La chef Isabel Sorribas cuenta en 'de Madrid al plato' qué platos son verdaderamente madrileños

En su canal de TikTok demuestra a traves de recetas los fundamentos del recetario tradicional de MadridDiez propuestas apetecibles para comer muy bien a pocos kilómetros de Madrid La gastronomía madrileña ha sido objeto de debate durante años. Algunos aseguran que Madrid carece de una cocina propia, mientras que otros sostienen que la ciudad ha absorbido recetas de otras regiones, adaptándolas hasta hacerlas suyas. Para zanjar esta cuestión, la chef Isabel Sorribas ha lanzado la serie De Madrid al plato, donde desvela qué platos son realmente castizos y cuáles han sido adoptados con el tiempo. Con su característico tono directo y divertido, Sorribas explora cada receta, diferenciando lo auténtico de lo apropiado. Desde su primer episodio, publicado el 31 de enero, la chef dejó clara su intención: “Algunos dicen que no tenemos gastronomía propia; otros, que la hemos robado. En esta serie no venimos a marear la perdiz y vamos a darle un repaso a todo lo que te puedes encontrar en una mesa castiza”. A partir de ahí, comenzó un recorrido gastronómico por algunos de los platos más emblemáticos de la capital, con datos históricos, técnicas culinarias y, sobre todo, una reivindicación del buen comer en Madrid. Oreja de cerdo: churruscante y madrileña El primer plato que Sorribas analizó fue la oreja de cerdo, una de las tapas más representativas de la capital. En Madrid, se prepara adobada y bien churruscante, ya que, según la chef, “no hay nada peor en Madrid que una oreja blandurria”. Este detalle es lo que la diferencia de otras versiones que se pueden encontrar en distintas partes de España. Bartolillos: el dulce castizo más olvidado Después de la oreja, Sorribas se adentró en la repostería con los bartolillos, unos dulces típicos de la Semana Santa madrileña que, como dice con cierta rabia, “son tan poco conocidos en Madrid que me da coraje”. Rellenos de crema pastelera y con una fina capa de masa frita, son una delicia que merece más reconocimiento entre los madrileños. Sopa al cuarto de hora: una apropiación convertida en tradición Cuando llegó el turno de la sopa al cuarto de hora, Sorribas reconoció que, aunque Madrid no tenga mar, las mejores lonjas del país están en la capital. “Se dice que era un plato andaluz, pero se hizo tan popular en los cafés madrileños que se terminó por adoptar como algo propio... así que sí, este lo hemos mangado”, confesó la chef, demostrando cómo algunas recetas se han integrado en la tradición local hasta ser consideradas castizas. Callos y bravas: lo más madrileño que hay Entre los platos más icónicos que han pasado por la serie están los callos a la madrileña, un imprescindible en los bares de la ciudad, y las patatas bravas, sobre las que Sorribas es tajante: “Son de Madrid, Madrid”. Para ella, la auténtica salsa brava se hace con el sofrito de los callos y nunca lleva tomate, una afirmación que ha generado más de una discusión entre los amantes de esta tapa. Tortilla de callos: la versión más castiza Para cerrar, la chef no podía dejar fuera uno de los platos más representativos de la cocina española: la tortilla de patatas. Pero no cualquier tortilla, sino una versión con callos que, según ella, “si bien la tortilla es de identidad nacional, la nuestra es de callos”. Un giro inesperado que reafirma el carácter madrileño de este plato. Con De Madrid al plato, Isabel Sorribas está demostrando que la gastronomía de la capital tiene identidad propia, repleta de platos únicos y versiones adaptadas que la han convertido en una de las cocinas más ricas y variadas de España.

Mar 8, 2025 - 13:59
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La chef Isabel Sorribas cuenta en 'de Madrid al plato' qué platos son verdaderamente madrileños

La chef Isabel Sorribas cuenta en 'de Madrid al plato' qué platos son verdaderamente madrileños

En su canal de TikTok demuestra a traves de recetas los fundamentos del recetario tradicional de Madrid

Diez propuestas apetecibles para comer muy bien a pocos kilómetros de Madrid

La gastronomía madrileña ha sido objeto de debate durante años. Algunos aseguran que Madrid carece de una cocina propia, mientras que otros sostienen que la ciudad ha absorbido recetas de otras regiones, adaptándolas hasta hacerlas suyas.

Para zanjar esta cuestión, la chef Isabel Sorribas ha lanzado la serie De Madrid al plato, donde desvela qué platos son realmente castizos y cuáles han sido adoptados con el tiempo. Con su característico tono directo y divertido, Sorribas explora cada receta, diferenciando lo auténtico de lo apropiado.

Desde su primer episodio, publicado el 31 de enero, la chef dejó clara su intención: “Algunos dicen que no tenemos gastronomía propia; otros, que la hemos robado. En esta serie no venimos a marear la perdiz y vamos a darle un repaso a todo lo que te puedes encontrar en una mesa castiza”.

A partir de ahí, comenzó un recorrido gastronómico por algunos de los platos más emblemáticos de la capital, con datos históricos, técnicas culinarias y, sobre todo, una reivindicación del buen comer en Madrid.

Oreja de cerdo: churruscante y madrileña

El primer plato que Sorribas analizó fue la oreja de cerdo, una de las tapas más representativas de la capital. En Madrid, se prepara adobada y bien churruscante, ya que, según la chef, “no hay nada peor en Madrid que una oreja blandurria”. Este detalle es lo que la diferencia de otras versiones que se pueden encontrar en distintas partes de España.

Bartolillos: el dulce castizo más olvidado

Después de la oreja, Sorribas se adentró en la repostería con los bartolillos, unos dulces típicos de la Semana Santa madrileña que, como dice con cierta rabia, “son tan poco conocidos en Madrid que me da coraje”. Rellenos de crema pastelera y con una fina capa de masa frita, son una delicia que merece más reconocimiento entre los madrileños.

Sopa al cuarto de hora: una apropiación convertida en tradición

Cuando llegó el turno de la sopa al cuarto de hora, Sorribas reconoció que, aunque Madrid no tenga mar, las mejores lonjas del país están en la capital. “Se dice que era un plato andaluz, pero se hizo tan popular en los cafés madrileños que se terminó por adoptar como algo propio... así que sí, este lo hemos mangado”, confesó la chef, demostrando cómo algunas recetas se han integrado en la tradición local hasta ser consideradas castizas.

Callos y bravas: lo más madrileño que hay

Entre los platos más icónicos que han pasado por la serie están los callos a la madrileña, un imprescindible en los bares de la ciudad, y las patatas bravas, sobre las que Sorribas es tajante: “Son de Madrid, Madrid”. Para ella, la auténtica salsa brava se hace con el sofrito de los callos y nunca lleva tomate, una afirmación que ha generado más de una discusión entre los amantes de esta tapa.

Tortilla de callos: la versión más castiza

Para cerrar, la chef no podía dejar fuera uno de los platos más representativos de la cocina española: la tortilla de patatas. Pero no cualquier tortilla, sino una versión con callos que, según ella, “si bien la tortilla es de identidad nacional, la nuestra es de callos”. Un giro inesperado que reafirma el carácter madrileño de este plato.

Con De Madrid al plato, Isabel Sorribas está demostrando que la gastronomía de la capital tiene identidad propia, repleta de platos únicos y versiones adaptadas que la han convertido en una de las cocinas más ricas y variadas de España.

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