La ciencia lo confirma: Por qué es casi imposible no llorar cuando vemos a alguien hacerlo
Lágrimas que se contagian, emociones que se reflejan. ¿Por qué, al ver a alguien llorar, sentimos un nudo en la garganta y, a veces, terminamos llorando también? La respuesta no es solo emocional, sino que está profundamente arraigada en nuestro cerebro.


Lágrimas que se contagian, emociones que se reflejan. ¿Por qué, al ver a alguien llorar, sentimos un nudo en la garganta y, a veces, terminamos llorando también? La respuesta no es solo emocional, sino que está profundamente arraigada en nuestro cerebro.