Fiebre por la nacionalidad española: el sistema de turnos se desborda y la Argentina concentra la mayor demanda
Los consulados no dan abasto ante una avalancha de trámites iniciados por nietos de españoles; en octubre vence el plazo para presentar la documentación

MADRID.- Más de 300.000 argentinos ya iniciaron sus trámites para que el gobierno de España les otorgue la nacionalidad por ser nietos de inmigrantes españoles que llegaron entre finales del siglo XIX y principios del XX. La Argentina es el país que más pedidos acumula para acceder a este beneficio que habilitó la ley de memoria democrática, una norma que fue impulsada por el gobierno de Pedro Sánchez en 2022.
Pero el trámite ha resultado más complejo de lo previsto tanto para los casi 700.000 latinoamericanos que solicitaron la nacionalidad como para las propias autoridades. El gobierno de España, que ya tuvo que designar más de 150 nuevos empleados en consulados del continente, admite que la situación superó todas las previsiones y dejó en jaque a parte de su cuerpo diplomático.
El trámite consta de varios pasos y, entre cada uno de ellos, suelen pasar meses de espera. De hecho, medio millón de personas de toda América Latina están a la espera de ser atendidos en las oficinas consulares españolas, según datos oficiales publicados por el diario El País. Sólo conseguir un turno para presentar los papeles puede demorar más de un año, según un relevamiento realizado por LA NACION. Cada consulado pone sus propias reglas, pero las demoras se repiten tanto en la Argentina como en Cuba, Brasil o México.
El calendario, además, enciende nuevas alarmas porque en octubre finalizará el plazo para la presentación de expedientes y –estiman los expertos consultados para esta nota– eso podría ocasionar una última y masiva convocatoria para los descendientes de españoles que quieran obtener el pasaporte europeo.
¿Qué ventajas tiene la nacionalidad española? Permite residir y trabajar legalmente tanto en España como en los países miembros de la Unión Europea (UE). Otro beneficio es que la ley de memoria democrática de España abre la puerta a los bisnietos de españoles (cuyos padres tengan el trámite iniciado) para que, en el plazo correspondiente, también puedan reclamar su derecho a la nacionalidad.
El consulado de Buenos Aires es el que más solicitudes recibió en toda América Latina: fueron 158.706 expedientes presentados en la capital, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. La diferencia es abismal con el consulado de La Habana, Cuba, que ocupa el segundo lugar, con la mitad de los trámites presentados.
También se hicieron numerosas presentaciones en los consulados españoles de Rosario (55.992), Córdoba (34.014), Mendoza (22.414) y Bahía Blanca (11.240). Córdoba y Buenos Aires son los más atrasados para darle curso, es decir, inscribir esas solicitudes, según datos oficiales que analizó el diario El País. Los consulados españoles en la Argentina representan el 40% de todas las solicitudes de nacionalidad por esta vía.
“Se está viviendo una situación crítica”, dice Estela Marina Pérez Cabrera, presidenta de la Asociación de Descendientes Españoles en el Mundo, con sede en Madrid. “Los problemas comenzaron con la gestión de la ley, porque los consulados se enfrentaron a un desmadre de trámites. Los encontró improvisados, entonces el Ministerio de Exteriores se empezó a desbordar”, explica esta abogada especialista en temas migratorios.
Las críticas se multiplicaron en Madrid. El defensor del Pueblo recibió cientos de quejas, que las trasmitió al gobierno de España. Una de las quejas obtenidas revela que las autoridades españolas aseguraron que los consultados soportan “una enorme presión por el elevado número de solicitudes recibidas” que dificulta estimar “una fecha exacta” para la tramitación de estos expedientes.
Turnos y vencimientos
La preocupación de los descendientes de españoles crece a medida que la fecha se acerca. El 22 de octubre de 2025 se vence el plazo para quienes quieran reclamar su derecho a obtener la nacionalidad a través de la ley de memoria democrática. La norma fue reglamentada en 2022 por un período de aplicación de dos años pero, ante la gran demanda de trámites por resolver, el presidente Sánchez impuso una prórroga por un año más, que finaliza en menos de seis meses.
“Hoy, el principal problema que tenemos los descendientes de españoles es conseguir un turno”, asegura Pérez Cabrera. La abogada adelantó a este diario que analizan presentar una demanda al Estado español ante la mala gestión de los pedidos de ciudadanía que podría dejar a miles de personas sin su pasaporte europeo. “Las personas afectadas por este sistema diabólico no pueden hacer valer su derecho a la nacionalidad española. Esto constituye una violación de los derechos fundamentales”, asegura.
¿Cómo es el proceso? En Buenos Aires, por ejemplo, el consulado español entrega un identificador de trámite (lo llaman IDU). Ese número, sin embargo, no está habilitado inmediatamente para pedir una cita presencial, sino que puede demorar meses o incluso más de un año en ser activado.
“Ahora están habilitando a las personas que obtuvieron su IDU en febrero de 2024”, dice a LA NACION un abogado que lleva decenas de trámites ante el consulado. Y agrega que, una vez habilitados, los turnos para revisar la documentación requerida en el consulado suelen darse ahora para mediados de 2026. En Córdoba, apunta, conseguir un turno puede demorar seis meses y en Bahía Blanca, incluso más.
Desde el gobierno español aclararon que, quienes logren obtener un turno o un número de expediente antes del 22 de octubre serán contemplados dentro de la ley, a pesar de que todavía no se los hubiera atendido personalmente antes de esa fecha. Fuentes del Ministerio de Exteriores agregaron que, además de los 150 empleados que fueron nombrados para atender estas solicitudes, se designaron nuevos cónsules adjuntos para trabajar en el asunto, como ocurrió en Buenos Aires.
Los datos históricos explican por qué la Argentina registró un masivo pedido de nacionalidades. Más de la mitad de los españoles que se embarcaron en puertos de Galicia, Asturias y País Vasco entre 1882 y 1930 eligieron la Argentina como su lugar de destino. En total, llegaron al país casi 1,6 millones de españoles en ese período, según información del Ministerio de Trabajo e Inmigración de España.
“La demanda de mano de obra, unida a la presión demográfica generalizada en Europa y, particularmente, en los países poco industrializados del Mediterráneo, volcó en ultramar el excedente de población”, explicaron las autoridades en el libro oficial Memoria Gráfica de la Migración Española. Pero no detallan allí las necesidades económicas que sufrían los españoles incluso antes de que se desatara la guerra civil, que los alentaba a viajar durante meses para buscar una mejor calidad de vida.
Un siglo después, la realidad dio un giro de 180 grados. La migración argentina a España mantiene un aumento sostenido desde comienzos del siglo XXI, hasta llegar a las 415.000 personas, según los datos registrados por el Instituto Nacional de Estadística de España en enero. Con las nuevas presentaciones por la ley de memoria democrática, habría cientos de miles de argentinos con posibilidad de vivir y trabajar en Europa.
“Un colega argentino me dicen que ellos quieren el pasaporte para guardarlo por si tienen algún problema allí. Pero yo creo que todo el mundo quiere su pasaporte para venir a España. Es evidente que la gente quiere la nacionalidad para tener un futuro mejor”, asegura la abogada Pérez Cabrera. Y comenta que armó una base de datos con más de 400 personas de toda América Latina que le dijeron que ya están buscando trabajo en España, aún antes de haber recibido su nacionalidad.