Francisco Orozco: Industrias creativas ¿para morirse de hambre?
Las industrias creativas generan más del 3% del PIB en México y ofrecen oportunidades económicas.

Amigas y amigos lectores, en más de una ocasión me han invitado a dar charlas sobre los retos que viven los jóvenes en el campo laboral y las competencias que requerirán las nuevas generaciones para desarrollarse en el futuro.
Nunca falta al final de la sesión alguna persona, generalmente madres y padres de familia quienes comparten con profunda preocupación que su hija, su hijo quieren dedicarse algunas profesiones que están fuera de lo tradicional y más ahora en el ambiente digital en el que vivimos.
Su rostro siempre es el mismo. Una mezcla entre orgullo y angustia porque desafortunadamente su niña o su niño “no les salió bueno para las matemáticas” … y como si eso fuera una sentencia de muerte o una enfermedad mortal, no saben qué hacer con ella, con él.
Tarde o temprano les convencen, les obligan o logran posponer sus deseos y les venden que la madurez implica sepultar los talentos artísticos o humanistas porque “ya es tiempo de crecer”. Y como si fuera precisamente un acto de madurez, miles de jóvenes guardan en el cajón su talento.
Hablemos sobre la economía naranja o las industrias creativas. Las industrias creativas generan miles de millones de pesos anuales y constituyen el 3% del Producto Interno Bruto (PIB), según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muy por encima de sectores como la agricultura o la minería.
Asimismo, estas industrias emplean a millones de personas en todo el país, desde comunicólogos escritores y productores musicales. En un mundo cada vez más digitalizado, el valor de la creatividad y la innovación es más evidente que nunca.
¿Por qué es importante hablar de las industrias creativas? Porque son mucho más que un nicho cultural; son un motor de crecimiento económico y un medio para preservar y difundir la identidad cultural. Estas industrias promueven la diversidad, la inclusión y la innovación, y son esenciales para el desarrollo sostenible de las naciones.
Al crear contenido que resuena con diferentes audiencias, desde producciones cinematográficas hasta literatura, las industrias creativas tienen el poder de influir en la opinión pública, educar y entretener, a la vez que generan ingresos. Si algo aprendimos en la crisis sanitaria que vivimos en la pandemia, es que podemos vivir sin salir de casa, pero no podemos vivir sin la inmensa industria del entretenimiento en todas sus formas y dimensiones.
En el contexto global, las industrias creativas han demostrado ser un pilar para las economías modernas.
Un estudio de la UNESCO reveló que este sector contribuye con más del 6% del PIB mundial y emplea a más de 30 millones de personas en todo el mundo. Además, las exportaciones de bienes y servicios creativos han crecido significativamente en las últimas décadas, lo que subraya la importancia de este sector como fuente de competitividad y dinamismo económico.
Las industrias creativas ofrecen oportunidades únicas para el desarrollo de negocios innovadores. Citando a la Decana Nacional de la Escuela de Humanidades y Educación en el Tecnológico de Monterrey, Judith Ruíz-Godoy Rivera, menciona que “en un mundo donde la economía digital está en auge, los emprendedores creativos tienen la posibilidad de explotar nichos de mercado que antes eran impensables” y esto va desde la creación de contenido digital hasta el diseño de experiencias inmersivas en realidad virtual, las oportunidades son vastas y están en constante expansión.
Por ejemplo, la industria de la producción musical ha mostrado un notable crecimiento, impulsado por la digitalización y la proliferación de plataformas de streaming.
En México, esta industria alcanzó un valor de mercado de más de 600 millones de dólares en 2022, según datos de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI).
Este crecimiento no solo se debe al consumo de música en plataformas digitales, sino también al auge de eventos en vivo y la creación de contenido original para películas, series y videojuegos, lo que demuestra cómo estos sectores creativos se interconectan y potencian mutuamente.
Las industrias creativas son un componente esencial del ecosistema económico y cultural de México y del mundo. Repensar los estereotipos con los que creció la generación X que ahora son madres, padres y profesores es más que relevante.
Las nuevas generaciones tienen ríos de creatividad y posibilidad fluyendo dentro de ellos. Es nuestra responsabilidad y compromiso abrir las puertas a nuevas generaciones de profesionales creativos que puedan seguir impulsando la innovación y el crecimiento económico.
¿Ustedes qué oponían?, Los leo.
El autor es Profesor y Líder en Región Monterrey FAIR Center for Financial Access, Inclusion and Research del Tecnológico de Monterrey. Co autor del libro “Cultura Financiera: mi dinero, mi futuro”.