Más de 10.000 horas de limpieza y un coste de 25 millones en los grafitis de los trenes de Renfe
Renfe ha limpiado 90.000 metros cuadrados de grafitis en sus trenes de toda España durante 2023 y 2024, con un coste anual que ronda los 25 millones de euros, incluyendo gastos directos e indirectos. Estos costes abarcan productos de limpieza, personal, equipos de protección, costes energéticos, gestión de residuos y medios de seguridad para prevenir que estos actos vandálicos sigan ocurriendo. Durante los dos últimos años, estos actos han incrementado, sobre todo en la Comunidad de Madrid, donde en 2023 se limpiaron 19.373 metros cuadrados de grafitis, mientras que en 2024 fueron 22.926, contemplando un aumento significativo. Tan solo en Cercanías Madrid se han eliminado 19.323 metros cuadrados en más de 1.000 unidades en 2024. Dicho incremento ha reflejado una mayor incidencia de actos vandálicos, causando una intensificación en las labores de mantenimiento y limpieza para ofrecer un servicio de transporte público en óptimas condiciones. Las horas requeridas para estas labores de limpieza superan las 10.000 mensuales. Además, estos actos no solo afectan al importe que se debe invertir para su gestión, sino también a una gran parte de los viajeros, quienes pueden sufrir retrasos o cancelaciones de servicios. Muchas unidades deben ser inmovilizadas durante varios días para su correspondiente limpieza, afectando directamente a la disponibilidad del servicio. 16.000 litros de pintura con sustancias tóxicas En términos de impacto medioambiental, Renfe ha estimado que se llegan a gastar 16.000 litros de pintura en los grafitis de los trenes anualmente, los cuales contienen sustancias tóxicas como benceno y 1,3-butadieno, generando 40.000 botes de pintura como residuo peligroso. Para minimizar este impacto ambiental, la compañía ha desarrollado protocolos específicos de limpieza que impiden que los residuos lleguen al suelo, empleando mantas absorbentes y un sistema de gestión medioambiental concreto. Por último, el traslado de los trenes hasta los centros de limpieza conlleva un elevado consumo energético, alcanzando los 400.000 KWh, lo que equivale a 36 millones de bombillas encendidas durante una hora o al abastecimiento energético de más de 44.000 hogares en un día.
Renfe ha limpiado 90.000 metros cuadrados de grafitis en sus trenes de toda España durante 2023 y 2024, con un coste anual que ronda los 25 millones de euros, incluyendo gastos directos e indirectos. Estos costes abarcan productos de limpieza, personal, equipos de protección, costes energéticos, gestión de residuos y medios de seguridad para prevenir que estos actos vandálicos sigan ocurriendo. Durante los dos últimos años, estos actos han incrementado, sobre todo en la Comunidad de Madrid, donde en 2023 se limpiaron 19.373 metros cuadrados de grafitis, mientras que en 2024 fueron 22.926, contemplando un aumento significativo. Tan solo en Cercanías Madrid se han eliminado 19.323 metros cuadrados en más de 1.000 unidades en 2024. Dicho incremento ha reflejado una mayor incidencia de actos vandálicos, causando una intensificación en las labores de mantenimiento y limpieza para ofrecer un servicio de transporte público en óptimas condiciones. Las horas requeridas para estas labores de limpieza superan las 10.000 mensuales. Además, estos actos no solo afectan al importe que se debe invertir para su gestión, sino también a una gran parte de los viajeros, quienes pueden sufrir retrasos o cancelaciones de servicios. Muchas unidades deben ser inmovilizadas durante varios días para su correspondiente limpieza, afectando directamente a la disponibilidad del servicio. 16.000 litros de pintura con sustancias tóxicas En términos de impacto medioambiental, Renfe ha estimado que se llegan a gastar 16.000 litros de pintura en los grafitis de los trenes anualmente, los cuales contienen sustancias tóxicas como benceno y 1,3-butadieno, generando 40.000 botes de pintura como residuo peligroso. Para minimizar este impacto ambiental, la compañía ha desarrollado protocolos específicos de limpieza que impiden que los residuos lleguen al suelo, empleando mantas absorbentes y un sistema de gestión medioambiental concreto. Por último, el traslado de los trenes hasta los centros de limpieza conlleva un elevado consumo energético, alcanzando los 400.000 KWh, lo que equivale a 36 millones de bombillas encendidas durante una hora o al abastecimiento energético de más de 44.000 hogares en un día.
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