domingo con Jordi Évole en una profunda charla sin límites en la que recorre su trayectoria artística cuando se cumplen 25 años del lanzamiento de su revolucionario primer disco. «Me lo puso mi tía Sario porque decía que era muy mala en mi adolescencia. Muy brava. Entonces, un día decidí que ese sería mi nombre de guerra. En realidad no era tan mala, solo que soy sincera y creo que tenemos que seguir siéndolo», explicó en su día en una entrevista. La rapera y compositora andaluza se pronuncia sobre sus orígenes, su infancia difícil y su carácter rebelde que siempre le ha acompañado. «Parece que he sido la única en vivir en una sociedad machista, pero vivimos todos», afirma rotunda la jerezana cuando recuerda con el presentador de Atresmedia todas las veces que ha sido la única mujer en un cartel de un festival. «A día de hoy sigue pasando», critica la artista, que apunta que hay periodistas que le hacen preguntas que no realizarían a un hombre. «Por ejemplo, si me he operado las tetas», sostiene rotunda la artista, que nunca lo ha tenido fácil para abrirse paso. Tuvo que lidiar con problemas económicos, relaciones tóxicas y hasta con la adicción a las drogas. Han pasado 25 años desde que apareció 'Lujo Ibérico', el disco con el que irrumpió en la escena musical rompiendo barreras en un negocio y un género dominado por hombres. Desde entonces, ha hecho historia al convertirse en la primera mujer en ganar un Grammy Latino en la categoría de música urbana y en una referente de la música en español. La artista recuerda cómo su madre ocultó su embarazo porque sólo tenía 17 años y su padre las abandonó. Hija de madre adolescente, la artista de 46 años, se buscó la vida desde joven para poder dedicarse a su pasión: la música. Fue profesora de aerobic, camarera y operaria de limpieza. A los 19 años se mudó a Madrid y lanzó A jierro, su primer maxisingle. Toda la rabia acumulada en su infancia y adolescencia la volcó en su música, especialmente en su primer disco. La Mala, un mote que ha convertido en su alter ego para triunfar en la música, lamenta no haber sabido escoger a sus parejas -actualmente se la relaciona con Franco Tenablia, el reciente campeón mundial de peso ligero de Bare Knuckle Fighting Championship (BKFC), una modalidad de boxeo sin guantes - y se sincera sobre los momentos más complicados de su vida, incluyendo situaciones de abuso. La cantante mantuvo una relación entre 2005 y 2010 con el rapero cubano Reynor Hernández, de la que aseguran que nacieron los dos primeros hijos de la cantante: Ckarell y Abraham, ahora ya adolescentes. De su tercera hija no se conoce el nombre, pero la cantante ha explicado que la tuvo en el periodo en el que la artista se trasladó a Estados Unidos y dejó la música a un lado. La artista denuncia durante la charla la presión estética que padecen las mujeres en la industria musical y lo generalizadas que están la anorexia y la bulimia en su sector. Además habla de su breve paso por OnlyFans, una famosa plataforma de contenido para adultos, cuya experiencia que desaconseja. «No tenía ni idea de lo que era», explica la cantante, que confiesa que «es un mundo bien turbio». «En el fondo es una forma de prostitución», destaca la reivindicativa artista, que reflexiona: «Cualquier persona que por x dinero tiene derecho a tener algo de ti, luego se creen que son tus dueños». En sus memorias 'Cómo ser mala', la artista cuenta que cuando empezó a despuntar en la música fue una sensación agridulce debido a que ese trabajo fue a costa de estar lejos de su familia y amigos de toda la vida. «Siempre había estado rodeada de mi familia, y de repente estar sola, drogarme, me sentó fatal... Me dio como un brote psicótico, me vi sola, sola, sola. Nunca he tenido un padrino, una figura que me protegiera dentro de la música. Y no es fácil estar sola, más siendo mujer», confesó.
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