Javier Aranda Luna: Fomentar la lectura está en chino
Más de un siglo de fomento a la lectura y los mexicanos sólo leen en promedio 3.4 libros al año. No sorprende que en el índice de lectura de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ocupemos el lugar 107 de 108 países. En 1930, 57.47 por ciento de la población era analfabeta en un país de 16 millones 552 mil 722 personas; en la actualidad, sólo 4.7 de casi 130 millones. Aunque es una buena noticia, esto también significa que buena parte de los analfabetas se convirtieron en analfabetas funcionales: personas incapaces de valerse de las habilidades de la lectura y escritura en su vida cotidiana. ¿Importa? Sin duda. Es como saber nadar y no hacerlo en el incesante mar de la vida, quedarse varado en una isla y sólo pescar desde la playa por no leer ni comprender el instructivo que nos dice cómo pescar en altamar y conformarse con el anzuelo simple para el autoconsumo. Los países con sociedades lectoras entienden y resuelven mejor situaciones complejas y, por su mayor acceso a la información, participan de manera más activa en la vida social. No sólo eso: la imaginación aumentada por la lectura fomenta la creatividad.
Más de un siglo de fomento a la lectura y los mexicanos sólo leen en promedio 3.4 libros al año. No sorprende que en el índice de lectura de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ocupemos el lugar 107 de 108 países. En 1930, 57.47 por ciento de la población era analfabeta en un país de 16 millones 552 mil 722 personas; en la actualidad, sólo 4.7 de casi 130 millones. Aunque es una buena noticia, esto también significa que buena parte de los analfabetas se convirtieron en analfabetas funcionales: personas incapaces de valerse de las habilidades de la lectura y escritura en su vida cotidiana. ¿Importa? Sin duda. Es como saber nadar y no hacerlo en el incesante mar de la vida, quedarse varado en una isla y sólo pescar desde la playa por no leer ni comprender el instructivo que nos dice cómo pescar en altamar y conformarse con el anzuelo simple para el autoconsumo. Los países con sociedades lectoras entienden y resuelven mejor situaciones complejas y, por su mayor acceso a la información, participan de manera más activa en la vida social. No sólo eso: la imaginación aumentada por la lectura fomenta la creatividad.
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