La Justicia porteña reabrió una causa contra el “Gordo Dan” por hostigar a periodistas con información falsa
Reabrieron el archivo de una investigación contra el tuitero libertario Daniel Parisini, que usó chats falsos para agredir a la organización Fopea

La justicia porteña revocó el archivo de una causa contra el tuitero libertario Daniel Parisini, conocido por su nombre en redes sociales como el Gordo Dan, quien fue denunciado por la organización de periodistas Fopea por hostigamiento digital tras haber posteado mensajes falsos de WhatsApp para desprestigiar a los profesionales de prensa y precipitar una andanada de ataques en digitales.
Parisini fue denunciado por Fopea por hostigamiento el 22 de junio pasado. La presidenta de Fopea, Paula Moreno Román, recordó que a fines de junio, cuando el Ministerio de Capital Humano anunció la puesta en vigencia de las matrículas obligatorias para los periodistas que luego descartó, el organismo se opuso a ese proyecto oficial a través de un comunicado.
Luego, empezaron a circular en redes sociales falsas capturas de pantallas que reflejaban supuestos chats de miembros de Fopea que debatían si salir en respaldo de Mariano Pérez, youtuber libertario que había sido agredido en inmediaciones del Congreso por manifestantes que se oponían a la Ley Bases.
Se acompañaba ese falso chat con un texto que instaba a escrachar a Fopea con el hashtag “#FOPEAComplice sea tendencia YA”. Así se hizo tendencia en la Argentina el mensaje y comenzó “un ataque de denigración, insultos y cuestionamientos hacia Fopea y sus integrantes”, advirtió la fiscalía.
El viernes 28 de junio, “las agresiones de parte de usuarios y operadores digitales oficialistas continuaron y hasta se acrecentaron, involucrando incluso agresiones personales a los miembros de Fopea” y a “otros colegas integrantes de la organización”.
Dijo Paula Moreno que comenzó a recibir “ataques” en su perfil y mencionó “una andanada de ataques encabezados por el propio @GordoDan hacia ella y su colega Claudio Jacquelin, columnista de LA NACION, lo cual recrudeció luego de que el Presidente de la Nación Javier Milei posteara FOPEA es una vergüenza”.
Tras la denuncia en la justicia de la ciudad, la fiscal contravencional Andrea Verónica Scanga resolvió el 12 de febrero pasado archivar la causa al sostener que se estaba ante un asunto de libertad de expresión y que lo posteado no tenía entidad como ser considerado una contravención, como lo es el hostigamiento digital.
Fopea apeló esa decisión con el patrocinio del abogado Hugo Wortman y el fiscal de Cámara Martín Lapadú dijo que no correspondía ratificar el archivo del caso, sino que al contrario debía ser investigado y escuchar la declaración pormenorizada de Paula Moreno y del periodista Jacquelin.
Lapadú fue claro en que no puede considerarse un asunto de libertad de expresión cuando lo que se postea es información falsa, construida de manera intencional. “En el caso concreto no advierto, de momento, que se encuentren en pugna el derecho a la libertad de expresión y el que posee la sociedad a informarse”, dijo el fiscal de Cámara Lapadú.
“Lo que la señora Moreno Román se encuentra denunciando es que el hostigamiento digital comenzó precisamente a partir de una publicación con información falsa, la cual se habría efectuado de manera deliberada para desacreditar a los periodistas que trabajan en Fopea y a esa organización en particular”, explicó Lapadú.
Advirtió el fiscal que algunos pasajes analizados “de manera aislada, no detentarían la entidad que requiere el tipo contravencional de intimidación y/u hostigamiento”, incluso se parecen al ejercicio de la libertad de expresión. Y entendió que analizado todo en conjunto, al tratarse de un chat falso que derivó en mensajes intimidatorios y que tuvieron el fin de cercenar la propia libertad de expresión, se está ante algo diferente.
Por eso, ordenó que la fiscal de primera instancia “entreviste exhaustivamente a la denunciante” sobre los sucesos, que aporte el material que apoye sus dichos y que se entreviste también a otros periodistas blanco de las agresiones digitales. Así, el fiscal decidió “no confirmar el archivo decidido” por la fiscal de primera instancia y proseguir con la investigación.
Parisini es un activista político del Gobierno y empresario de medios, que es socio del canal de streaming libertario Carajo, donde se emite su programa “La Misa”, de culto para los militantes mileistas. Desenfadado, tiene un estilo agresivo en sus mensajes en X y suele anticipar decisiones que va a tomar el presidente Javier Milei, como por ejemplo, cuando decide despedir a un funcionario.