Pedri González (22 años) completó contra el Benfica un nuevo partido para quitarse el sombrero. El centrocampista fue el escape de un Barcelona que vio al canario como aquel jugador al que podía fiarle todas las pelotas, porque la mayoría de las veces supo qué hacer con cada posesión. Con la expulsión culé desde el minuto 22' el ex de Las Palmas hizo un encuentro formidable, gestionando la inferioridad atrayendo rivales con balón para poder desahogar zonas del campo en las que faltaba la figura de
Dani Olmo.
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