La deuda retrocede: cuales son los drivers clave para que suban los bonos
Los bonos soberanos muestran bajas de entre 3% y 6% desde sus máximos, a la vez que marcan pérdidas de hasta 4,8% en este 2025, mientras que la renta fija emergente sube casi 2%, por lo que los títulos locales se distancian de sus pares.

Los bonos soberanos muestran bajas de entre 3% y 6% desde los máximos, a la vez que marcan pérdidas de hasta 4,8% en lo que va del 2025. La renta fija emergente sube casi 2%, por lo que los títulos locales se distancian de sus pares.
Los analistas ven a las negociaciones con el FMI, la acumulación de reservas, la salida del cepo y las elecciones como variables clave. Cuáles son los títulos preferidos por el mercado en medio de la toma de ganancias.
En retroceso
Los bonos soberanos argentinos están decididamente dentro de un proceso correctivo y se están distanciando de la deuda emergente.
La renta fija argentina muestra una operatoria a la baja mientras que los bonos emergentes se desplazan al alza.
El Global 2029 cae 4,5%, similar a la baja del Global 2030, que baja 4% en lo que va del año.
Los demás tramos de la curva retroceden a la baja, aunque de menor magnitud, con mermas de entre 0,7% y 0,5%.
Mientras los títulos argentinos caen, la renta fija emergente se ha desplazado al alza.
En lo que va del año, el índice de deuda emergente en dólares (EMB) sube 1,8%
Lo que se percibe es que la renta fija argentina se encuentra en una fase de toma de ganancias, luego de un 2024 que dejó fuertes subas.
El año pasado, los bonos llegaron a subir entre 75% y 110%, por lo que ahora el mercado de deuda soberana argentina se encuentra en una fase correctiva.
El ajuste se aceleró desde que se efectivizó el pago de los cupones de enero pasado por u$s 4400 millones.
En cuanto al recorte de la deuda, desde Grupo IEB indicaron que se trata de una toma de ganancias.
"Los fundamentals no cambiaron demasiado: el gobierno sigue insistiendo con el ancla fiscal y cambiaria, sumada a una estricta política monetaria que permita desacelerar la evolución de los precios. Los catalizadores para los bonos en este año son la salida del cepo y las elecciones de medio término, eventos a los que le asignamos una alta probabilidad de un desenlace favorable", comentaron.
En esa línea, desde Grupo IEB remarcaron que entre las variables que siguen los bonistas se destacan las negociaciones con el FMI y la previa electoral.
"El mercado sigue de cerca la negociación del Gobierno con el staff del FMI que podría traer fondos frescos y adelantar la salida del cepo. Caputo dejó en claro que la salida del cepo no solo depende de recomponer el balance del BCRA sino que es condición previa que la demanda de dinero aumente", dijeron.
Además, agregaron que "Diputados aprobó la suspensión de las PASO. Esto le da espacio al gobierno para llegar a las elecciones legislativas con mejores indicadores económicos, dado que la primera ronda se pasaría de agosto a octubre", dijeron.
La pausa en los bonos provocó que el riesgo país se desplace ligeramente al alza, subiendo más de 140 puntos básicos respecto del mínimo que llegó a tocar a comienzo de este año.
Los analistas de Research Mariva, explicaron que, tras un 2024 excepcional para los bonos soberanos, estos parecen haber entrado en un período de espera a la espera de un nuevo impulsor.
"Consideramos que este movimiento es razonable, en primer lugar porque el riesgo y rendimiento ya no es tan significativo como hace meses, y los rendimientos actuales ya están muy cerca de los rendimientos de acceso a los mercados internacionales", dijeron.
Además, agregaron que el mercado parece estar preocupado por el nivel de las reservas internacionales y su dinámica y la política cambiaria que podría implementarse una vez que se levanten los controles de capital.
Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, reconoció que la deuda local viene operando en contraposición a la renta fija emergente.
"Los Globales se tomaron una pausa tras el pago de enero pasado y el Riesgo País no logra perforar a la baja los 600 puntos. La deuda operó, en las últimas semanas, rezagados respecto a otros bonos de emergentes", indicó.
Pese a este comportamiento, Franco ve valor en la renta fija argentina. En cuanto a sus bonos preferidos, Franco remarcó que el Global 2035 (GD35) es su preferido.
"Seguimos viendo espacio para compresión a niveles de otros emergentes, aunque sostenemos que la compresión estaría supeditada a salida del cepo y/o fuentes de financiamiento y, meses más adelante, al resultado de las elecciones legislativas", detalló.
Los desafíos para la deuda
Actualmente la curva de bonos soberana argentina se muestra invertida, con tasas del 12,2% en promedio en el tramo corto, cayendo al 10,9% en el tramo medio y con tasas de entre 10,7%y 10,5% en los títulos más largos.
En los últimos meses la curva se desplazó notablemente a la baja y por momentos llegó a tener pendiente positiva.
Sin embargo, hoy la curva vuelve a invertirse, por lo que persiste las dudas del mercado sobre la capacidad de pago de los compromisos financieros de la Argentina.
En ese sentido, se refuerza la atención sobre las negociaciones con el FMI, un eventual nuevo fondeo y la salida del cepo, el cual son vistos como las variables clave para la renta fija argentina en el mediano plazo.
Por su parte, los analistas de Balanz indicaron que ven oportunidades en los bonos más cortos de la curva, en la antesala de un acuerdo con el Fondo
"Seguimos viendo catalizadores en el corto plazo. Un nuevo acuerdo con el FMI, que contemple una salida del cepo al menos gradual, parece el más próximo. Esto daría mayor consistencia al programa macro, y posiblemente incentivaría a fondos internacionales a aumentar su exposición a la curva argentina", dijeron desde Balanz.
En cuanto al posicionamiento, desde Balanz entienden que el GD30 sigue atractivo contra los títulos más largos.
"Previo al pago de cupones, el mercado descontaba baja probabilidad de default hasta 2026 (5 pagos en ese momento) ahora el horizonte se mantiene, sólo que quedan 4 pagos en vez de 5 dentro del mismo período. Esperaríamos que, con la eliminación del blend y el acuerdo con el FMI, el mercado espere alta probabilidad de pago para un horizonte más largo que previo al pago de cupones, lo cual beneficiaría a la parte corta de la curva", explicaron.
Los analistas de Cohen remarcaron que muestran con una visión optimista sobre la renta fija local aunque advierten que el Gobierno debe mantener el rumbo económico actual.
"Consideramos que el gobierno debe cumplir tres condiciones fundamentales. Mantener el superávit fiscal, acumular reservas y obtener un buen resultado en las elecciones de medio término. El mayor desafío radica en la acumulación de reservas, debido a la apreciación del tipo de cambio real. No obstante, creemos que el impulso de la cuenta financiera y un superávit energético en crecimiento permitirán alcanzar este objetivo", detallaron.
Compresión a comparables
El ejercicio que hacen los analistas para determinar el potencial alcista en la deuda, es comparar el rally que se podría dar en la renta fija argentina si es que los bonos soberanos locales comprimen hacia lo que rinde la deuda emergente.
Según estimaciones de Research Mariva, para que la renta fija argentina opere con rendimientos similares a los que opera la deuda de calificación B-, los bonos podrían subir entre 12% y 10% respecto de los valores actuales.
Desde Research Mariva se mantienen optimistas sobre la deuda local.
"En el corto plazo, consideramos que un acuerdo con el FMI podría ser un impulsor clave para impulsar los bonos soberanos. Somos constructivos tanto en bonos soberanos como en bonos de bonos de riesgo, pero con un sesgo más hacia estos últimos dado el riesgo/rendimiento actual", comentaron.
Los analistas de Adcap Grupo Financiero agregaron que durante enero, los Bonos encontraron un techo luego de un fenomenal rally desde septiembre de 2024.
"Los bonos corrigieron luego del pago de cupones en un contexto internacional amenazante previo a la asunción de Trump", explicaron.
Pese a la baja actual, desde la compañía ven espacio para que la renta fija retome su racha alcista.
"Seguimos optimistas con la deuda argentina y creemos que aún queda algo de compresión de spreads, lo que podría generar una ganancia de entre 10% y 20% en 2025. Favorecemos el GD30 que ofrece un outperfomance del 5% sobre los bonos más largos si la curva continúa normalizándose", dijeron.
A su vez, con un enfoque más defensivo para los próximos días, desde Adcap Grupo Financiero favorecen el extremo corto de la curva.
Los bonos a 2029 y 2030 ofrecen casi un 4% de ventaja adicional en comparación con los años 2035 (12,9% frente a 9,0%), suponiendo que los bonos alcancen el desempeño reciente de Ecuador. Este enfoque es consistente con objetivos menos optimistas (Egipto), con una inclinación de la curva, pero casi ninguna compresión en el extremo largo", explicaron.
Finalmente, desde Facimex Valores remarcaron que su escenario base sigue descontando que Argentina estará en condiciones de acceder al mercado para refinanciar los vencimientos de capital de julio y luego se profundizará la compresión de spreads hasta ubicarse hacia fin de año dentro del rango dado por los emergentes promedio (EMBI en 290pbs) y los emergentes high yield (EM HY en 391pbs).
A su vez, puntualizaron que, un escenario más optimista podría llevar a Argentina a comprimir hacia el rango entre los bonos emergentes promedio (EMBI en 290pbs) y la curva de Brasil (EMBI Brasil en 217pbs).
En cambio, en un escenario más pesimista podría mostrar cierta lateralización de los spreads en estos niveles demorando la vuelta al mercado
"En este marco, mantenemos nuestra preferencia por alternativas con elevada convexidad como GD35 y GD41, por su capacidad de capturar mayor upside en escenarios alcistas y una protección similar al capital en escenarios más pesimistas", comentaron.