Fallece Maximino de Cos sin ver cumplido su deseo de que Rionansa reconozca a su padre asesinado en Mauthausen
El Ayuntamiento se negó a poner una placa en su memoria por su pasado republicano y la delegada de AGE dice que no parará hasta ver cumplida su voluntad El PP se niega a poner una placa a Donato de Cos, asesinado por los nazis en un campo de concentración porque fue republicano El día en que sus familiares visitaban Mauthaussen, donde mataron a Donato de Cos, su hijo Maximimo dijo adiós a la vida. Falleció a los 103 años, pocas horas después de celebrarse el aniversario de los 80 años de la liberación del campo de concentración donde los nazis asesinaron a su padre en 1941. Ha muerto decepcionado y triste sin ver cumplido su último deseo: que su pueblo reconozca la memoria de Donato, que combatió a los alemanes en el ejército francés después de exiliarse de España tras la Guerra Civil. Maximino solo pedía una placa, una piedra de la memoria, un adoquín con una leyenda, a la puerta del Ayuntamiento de Rionansa (Cantabria) donde nació Donato, teniente de alcalde con la República. El Partido Popular se negó por su pasado republicano. En Mauthausen, en cambio, sí hay una placa en recuerdo de los republicanos que murieron allí, en el agujero negro de la historia. También hay una inscripción en latín: “Sirva de lección a los vivos la suerte de los muertos”. Pero en algunas geografías contemporáneas como Rionansa no han aprendido de la historia: Donato de Cos continúa en el exilio moral de su propio pueblo y su hijo, Maximino ha fallecido sin ver reivindicado a su padre. Precisamente unas horas antes, Mari Sol González, la delegada en Cantabria de la asociación memorialista Archivo, Guerra y Exilio (AGE), habló con el ministro Pablo Bustindui dentro del recinto del campo de concentración de Gusen, gemelo de Mauthausen. El ministro conocía el caso y la negativa del Ayuntamiento cántabro a honrar su memoria y criticó a los concejales del Partido Popular y de Vox que se han opuesto en varios municipios españoles a homenajear a vecinos que fueron deportados a los campos nazis. El fallecimiento de Maximino simbólicamente coincide con el acto celebrado el campo de la muerte de Mauthausen donde murieron más de 4.700 españoles. Como hijo de uno de ellos había solicitado un reconocimiento al Ayuntamiento de su pueblo, apoyado por la asociación memorialista Archivo, Guerra y Exilio (AGE). Una propuesta que llevó al Pleno municipal el PSOE local. El Partido Popular se negó a poner una placa en su memoria porque, en su opinión, los antecedentes republicanos de Donato lo inhabilitan para ser merecedor de este reconocimiento. La decisión provocó una enorme decepción en su hijo Maximino. De hecho, tardaron algunos días en comunicarle la negativa del Pleno conscientes del disgusto que se iba a llevar este hombre lúcido y enérgico que hasta su último aliento estuvo pendiente de la actualidad política. AGE mantiene vivo el deseo de Maximino Nada más conocer el fatal desenlace, Marisol González ha lamentado que “las mentes estrechas de Rionansa” hayan impedido el homenaje a Donato de Cos: “pero no voy a parar hasta ver cumplida su voluntad, ya sea en Rionansa o en otro lugar”. Un reconocimiento para el prisionero número 3.498 de Mauthausen. Donato de Cos, una vida de lucha Donato de Cos nació en 1895 en el pueblo de Riclones del que emigró con 12 años y al que regresó en 1931, casado y con seis hijos. Se afilió a la Federación Socialista Montañesa y a la UGT antes de desempeñar el cargo de teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Rionansa hasta que las tropas franquistas entraron en Cantabria. Combatió en el Ejército de la República en la Batalla del Ebro y en 1939 se exilió en Francia. Preso en el campo de concentración de Argelès sur–Mer, el Gobierno francés les obligó a elegir entre alistarse en el Ejército o ser entregados a la dictadura de Franco. Así fue como Donato de Cos luchó contra los alemanes en la Compañía Militarizada de Trabajadores. Apresado en Dunkerque se convirtió en el prisionero 3.498 de Mauthausen. Los nazis le asesinaron en el campo de concentración de Gusen en 1941. Los nazis le mataron a palos tras descubrir que había estado intentando organizar una resistencia dentro del campo.

El Ayuntamiento se negó a poner una placa en su memoria por su pasado republicano y la delegada de AGE dice que no parará hasta ver cumplida su voluntad
El PP se niega a poner una placa a Donato de Cos, asesinado por los nazis en un campo de concentración porque fue republicano
El día en que sus familiares visitaban Mauthaussen, donde mataron a Donato de Cos, su hijo Maximimo dijo adiós a la vida. Falleció a los 103 años, pocas horas después de celebrarse el aniversario de los 80 años de la liberación del campo de concentración donde los nazis asesinaron a su padre en 1941. Ha muerto decepcionado y triste sin ver cumplido su último deseo: que su pueblo reconozca la memoria de Donato, que combatió a los alemanes en el ejército francés después de exiliarse de España tras la Guerra Civil.
Maximino solo pedía una placa, una piedra de la memoria, un adoquín con una leyenda, a la puerta del Ayuntamiento de Rionansa (Cantabria) donde nació Donato, teniente de alcalde con la República. El Partido Popular se negó por su pasado republicano.
En Mauthausen, en cambio, sí hay una placa en recuerdo de los republicanos que murieron allí, en el agujero negro de la historia. También hay una inscripción en latín: “Sirva de lección a los vivos la suerte de los muertos”. Pero en algunas geografías contemporáneas como Rionansa no han aprendido de la historia: Donato de Cos continúa en el exilio moral de su propio pueblo y su hijo, Maximino ha fallecido sin ver reivindicado a su padre.
Precisamente unas horas antes, Mari Sol González, la delegada en Cantabria de la asociación memorialista Archivo, Guerra y Exilio (AGE), habló con el ministro Pablo Bustindui dentro del recinto del campo de concentración de Gusen, gemelo de Mauthausen. El ministro conocía el caso y la negativa del Ayuntamiento cántabro a honrar su memoria y criticó a los concejales del Partido Popular y de Vox que se han opuesto en varios municipios españoles a homenajear a vecinos que fueron deportados a los campos nazis.
El fallecimiento de Maximino simbólicamente coincide con el acto celebrado el campo de la muerte de Mauthausen donde murieron más de 4.700 españoles. Como hijo de uno de ellos había solicitado un reconocimiento al Ayuntamiento de su pueblo, apoyado por la asociación memorialista Archivo, Guerra y Exilio (AGE). Una propuesta que llevó al Pleno municipal el PSOE local. El Partido Popular se negó a poner una placa en su memoria porque, en su opinión, los antecedentes republicanos de Donato lo inhabilitan para ser merecedor de este reconocimiento.
La decisión provocó una enorme decepción en su hijo Maximino. De hecho, tardaron algunos días en comunicarle la negativa del Pleno conscientes del disgusto que se iba a llevar este hombre lúcido y enérgico que hasta su último aliento estuvo pendiente de la actualidad política.
AGE mantiene vivo el deseo de Maximino
Nada más conocer el fatal desenlace, Marisol González ha lamentado que “las mentes estrechas de Rionansa” hayan impedido el homenaje a Donato de Cos: “pero no voy a parar hasta ver cumplida su voluntad, ya sea en Rionansa o en otro lugar”. Un reconocimiento para el prisionero número 3.498 de Mauthausen.
Donato de Cos, una vida de lucha
Donato de Cos nació en 1895 en el pueblo de Riclones del que emigró con 12 años y al que regresó en 1931, casado y con seis hijos. Se afilió a la Federación Socialista Montañesa y a la UGT antes de desempeñar el cargo de teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Rionansa hasta que las tropas franquistas entraron en Cantabria. Combatió en el Ejército de la República en la Batalla del Ebro y en 1939 se exilió en Francia. Preso en el campo de concentración de Argelès sur–Mer, el Gobierno francés les obligó a elegir entre alistarse en el Ejército o ser entregados a la dictadura de Franco.
Así fue como Donato de Cos luchó contra los alemanes en la Compañía Militarizada de Trabajadores. Apresado en Dunkerque se convirtió en el prisionero 3.498 de Mauthausen. Los nazis le asesinaron en el campo de concentración de Gusen en 1941. Los nazis le mataron a palos tras descubrir que había estado intentando organizar una resistencia dentro del campo.